"El amor es una decisión que ejerces con tus acciones".
Hace poco le pedí a mi hija que me acompañara a un evento social mientras pasaba tiempo en casa de vacaciones de la universidad. Ella aceptó acompañarme. No pude evitar notar que lo pensó dos veces porque, mientras nos alistábamos para salir de casa, ella se aseguró de mencionarme que de verdad no tenía ganas de ir. Lo estaba haciendo por mí.
“Gracias”, le contesté.
Esta respuesta no la satisfizo. Así que reiteró que no tenía
deseos de ir. Una vez más, le contesté con un simple “Gracias”.
Para cerciorarse de que yo estuviera al tanto de su opinión,
añadió: “Si sabes que no quiero ir y que solo lo hago por ti, ¿no te molesta?”.
“Desde luego que no”.
“¿Por qué no?”.
“Porque te estoy ayudando a desarrollar los músculos de las
relaciones”.
“¿Los qué?”.
“Necesitarás fortaleza mental para concentrarte en alcanzar tus
metas espirituales, así como tus metas escolares, profesionales, maritales, de
relaciones personales y crianza de tus hijos; todo lo que necesitarás para una
vida exitosa”.
“¡¿Qué?! No entiendo. ¿Qué tiene que ver acompañarte a un evento
al que no quiero asistir con todo lo que mencionaste?”.
“Pues, cariño, puede que esto te sorprenda, pero ¿crees que yo
de verdad quise dejar de dormir noches completas por siete años? Sabes cuánto
me encanta dormir. Me levantaba cada vez que tú o tus hermanos lloraban de
noche. ¿Crees que estaba muy emocionada por darles todo mi tiempo y energía
cuando estaba exhausta o no me sentía bien o simplemente quería tiempo a solas?
No. Yo te puse por encima de mis necesidades. Y es una decisión que tomé
constantemente. La razón por la que lo hice no es porque yo sea una mártir,
sino porque estaba y estoy involucrada en esta relación. Te elijo a ti porque
mi decisión de invertir en nuestra relación me da plenitud a largo plazo. La
plenitud no se desarrolla por sí sola. Amarte es mi decisión. De hecho, escoger
el amor por encima de la comodidad es la decisión más sabia y más difícil que
cualquiera puede tomar… ¡y vale mucho la pena!”.
Aunque ella estaba un poco molesta porque no había ganado en
nuestra conversación ingeniosa, me abrazó y me agradeció por quererla; lo cual,
dicho sea de paso, sumó a mi plenitud a largo plazo.
Tenemos que ejercitar la mentalidad de autosacrificio al igual
que a un músculo. Cuanto más la usemos, más fuertes nos volvemos. Cuanto más
vivamos en el estado llamado “amor”, más podremos mejorar la calidad de nuestra
vida.
El amor no es una emoción que sientes cuando te sientes atraído
por alguien. Eso se llama “capricho” y usualmente tiene una existencia temporal.
El amor es una decisión que ejerces con tus acciones.
Desarrollas el amor al igual que un músculo. Sabes que estás ejercitando tu
músculo del amor cuando tu conciencia corpórea quiere hacer lo que le plazca a
fin de obtener energía instantánea, y en lugar de ello es doblegada por tu
músculo del amor que decide compartir.
Batya Solomon - El Centro de Kabbalah Internacional
Hoy quise compartirles esta lectura (un fragmento) porque me pareció muy atinado para lo que trabajamos esta semana, hacer acciones que no están dentro de nuestro rango de confort, pero que son realmente las mejores a largo plazo. Esto trabajamos en Pinjás.
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach
https://www.kabbalah.com/es/articles/the-best-investment/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario