viernes, 28 de diciembre de 2012

Viernes, 28 de diciembre de 2012 Sacrifícate por otros

Viernes, 28 de diciembre de 2012 

Cualquiera puede estudiar Kabbalah, pero vivir la Kabbalah significa que nos sacrificamos a nosotros mismos por otras personas.

Todos deseamos hacer lo que queremos y cuando queremos hacerlo.

Pero cuando tenemos una oportunidad de apartarnos de nuestros propios intereses y hacer algo que alguien más desee, ésa es nuestra oportunidad de oro para traer la Luz a nuestras vidas.

Yehuda Berg
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He ahí la figura de los chevres (geveres-la traducción es "amigos") que trabajan de voluntarios cien por ciento en el Centro de Kabbalah. Son gente que ha decidido dedicar su vida de tiempo completo a la misión de difundir la sabiduría de la Kabbalah y a hacer acciones de compartir durante todo su día. Ellos no están viendo por sí mismos durante toda su jornada, sino que siempre tienen actividades que están relacionadas con el Centro, por tanto, siempre están enfocados en dar resultados para las demás personas, pero especialmente, para revelar Luz para el mundo entero.

En el Centro de Kabbalah nunca verás que se hace una conexión sin pensar en llevar luz a otras personas, a todo el mundo. Siempre se busca inyectar desde nuestro trabajo espiritual, misericordia para la gente de todos los países.

Es un trabajo arduo que muchos les reconocemos, otros qizás no lo saben. 

Ellos --los chevres-- son a los que ves organizar los eventos, dar las clases, llevar la oración, desde el más experimentado de los Maestros hasta la que dirige la limpieza de los salones. 

En las comunidades que se van formando en el Centro, hay otras personas que colaboran también, y los voluntarios de base más o menos fija que no están todo el tiempo pero que casi cada rato que tienen libre lo donan para trabajos múltiples que surgen cada día, y por último, los voluntarios ocasionales. Los que un día se paran y mueven sillas o deciden ayudar a construir la Sukká o llevar algún donativo a alguna institución.

Parece fácil. No lo es.

Todos apreciamos en mayor o menor medida su trabajo, porque es un sacrificio. Y digo que lo hacemos en mayor o menor medida, porque a veces no nos damos cuenta lo difícil que es lo que hacen. No es la vida como la de cualquiera que si hoy tiene flojera no se levanta, o que si hoy le sale mejor plan no asiste al Shabbat.

Son niveles de decisión, no es por hacer sentir a nadie mal. Cada quien adquiere el compromiso que puede y desea...y claro de acuerdo a su entendimiento y a su llamado. Cada quien puede estar más o menos cerca de la fuente, pero eso demanda un diferente nivel de esfuerzo (y de sacrificio). Ellos están dispuestos a lo que les requiere y por eso los amamos. =)

Y bien, en esta semana que estamos viviendo la última porción del Génesis, la que  contiene en esencia la totalidad, vale la pena estudiar y comprender previamente a escuchar la lectura de la Torah el día de mañana, que de esta porción, obtendremos el concentrado de todas las otras porciones de este primer libro de Beresheet (Génesis), y escucharemos su cierre con las palabras que personalmente me emocionan tanto: Jazak Jazak Jazak, Fuerza Fuerza Fuerza.

Sólo cinco veces al año decimos estas palabras, pero esta vez es del Génesis, me parece que sobra que explique demasiado lo importante de escucharla.

Pero probablemente no sobra que explique lo importante de hacer un trabajo de consciencia antes de oirla y tener un entendimiento de que lo que sucede en este Shabbat que es la manifestación de el poder de Keter, que es la Luz más pura del Universo; todo está contenido ahí. 

Keter es pura Luz, pura consciencia, el potencial antes de su primera manifestación.

Keter es la causa del mundo físico, la abundancia sin límites. No hay espacios, todo está unificado, es la consciencia de Uno.

Keter es el principio de todo. 

Todos los principios de nuestra vida son importantes, esa consciencia debe estar perfectamente establecida porque de eso depende todo.

Keter el primer deseo de dar. Cada fruto lleva semilla asi que tiene el potencial de convertirse en Keter.

Lo que sea que terminemos de corregir en nuestra consciencia esta semana, ya no va a estar en nuestra película.

Entre esta porción y Vayigash (la de la semana pasada), no hay separación ¿Porqué? Por que si dejamos espacio, ese se va a manifestar: El miedo de cualquier índole, a la vida, al compromiso, al cambio, los juicios, las desconfianzas, las rabias, las tristezas. Por eso entre estas dos porciones no se deja espacio como lo hay en las otras.

Queremos corregir a nivel de la semilla. 

En esta porción Jacob cierra sus ojos, se cierran los ojos de Israel y nos vamos al exilio, al libro de Shemot, Nombres, al que han cambiado el título a Éxodo. 

Si nos vamos con la consciencia correcta todo estará bien. Ahí, en el exilio, es donde se hace el trabajo espiritual.

Antes de irnos es importante recordar: La luz no puede revelarse donde no hay vasija. La vasija es tomar responsabilidad. Nuestra batalla está en el Keter. Es una primera idea, es la primera intención.

Donde estés, este es un momento al que hay que dedicarle atención. Saber que nada nos será gratuito, ni queremos que así sea. Queremos trabajar con alegría por lo que vendrá. Queremos inyectar amor a nuestro trabajo espiritual, queremos inyectarle orden, intención y compromiso.

¿Qué más queremos para estar en la Luz? Si, es un sacrificio...Sacri-Sagrado Facere- Hacer. Hacer que nuestro trabajo sea sagrado.

Eso queremos.

¿Eso quieres Comunidad?  Te espero mañana. Quiero decirte muchas más cosas y seguir junto a ti.

Feliz día y Shabbat Shalom al salir las primeras tres estrellas en el firmamento.

Prana Pascual

Imagen http://rivkasarah.com/?page_id=118
Basado en clases de Michael Berg y David Benzaquén
Centro de Kabbalah Internacional y Ciudad de México.

 



 
 
 

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