Este día voy a compartirles un texto de Michael Berg, que es uno de los grandes sabios de estos tiempos, hijo del Rav Berg. Michael nos habla del verdadero sentido del sacrificio de acción de gracias (no el del día que se celebra Thanksgiving).
Nos explica Michael:
Rashi, el gran Kabbalista y comentarista, dice que el Talmud habla de cuatro tipos de personas, o cuatro categorías de personas, que tienen que realizar un sacrificio de acción de gracias.
Todas son personas que estuvieron en sarak, situaciones difíciles y peligrosas; alguien que vino de recorrer el desierto, alguien que navegó por el océano, alguien que estuvo en la cárcel y fue liberado, alguien que se curó de una enfermedad.
Esos son los cuatro tipos de personas que deben realizar un sacrificio de acción de gracias. Suele ser simple: ocurre algo bueno, dices gracias. Fuiste salvado de una situación peligrosa, estuviste en el desierto, estuviste en un largo viaje por el océano, estuviste en la cárcel, te curaste de una grave enfermedad, por eso dices gracias.
El agradecimiento siempre es importante, pero hay una noción más profunda.
Los kabbalistas explican que la raíz de la palabra sarak viene de la palabra saal, la cual significa “constricción”. ¿Qué significa que una persona esté enferma o en una situación peligrosa?
Sabemos que aunque la Luz del Creador nunca cambia, la experiencia de Luz del Creador de la persona ahora es limitada. Por tanto, es cierto que por alguna razón esa persona se curó, salió de la cárcel, cruzó el desierto o el océano sana y salva, o superó cualquier otra situación negativa, pero lo que los kabbalistas enseñan es que eso no es suficiente para que termine el período de peligro; debemos darnos cuenta de que la razón por la que el período de peligro existe es porque había una constricción de la Luz del Creador para esa persona. Así pues, el hecho de que ahora esté en un lugar distinto no elimina la constricción.
Por lo tanto, después de que una persona sale de un período constrictivo, aun después de que no esté en la misma situación, todavía tiene que arreglar el daño provocado en el tiempo de peligro; eso significa que necesita arreglar el pequeño embudo por el que pasaba la Luz del Creador en aquel momento. Así pues, los kabbalistas enseñan que ese era el propósito en la época del Tabernáculo; dar gracias no es sólo decir: “Gracias, pasé por un momento difícil y ahora agradezco haberlo superado”. No. El propósito del agradecimiento es abrir nuevamente el canal que se había reducido, que se había vuelto saal, durante ese tiempo. Este es un entendimiento muy importante.
Por ejemplo, si una persona pasó por cien momentos difíciles y no los reparó, es decir, no despertó suficiente agradecimiento después de lo sucedido para abrir esos canales nuevamente, entonces el flujo de la Luz del Creador hacia su vida siempre estará restringido.
No importa cuán restringida esté la Luz del Creador en nuestra vida, sólo puede repararse dicha restricción a través de una gran apertura de agradecimiento. Sin importar el daño hecho, la única manera de abrir ese canal es a través del agradecimiento.
Está de nuestro lado hacer el sacrificio de dar gracias, pero gracias con verdad, no como un acto automático sino de verdad con la meditación de causa efecto del porque estuvimos ahí, tratando de entender lo más posible, tratando de captar lo que debemos aprender, lo que hay que transformar, cómo debemos hacer nuestro tikún.
Me ha impresionado mucho esta lectura, espero que a ti también y que cada vez ampliemos más nuestra capacidad de entender la relación que tenemos con el Universo y que no es que la Luz cambie sino que nosotros somos los que tenemos que modificar.
Feliz día Comunidad. la liga a todo el texto se las comparto al calce de este escrito.
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach
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