JUEVES, 13 DE ENERO DE 2011
No hay separación en una relación verdadera. No hay escondites. No hay secretos vergonzosos. El verdadero amor es una confesión total.
Hoy, dile a un ser querido lo que te has estado guardando, algo que te ha dado mucho miedo o mucha pena contar.
Yehuda Berg
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La práctica de la Confesión, surge desde Kabbalah, y observo que se permea, aunque no en el mismo formato en el catolicismo.
En la Iglesia Católica la confesión se puede encontrar también como "reconciliación" que incluye arrepentimiento y reparación.
Quizás la gran diferencia es que la Iglesia determina un rol específico en el cura, para fungir a través de una absolución sacramental, como la figura (canal diría yo) que otorga el perdón, que reconcilia con el amor de Di-os.
En Kabbalah el concepto de arrepentimieno se denomina "teshuvá" y aunque si tiene integrado el aspecto de reconocimiento, cuenta con herramientas para ir a de verdad "reparar" la falta, ya sea que se ejecute directamente o que se visualice en el caso de gente con la que ya no es físicamente posible accesar a través de meditar.
La confesión por su parte no es algo que se haga específicamente con una persona en particular, sino con alguien a quien tu decidas, pero la fuerza, es que tengas que romper tu ego en ello...quizás la imagen impecable que ha querido mantener de ti deba salir un poco dolida
¿A que me refiero? A que si, duele confesar si tienes reconocido lo que hiciste y por supuesto te expone, y sientes que es un riesgo, pero es un ejercicio más fuerte a mi parecer porque no es un ajeno a quien nuncá ves o quizás no está dentro del marco de tu aprecio.
Te vulneras y dejas ir la protección, lo cual sólo nos animamos a hacer cuando de verdad estamos profundamente arrepentidos y /o completamente decididos a comprometernos a un cambio verdadero...
¿Lo harías? Ve hacia adentro de ti mismo. Asume tu responsabilidad ¿Estás listo para hacerlo?
Si de verdad amas y si de verdad "eres distinto" y ya no eres la misma persona...quizás es buen momento de cerrar esa brecha o círculo abierto.
Que tengas humildad y sabiduría el día de hoy.
Prana Pascual
5 comentarios:
Linda Prana, siempre con su linternita iluminando en nuestras oscuridades.... gracias...
Sincronicamente hoy recibi este mail...
Les voy a contar una historia del padre Ignacio, le ocurió a una clienta mia. Relatado por ella personalmente, y confirmé personalmente lo dicho por ella.
Ceci, tiene 2 hijos varones, el mayor de 10 años y el menor de 7.
El menor comenzó hace unos años con una patologia neurológica que no puedo definir, pero por la que tenia frecuentes convulsiones.
Me llamó la atención que cuando yo atendía a Ceci, ella nunca se desprendia de su celular, estaba siempre atenta por si la llamaban del colegio por alguna convulsión del nene, motivo por el cual salia corriendo de dónde esté.
El neurólogo les dijo que lo que tenia su hijo, sólamente podia ser operado en Canadá, previos estudios también en Canadá. Los estudios eran de por sí complicados porque eran a cerebro abierto, y dependia de los resultados de los mismo si podia ser operado o no...
Viajó toda la familia a Canadá, estuvieron 1 mes, se hizo todo lo que se debia y pusieron fecha para la operación: setiembre/octubre de 2010. Costo de la operación: U$S 190.000.
Alguien le habló a Ceci del Padre Ignacio de Rosario, y llevada por la desesperación (cada dia convulsiones más seguidas), y en búsqueda por lo menos de algún consuelo, viaja a Rosario.
...
Sigue....
El padre le dijo que le relatara algo de la vida del nene, cómo fue la circunstancia de su nacimiento, su vida, etc.
Ceci comienza diciéndole que cuando ella quedó embarazada, no fue una alegria, en realidad no queria tener ese bebé. Pero al final decidió seguir adelante con el embarazo. Y que ahora lo adoraba, que lo mejor que hizo en su vida fue seguir adelante.
El Padre le dijo que esa noche, se acostara con su hijo y le contara todo esto que le relató a él. Ella espantada le dice: "pero Padre!! sólo tiene 7 años!!" y el Padre insistió: "contale" Y después le vas sacando la medicación.
Así lo hizo, se acostaron juntos y Ceci de a poco fue dirigiendo el tema a ese punto.
Comenzó contandole desde que se conocieron con su papá, que se amaron mucho, que nació el primer nene y que todo era fecilidad, pero que cuando quedó embarazada de él, no estaba muy contenta porque la circunstancia era distinta, ella era muy jóven y no podia con 2 chicos, etc, pero que ahora estaba muy feliz de tenerlo y que lo amaba más que a nada en su vida, que estaba muy arrepentida de haber tenido ese sentimiento.
El chiquito la escuchaba muy atentamente sin decir palabra, y cuando Ceci teminó sólo dijo:"gracias mami! volví a nacer!"
Facundo nunca más tuvo ni una convulsión. Ni una.
Fueron a la visita programada con anterioridad al neurólogo, y sólo le dijeron que Facu ya no tenia convulsiones, como el médico no salia de su asombro, entonces Ceci le confesó que fue a ver al Padre Ignacio y que ella por su cuenta se habia atrevido a sacarle la medicación a la mitad de la dosis.
Como ya estaba todo contratado en Canadá, y hasta los pasajes sacados, el médico les dijo: "devuelvan los pasajes, estas cosas ocurren".
No sé qué decirles, más allá de este milagro maravilloso y puntual, ésto me lleva a pensar en las enfermedades.
Las enfermedades son absolutamente del alma, no de otra cosa.
Los síntomas son físicos, pero el origen es espiritual.
El padre Ignacio no hace milagros, ni cura, sólo (y no es poco) ayudó a ver el origen. Es un ser maravilloso con una sensibilidad y percepción especial.
También resalto lo que hizo Ceci, no es fácil hablar así con un hijo. Me la imagino, ya que la conozco, con su voz temblorosa pero segura de que era el bien para Facu.
¿Podríamos parar la máquina de todos los dias y poder vernos por dentro para ver qué nos ocurre?
¿Podríamos de esta manera prevenir enfermedades?
¿Podríamos prestar más atención a nuestra parte espiritual que es tan o más importante que la física?
No estoy hablando ni de religiones ni de creencias, sino de una parte que todos tenemos, pero como no la vemos, no la palpamos, entonces pareceria que no existe.
¿Podriamos tomar conciencia de eso?
Son preguntas. Ojalá encuentre las respuestas.
Les deseo lo mejor.
"Sonríe siempre para no dar a los que te odian el placer de verte triste..."
Ignacio Peirés - (Padre Ignacio)
Gracias Lilia, por esa historia, con ese ejemplo me doy cuenta del poder del Perdón.
ivan.
Muy impresionante historia Lila, gracias por compartirla.
A veces pensamos que confesar ponernos en gran riesgo y no pensamos en lo que puede liberar verdad? =)
Es un gran tema.
Fuerte abrazo para los tres y para toda la comunidad del blog.
Muy buenas noches!
Prana
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