Estamos recorriendo la porción de Yitró, en la cual hay 72 versículos, lo que indica que esta porción está
conectada a la semana pasada y prosigue con el mensaje de Beshalach, la cual nos mostró los 72 Nombres de Di.os.
Esta porción, al igual que la anterior, son consideradas de las más importantes de toda
la Torá debido a su conexión con la inmortalidad y yo diría que es un momento muy importante de decisión de si vas a tomar el camino largo o vas a procurar asimilar el entendimiento de que este mundo es una experiencia que puede ser vivida con mayor desapego de las ataduras del ego y ser más plena.
Observemos: en esta porción pasan dos grandes eventos 1) la visita de Yitro, sus enseñanzas hacia su yerno, y también su decisión de irse y no continuar el viaje con Moisés, aún cuando el se lo solicitó. 2) El evento de la entrega de los enunciados en el Monte Sinaí. Es muy notable que siendo este uno de los eventos más trascendentales de toda la Biblia, la porción no se llame Sinaí, sino Yitro.
Podría uno pensar que Yitro al irse "se perdió" del gran evento, pero yo pienso que más bien él ya había recibido de manera personal esos entendimientos en el momento que escuchó con el alma y se transformó.
Yitro no tuvo que elegir por el camino de los 40 años, simplemente se pudo hacer el fast track entendiendo, sin adherirse a sus múltiples experiencias pasadas, sino siendo capaz de comprender y no quedarse atado a sus creencias previas de brujería y magia. Yitro no se aferró a justificarlas ni a ver cómo se abrazaba a ellas, Vio La Verdad con mayúsculas y eso fue más importante que tratar de validar sus creencias pasadas. Como un Post It, estaban pegadas pero fácilmente se despegaron sin dañar la pared.
Para aterrizarlo a nuestra cotidianeidad y poder vivir la espiritualidad integrada a nuestras vidas te comento: Justo en este par de semanas he estado poniendo mucha atención en la fuente de sufrimientos de muchas personas que me rodean, familia, amigos, pacientes y clientes. Y yo misma claro está. Lo que más nos hace sufrir no es lo que pasa, sino nuestro contraste de lo que pasa, con nuestras expectativas, con lo que creemos que debiera pasar, de cómo deberían de ser las cosas. Y nos adherimos de manera que no nos podemos despegar de ellas.
Ese apego a nuestras creencias pasadas y las interpretaciones que le damos, normalmente son equivalentes a nuestros deseos del ego, y esas son las que nos adhieren fuertemente al sufrimiento.
Recibir la Luz de Di.os sería poder vivir sin esa adherencia al cómo "debería de ser" o cómo me convendría más (según yo). La expectativa mata más momentos de paz y de alegría que los problemas reales, porque su naturaleza es muy pegosteosa y difícil de remover de nuestro ánimo.
¿Cómo puede servirte esto para ver que tu vida muchas veces es mejor de lo que te das cuenta y de lo que aprecias?
Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta
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