Hay una lección enorme
que podemos aprender del Monte Sinaí, dijo Rabi Yoshi:
"Hubo una discusión entre
muchas montañas y donde todas pedían que sobre de ellas se diera la revelación
de los Enunciados. Había dos que eran especialmente grandes, el Monte Tabor y el otro se llama Carmel, se
despegaron de la tierra y fueron a discutir donde se llevaría a cabo la
revelación de la Torah.
Querer que las cosas pasen para nosotros tener el reconocimiento o para nuestra conveniencia "solo porque si", es lo que llamamos tener "agenda personal".
Actuar sin agenda, significa querer que suceda lo que tenga que ser, de la mejor manejar posible; si no soy yo el elegido, no importa si es realmente para el bien común.
Esta semana quiero invitarlos a reflexionar en nuestra necesidad de tener protagonismo.
Al final el elegido fue
el Sinaí que estaba ahí mismo y que no decía nada.
Salió una voz del cielo
que dijo: claramente todos los que vinieron eran más altos y más lindos, y de
hecho hicieron el esfuerzo de venir para ser parte. ¿Por qué el Creador no los eligió?
Porque vinieron con orgullo y con ego.
Las montañas altas venían
pensado en que eran mejores.
La caída del hombre es el
orgullo y el ego.
Una persona que tiene
orgullo y ego, no importa lo alta o elevada o exitosa que es, cuando se tiene
ego, cae más bajo que la persona más baja.
Sinaí tiene el mismo
valor numérico que HUMILDE.
Esta semana les invito a darnos a la tarea de observar lugares en los que tenemos orgullo y ansias locas de ser reconocidos.
Tengamos mucho cuidado porque no hay peor caída que la de un ego des-barrancado por sentirse superior.
Te lo digo a ti, para que yo también lo escuche, nadie piense que yo estoy exenta, al contrario.
Prana Raquel Pascual
Basada en clase de Vayakhel Pekudei 2012 El Centro de Kabbalah 2012
Imagen encontrada en https://www.designspiration.net/save/1093214474432/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario