miércoles, 10 de junio de 2020

Leche y Miel



Imagínate que te es conferida la responsabilidad de evaluar una situación que será de impacto para todos tus congéneres, para toda tu comunidad. De tu veredicto se definirá si se hace algo, o no, para que todos gocen de los beneficios, todo dependiendo de lo que digas tú.

Imagina que estás en ese lugar de responsabilidad y autoridad, y que cuando ves la situación, notas que es muy buena para todos, pero que para ti tiene un costo a nivel personal, algo que interpretas como una pérdida.

Piensa que en ese momento, tienes un acceso de egoísmo, y te niegas a perder tu privilegio o tu beneficio y entonces haces oídos sordos y niegas el acceso a todos los demás a ese bien, solo porque crees que a ti no te conviene.

Ese tipo de conducta lo vemos a diario en nuestras vidas, desde el que no quiere colaborar con un pago extraordinario por mejoras en su edificio hasta en países donde rige la conveniencia y el capital político.

Esos fueron los espías, los que negaron a los integrantes de Israel a entrar a la Tierra Prometida cuando ya habían llegado ¿Por qué? Porque a ellos no les convenía, porque ya no serían necesarios como líderes de las tribus del desierto.

Esto lo vemos aún en nuestros día, constantemente, gente actuando solo por sus propios intereses.

En la Torah nos cuentan que estas personas que no pudieron ver por el verdadero bien común, finalmente murieron en el desierto.

Lo interesante no es la historia escrita por sí misma, sino la coincidencia de lo que podemos ver o actuar en nuestra propia vida e historia humana, donde con tal de no ceder, podemos actuar por mera conveniencia y egoísmo. 

Y así fue como esa generación, no pudo entrar a la tierra "de leche y miel".

Recordemos, en la lectura, Israel no es un lugar terrenal; en el código, Israel se refiere a una representación de una consciencia de amor incondicional y dignidad humana y de el poder de mente sobre materia a la que aspiramos llegar algún día como evolución de este grupo de almas...y sin embargo, aún seguimos deambulando por el desierto de las conveniencias personales.

Reflexionemos.

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta Gestalt




martes, 9 de junio de 2020

¿Estamos listos?



SHLACH  LECHA
La porción comienza "Y el Señor le dijo a Moisés: '(Shlach Lecha) Envía a tus hombres ...'

Moisés fue instruido por el Creador para enviar a la Tierra de Israel a los jefes de las doce tribus para verificar si la Tierra de Israel era adecuada, y si estaba lista para que los israelitas la ocuparan.

¿Por qué el Creador le pediría a Moisés que realizara esta tarea? Después de pasar 40 años en el desierto con el objetivo de regresar a Israel, ¿no sabrían el Creador y Moisés que la tierra allí sería adecuada para los israelitas? 

Obviamente la tierra de Israel está lista. La verdadera pregunta es: "¿Está la gente lista para entrar a la Tierra de Israel?" 

¿Estamos listos? La verdadera pregunta con la que estamos tratando no es sobre Israel, sino sobre de nosotros mismos.

La pandemia en gran medida llegó a tomar una foto de nuestras vidas, es como si fuera un: Si así se quedara tu vida, tal cual ¿Estarías satisfecho con lo que ves? ¿Esto es lo que querías lograr? ¿Estás en paz y has hecho la paz con tu pasado, con tu presente y estás optimista de tu futuro?

Es interesante porque nadie quisiéramos que llegara el día de parar, si aún no somos lo que queremos ser, si aún no estamos en armonía con quien vivimos o si tenemos los mismos problemas con los que hemos tropezado desde años atrás.

Tampoco nadie queremos encontrar el trabajo de nuestros sueños si no estamos listos para tomarlo, el amor de nuestra vida en el peor momento de nuestro ego, la mejor oportunidad cuando no tenemos las condiciones para tomarla.

Lo leímos hace unas semanas: queremos que haya lluvia en temporada de lluvia, que haya comida cuando tenemos apetito, que haya oportunidad de amar cuando estamos plenos y listos para compartir, que tengamos dinero cuando sabemos apreciarlo...

¿Pero qué pasa si la vasija no está lista? Aunque haya Luz, no hay cómo recibirla adecuadamente.

¿Tu cómo estás? Esta pregunta no es para satisfacer a nuestro ego, es para tomar cartas en el asunto y poder vivir con plenitud las bondades que la Luz puede proporcionar.

Feliz día Comunidad

Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta Gestalt
Basado en clase de Benjamin Malul El Centro de Kabbalah 2007