Paradójicamente, la
sección de la Torá titulada Chayei Sarah ("La vida de Sarah") trata
por completo de los eventos que ocurrieron después de la muerte de Sarah. El
primer verso de la parashá narra la vida útil de la primera de las cuatro
matriarcas de Israel:
La vida de Sarah fue de
cien años, veinte años y siete años; estos fueron los años de la vida de Sarah.
¿Por qué la Torah divide el recuento de sus años en tres partes ("cien años", "veinte años" y "siete años")?
Para decirnos que cada día de su vida era el equivalente a todos.
A la edad de cien años tenía como veinte en fuerza, ya
los veinte era como siete en modestia y pureza; a los siete años tenía como
veinte en inteligencia, ya los veinte tenía como cien en rectitud.
Creo que uno de los grandes mensajes de la porción es que en nuestra vida, cada día importa si buscamos ser, los seres que potencialmente podemos proyectar.
Cuando afirmas "así soy y no hay nada más que hacer", niegas a tu potencial desarrollarse.
La vida no implica que tengas que ir perdiendo aspectos espirituales, algo de tu esencia puede seguir siempre con la ternura e inocencia de un niño, pero ya con la experiencia de un adulto, ya con la sabiduría integrada que los años nos van enseñando.
La vida es un bello transito que nos permite experimentar diferentes "vasijas" en carne propia y aprender de ello. Usar cada uno de nuestros aprendizajes en el momento adecuado puede ser un regalo para que la vida mantenga la ilusión y el fácil perdón de un infante, pero la sensatez y la madurez de alguien experimentado cuando sea requerido, así podremos decir, tener 100, y 20 y 7.
Feliz día querida Comunidad
Prana Raquel Pascual - Coach de Vida y Carrera - Psicoterapeuta Gestalt
Fuente de información
https://www.chabad.org/parshah/in-depth/default_cdo/aid/35875/jewish/Chayei-Sarah-In-Depth.htmImagen https://www.maroubrasynagogue.org.au/2017/11/09/22-cheshvan-5778-chayei-sara/
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