viernes, 25 de septiembre de 2015

Viernes 25 de septiembre de 2015 La elevación del Rav

Viernes 25 de septiembre de 2015

La elevación del Rav

Esta noche es el segundo aniversario de la partida de mi esposo, Rav Berg. 

El legado del Rav es profundo y de gran alcance. Es un legado de miles y miles de personas en todo el mundo que tienen acceso a la Sabiduría de la Kabbalah.
Debo decir que cuando el Rav decidía ir por un camino, ese era el camino definitivo; sin importar a quien le gustara o no, él continuaba. Por cuarenta años, el Rav renunció a toda su privacidad y a cada aspecto de sí mismo para compartir con la gente que lo rodeaba.
El Zóhar, tal y como lo conocemos hoy en día, no existía antes del Rav. Sí, existía el Sulam escrito por Rav Áshlag, pero no había nada en inglés, español o cualquier otro idioma. Los libros que el Rav escribió y el trabajo de hacer disponible esta sabiduría para la gente fue algo sin precedentes. Cuando conocí al Rav por primera vez, toda la sabiduría de la Kabbalah era estudiada por diez personas. Pero a través de su trabajo, actualmente tenemos Centros y grupos de estudio en todo el mundo. No sé cuántas personas se han beneficiado de la Sabiduría de la Kabbalah gracias al mérito del Rav. Lo que sí sé es que todo aquel que abra un libro sobre la Kabbalah, hable de la Kabbalah con alguien más, estudie en el Centro, diga palabras positivas a alguien más o conduzca a una persona de donde está a un lugar mejor, es un representante de la escuela del Rav.
Del Rav se dice: “Bendito sea él, porque nadie ha tocado las almas de tantas personas sin importar su tendencia religiosa en este mundo”.
Yo me siento profundamente bendecida por haber tenido el mérito de crear el llamado Centro de Kabbalah junto al Rav.
Los textos kabbalísticos dicen que el día en el que una persona deja este mundo, toda la energía positiva que reveló en su vida está disponible para que accedamos a ella.
Deseo que el día de hoy todos los que formamos parte del legado del Rav le pidamos apoyo para ayudarnos a continuar con nuestra misión de difundir el Zóhar, transformarnos, elevar nuestra conciencia, abrir nuestro corazón y actuar con dignidad humana y bondad hacia nuestro prójimo en todo lo que hacemos.
Cada uno de nosotros tiene sus propias creencias e ideales, y venimos de distintas culturas, religiones y orígenes, pero cuando nos unimos a través de la Luz del Creador que brilla en nuestro interior, no hay separación, el alma es Una.
Te amo Rav, ahora y para siempre.
Karen Berg
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Ayer, muchos de los que hemos sido estudiantes por ya algún tiempo en el Centro de Kabbalah nos dimos cita en el Nuevo Centro de Kabbalah de la Ciudad de México que pronto (BHA) abrirá sus puertas con unas instalaciones hermosas y amplias que nos hicieron a todos sentir profundamente emocionados...
Es muy conmovedor ser parte de esta historia que remonta ya muchos años de un linaje de estudiosos de la sabiduría y estar convidado a ser parte, no solamente como alumnos, sino como participantes-Comunidad del Centro. 
Me parece que no eres un estudiante de lleno hasta que has estado moviendo sillas, atendiendo a otros, barriendo los pisos, lavando los baños, todo completamente de manera voluntaria y feliz, nunca de una manera impositiva, sino imprimiendo energía para que un siguiente estudiante llegue y vibre esta armonía. Hacer esto por alguien, por la misión que hemos abrazado, por el lugar que nos ha acogido como un segundo hogar (para algunos hasta como el primero) atenderle, servirle, ver por su bien, te conecta con un lugar de una forma, que tan solo ir y dejar que los meseros o las personas de intendencia se hagan cargo, no logra ni de lejos.
Participar te da pertenencia, una pertenencia que ni la lectura de mil libros da, que la asistencia a cientos de cursos no proporciona.
El Rav mismo, cuando dejó su vida de hombre de negocios en NY para hacer caso al llamado e ir a Israel a conocer a Rav Brandwein su amando Maestro, se dedicó a empaquetar Zohars y hacer actividades --que visto desde el 1%-- no le eran correspondientes; el un brillante empresario que era invitado a las cenas en la Casa Blanca, era realmente extraño que fuera a hacer tareas tan operativas en un lugar minúsculo que no se parece ni de cerca a lo que ahora es el Centro de Kabbalah que conocemos con presencia en 74 países del Mundo...revelado por Rav y Karen después de heredar la estafeta de abrir esta sabiduría para el Mundo entero.
Cada uno de nosotros, aún tú que quizás lees este blog y que nunca hemos tenido la oportunidad de vernos en vivo y quizás nunca la tendremos, eres --si has seguido y practicado lo que aquí se comparte-- un alumno del Rav. 
El ha tocado tu vida con una Luz imperecedera como con nosotros, a quienes encendió el alma que ahora brilla dentro de nosotros con el deseo de cumplir nuestra misión humana de revelar la Luz del Infinito.
Ha Rav, el es Nuestro Maestro. El abrió la puerta para que sin importar credo, etnia, país de origen, todos cupiéramos en una sola espiritualidad y en el mismo propósito que tenemos todos sin distinción.
Hoy también tú puedes conectarte a la luz de este hombre extraordinario y el linaje de otros enormes Maestros, ya que el abrió el canal a la sabiduría antes reservada para muy pocos, actuando con certeza simple, con dignidad humana y con la completa convicción de que el Alma humana, que tiene un cuerpo --no a la inversa, un cuerpo que tiene un Alma-- es INMORTAL.
Ha Rav, eterna gratitud por dar tu vida, tu privacidad, ceder tu vida por completo a la revelación de la Luz. Tus estudiantes de todo el mundo te amamos hoy y siempre.
Prana Raquel Pascual
Te invito a entrar a la página del Centro, espero encuentres algo que toque tu alma, como lo encontré --Di.os Gracias-- yo hace ocho años ya. 

Eres bienvenido:




jueves, 24 de septiembre de 2015

Jueves, 24 de septiembre de 2015 “Ser” quienes somos

“Ser” quienes somos
Jueves, 24 de septiembre de 2015
Tenemos la tendencia a hacernos ciertas preguntas en este momento del año: ¿Quién soy? ¿Qué energía estoy aportando a una situación? ¿Cómo elijo compartir lo que tengo?
Sin embargo, mientras nos preguntamos eso, pensemos en el hecho de que muy a menudo buscamos bondad, amor, cuidado y compasión para nosotros; nos encerramos tanto en nuestro propio ser, nuestro ego, que esas son precisamente las cosas que olvidamos dar a los demás.
Concentramos nuestro esfuerzo en nosotros mismos solamente, y al hacerlo, perdemos de vista el propósito y el efecto de ser quienes somos. “Ser quienes somos” significa vivir en sincronía con nuestra capacidad de compartir con los demás y amarlos.
Pero en su lugar, solemos juzgar a los demás y, desafortunadamente, el juicio es lo que nos separa.
Aceptémoslo: todos hemos juzgado más de una vez a una persona por no actuar o no pensar como creíamos que debía hacerlo.
Sin embargo, si entendiéramos realmente que el lugar en donde estamos y quienes somos ahora en nuestra vida es exactamente donde debemos estar y quienes debemos ser, también deberíamos darnos cuenta de que la persona que está a nuestro lado, que creemos que está actuando de manera terrible o de manera distinta a como queremos, está precisamente en donde debe estar y es quien debe ser.
No somos los policías de Dios. Ninguno de nosotros puede ver el panorama completo, por eso es mejor dejarle el juicio al Creador.

Karen Berg