La porción Jayéi Sará comienza con: Vayihyú jayéi Sará, mea shaná, veesrim shaná, vesheva shanim, shenéi jayéi Sará, “Y la vida de Sará fue de cien años y veinte años y siete años; los años de la vida de Sará”. El Midrash dice que no es coincidencia que el inicio de esta porción, que habla de la muerte de Sará, venga justo después de la mención del nacimiento de Rivká, al final de la porción anterior, Vayerá; el Midrash conecta el nacimiento de Rivká, quien sería luego la esposa de Yitsjak, y la muerte de Sará, la madre de Yitsjak y esposa de Avraham.
Para comenzar a entender esto, el Midrash cita un versículo de Kohélet (Eclesiastés) que dice: “Sale el sol, y se pone el sol”. El Midrash dice que hay un secreto en este versículo: cuando una gran alma deja este mundo, que se corresponde con la puesta del sol, siempre debe haber otro sol que salga en ese mismo momento, un alma tan grande como la que se fue. Y esto es lo que ocurrió con Sará y Rivká.
Por
lo tanto, una gran alma nunca deja este mundo sin el nacimiento y la revelación
de otra gran alma correspondiente.
Hay
un conocimiento aún más profundo en esto, basado en una de las enseñanzas más
simples de Rav Áshlag: nunca puede haber carencia en los asuntos espirituales.
¿Qué significa esto?
Cuando una persona invierte energía
en un proyecto, pero dicho proyecto no se manifiesta como ella quiere, la Luz y
la energía que fueron invertidas no se pierden; tienen que ir a algún otro
lugar. Pero si la persona no tiene la conciencia de que la energía nunca se
disipa, de que la Luz nunca desaparece, entonces podría no recibir la Luz en
ese momento. Entonces, si bien es cierto que la Luz y la energía que se
invierten nunca se pierden, si no tenemos esa conciencia, no necesariamente
recibiremos de inmediato dicha Luz.
Cuando
tenemos esto claro y vivimos con esta conciencia todo el tiempo, nunca nos
decepcionaremos ni nos enojaremos, porque ahora entendemos que, si hemos invertido
tiempo y energía en una persona o en una situación, está bien si las cosas no
se dan como deseábamos; tenemos certeza en que la energía estará allí para
siempre, y si se manifiesta o no de la manera exacta que queríamos no es tan
importante como el hecho de que la Luz y la energía nos seguirán ahora.
Michael Berg
Publicado y editado por Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt
Imagen https://www.kabbalah.com/es/articles/living-all-the-days-of-our-life/
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