Eliminar el miedo
Cuando estamos en un estado de temor, nos desconectamos de la energía positiva de la Luz. Cuando tenemos miedo, quien teme es el Ego, el “yo”. El “yo” no quiere sentir dolor o pérdidas. Pero cuando estamos conectados con la Luz, no hay ni “yo”, ni “mí”, ni ego. Por lo tanto, cuando eliminamos el Ego, también eliminamos el miedo.
Karen Berg
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El miedo es una emoción a la que fácilmente juzgamos como "mala". Decimos con cierta facilidad: "No debes tenerlo"...Sin embargo, yo me pregunto ¿Qué sería de este mundo sin una porción de miedo?... Mucha gente lanzándose a hacer cosas sin protección, sin preparación alguna, sin medir los riesgos ni las consecuencias. Y muchas otras situaciones sin calibrar...
El miedo es un aliado en una cierta medida, como una vacuna que contiene parte del principio activo de la infección, pero sólo la suficiente para que generemos la capacidad de defensa, así que, abogando un poco por el miedo, diremos que qué bueno y qué útil tenerlo en una cierta medida y ser capaces de utilizarlo como una herramienta, siempre y cuando, nos esclavizamos a él y no nos volvamos sus siervos de por vida.
El miedo es como la sal, un poco de ello le da mejor sabor al guiso, le da cierta brillantez y le da definición al sabor verdadero de lo que degustaremos: una pizca, no el salero entero.
Cualquier reto nos sabe mejor porque logramos vencer a esa oposición que nos previene de pasar del susto de intentar..."lo desafíe y lo vencí", música para los oídos de cualquier miedoso que se convirtió de pronto en valiente...porque pues eso si, el miedo viene antes que la valentía. Si alguien no tiene miedo es simplemente audaz, quizás hasta toca en lo irracional...el valiente ya tuvo que pasar por la batalla previa de "¿En verdad quiero hacer esto? Y hacerlo después de una buena dilucidación consigo mismo de los pros y los contras.
Yo no recomendaría nunca a nadie lanzarse a ninguna empresa o nueva decisión de vida, sin paracaídas...parte del paracaídas la conforma la porción de preparación, estudio, análisis de riesgos, hacer vasija como nos dice la Kabbalah...y por supuesto revisar que miedo asoma la cabecita para ver donde es que debemos de tener ciertos cuidados que de otra forma se volverían nuestros factores de fallo o descarrilamiento.
Así que hablando en favor del tema, si lo tienes, tienes herramienta. Puedes volverte más grande que él a partir de tenerlo en cuenta, no tenerlo de dueño, OJO, la carrera con obstáculos si se puede correr, pero tienes que identificar que tienes que salvar la valla y eso es parte de la diversión.
Cuando logras que el deseo sea más grande al menos por una semilla de mostaza que el miedo, podrás volcar la balanza hacia tu logro, pero no antes de si tener este proceso de evaluación...cuando estás listo, si, la certeza se vuelve las alas de tu nave, pero honra al miedo hasta cierta medida. No hay nada que esté dentro de la emoción humana que no tenga alguna finalidad de ayudarnos en nuestro proceso.
Revisa tu propio miedo y evalúa...¿Ya se volvió un gigante ante tu deseo? ¿Ya lo evaluaste con ojo clínico?...¿Lo estás despreciando y queriendo aventarte sin preveer nada?
El balance del miedo es algo que debemos equilibrar para no ser ni audaces sin cordura, ni caer tampoco en el pusilánime estado de in-movilización.
Pero nos demanda crecer como personas...¡¡Eso si que sí!! :-)
P.D. Recibí un comentario de Tunde relacionado con esto. Esto lo escribí contigo en mente. Si necesitas más apoyo al respecto puedes escribirme a:
pranaraquel@afinacioneskabbalah.com
Prana Raquel Pascual
Psicoterapia & Desarrollo Humano
