Esto es algo que debemos reflexionar, porque aunque la vida está llena de opciones, nuestra naturaleza reactiva suele abrazarse a los problemas pasados, a los reclamos de lo que no fue, de "lo que me hicieron", "lo que me dejó atorado en un trauma", de "lo que me dijeron que yo era y me creí y jamás volví a retar".
¿Cuántas veces no, la vida es simplemente variaciones sobre del mismo tema porque no logramos ser lo suficientemente distintos?
Entonces es cuando tienen que venir los amigos-enemigos (según el color del cristal con que los miremos: las enfermedades, la muerte, las tragedias, los eventos fortuitos que son los que dan un giro a la situación que muchas veces nosotros somos incapaces de gestionar voluntariamente...
Un mal matrimonio se resuelve a veces por una infidelidad y un abandono...no es que fueras feliz pero tampoco te animabas a terminarlo correctamente y entonces viene "el infortunio" que te libera, pero que tampoco disfrutas, porque ahora que ya no es infelicidad conyugal, se volvió ante tus creencias "infidelidad y engaño"...total, la libertad te sabe amarga porque no la buscaste por ti mismo.
Otro ejemplo: Una situación de rencor añejo que ahora viene a solucionarse cuando llega la enfermedad y la muerte...finalmente muere la persona a quien siempre se recriminaba y resulta que ahora se olvida todo y solo se recuerda: "Tan bueno que era"...pero en vida no podías perdonarlo, no podías apreciarlo...
Una vez más, los amigos enemigos son los que cambian la posición de las piezas en el tablero, pero como tú no haces el cambio voluntariamente, saben muy amargo.
Cuántas cosas dejamos para que lleguen los amigos enemigos a solucionar, pero cuando lo solucionan nos sentimos estafados, violentados, y la vida sigue siendo solo un valle de lagrimas.
Te lo digo de corazón; todos podemos pasar por esos eventos pero si no hacemos nuestra parte de transformarnos pro-activamente, solo podremos vivirlos como 40 años (o más) de deambular por el mismo desierto.
Hay que vivir voluntariamente, hay que modificarnos voluntariamente, si no, los amigos enemigos siempre aparecerán en el camino para hacernos tratar de cambiar de rumbo...involuntaria y dolorosamente, como una gran roca en el camino.
No lo eches en saco roto.
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta Gestalt
Basado en clase de Ruth Rosemberg 2019
Imagen https://protestantedigital.com/print/12938/Usos_multiples_de_una_piedra_en_el_camino