viernes, 23 de agosto de 2019

El valor de una miga


En la porción de la Torah de esta semana, Ekev, se habla de el tema de bendecir los alimentos. 

Bendecir todo lo que comemos y bebemos.

Hablemos con más detalle de la profundidad de esta indicación:

Como sabemos, en Kabbalah se llevan a cabo actos en el mundo físico con intención espiritual, pero se comprende que el ritual por si mismo no es lo  más importante si no lleva incluida cavaná, la intención y la conciencia que imprimimos en nuestra acción para que realmente sea un acto trascendente y no un mero automatismo que nos pase inadvertido.

Toda conexión, tiene una intención, un momento en el cual se lleva a cabo, y un vehículo físico con el que se manifiesta.

Un momento puede ser Shabat por mencionar un ejemplo, cuya intención  a muy grosso modo es volvernos la vasija perfeccionada para recibir la Luz y después poder manifestarla en el Mundo, y el vehículo físico puede ser la Torah, la "jalá", que es el pan que se come en Shabat hecho con meditaciones durante su preparación, o el vino con el que se hace la bendición, mismo que está balanceado con una gota de agua etc.

Así lo veremos en otros días de conexión, que cada uno tiene un día calendario, su intención (conectar con la alegría, con la libertad etc.) y un vehículo (por ejemplo, la Matzá o el Shofar, la granada etc.). 

Pero no solo esos días son de bendición.

Muchos de nosotros en nuestra práctica ya sea de quien lleva una formalmente una religión o quien está comprometido con una forma espiritual de vida, perdemos de vista que no se trata de un acto automático "por cumplir", sino realmente un momento de parar los distractores e identificar el momento, inyectar la intención y apreciar al vehículo físico con el reconocimiento de la bendición que representa.
  

Todo el punto de hacer brajá (bendición), contiene la comprensión de que si una persona no puede inyectar una intención, brindar un momento y ver la luz que hay en una miga de pan, no puede ver la que hay en el pan completo ni en ninguna circunstancia.

La vida está diseñada para atender muchas cosas con sus requerimientos, muchos momentos nos pasan inadvertidos por la prisa y el cumplimento de otras exigencias, pero un acto de apreciación espiritual y de conectar con algo más Alto es tener un momento del día, conectar con una intención y bendecir el vehículo físico que tenemos en nuestra mesa. Si vemos la luz en la miga, nuestra perspectiva de todo lo demás de verdad se podrá volver gratitud.

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt & Coach

Inspirado en La Biblia Kabbalista editada por Kabbalah Centre International




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