Hoy amanecí pensando en una entrevista que me van a hacer hoy con respecto a este blog, algo que nunca antes ha sucedido en los trece años que lleva de existir y confieso que me pone bastante nerviosa.
No deja de sorprenderme que desde ese entonces yo tenga el privilegio de seguirlo publicando gracias a los ojos lectores que siguen aún leyéndolo. GRACIAS.
Este blog surgió a partir de un pequeño voluntariado al ser mentora en El Centro de Kabbalah de la Ciudad de México en el año 2007, unos meses después de que yo comencé a estudiar esta sabiduría, el octubre de 2006.
Hoy pensaba durante mi traslado a mi consultorio ¿Qué será lo que la Kabbalah busca de cada uno de nosotros? ¿Hacia donde nos guía? ¿Hay alguna respuesta única que pudiera darse?
Para esta pregunta hay muchas respuestas, todas ciertas: busca que crezcamos en consciencia, que verdaderamente podamos hacernos cargo responsablemente de este maravilloso Mundo en el que vivimos, busca que podamos respetarnos y apreciarnos unos a otros, que podamos vivir en paz, busca que vivamos en plenitud, y muchas cosas más, pero en eso, vino a mi memoria este poema que ayudó a Nelson Mandela a seguir adelante con su alma incólume en su largo periodo en prisión, escrito en 1875 por William Ernest Henley, un escritor inglés también muy retado por la enfermedad a lo largo de su vida. El no lo tituló así, pero quienes lo conocieron le dieron este nombre: Invictus
Invictus
En la noche que me cubre,
negra como el abismo de un polo a otro,
agradezco a los dioses que puedan existir,
por mi alma inconquistable.
negra como el abismo de un polo a otro,
agradezco a los dioses que puedan existir,
por mi alma inconquistable.
En las crueles garras de las circunstancias
nunca me he lamentado, ni llorado en alto.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
nunca me he lamentado, ni llorado en alto.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas,
donde yacen los horrores de la sombra,
la amenaza de los años, sin embargo,
me encuentra y me encontrará sin miedo.
donde yacen los horrores de la sombra,
la amenaza de los años, sin embargo,
me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargado de castigos el viaje...
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.
cuán cargado de castigos el viaje...
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.
William Ernest Henley
No todos enfrentamos un destino tan retador, otros si, incluso más, sin embargo, creo que todos estamos llamados a ser Capitanes de nuestra Alma y surcar los siete mares de esta vida, con nuestra cabeza erguida y con la satisfacción de ser amos de nuestro destino.
Feliz día Querida Comunidad del Blog. Gracias por navegar también hoy juntos, como desde hace trece años y contando.
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta
Imagen y texto encontrados en https://es.wikipedia.org/wiki/Invictus_(poema)
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