jueves, 12 de junio de 2025

La Shejiná


Hoy quiero hablar de un concepto básico para contar en nuestro trabajo personal espiritual: La Shejiná.

La Shejiná (שכינה) es un concepto central en la Kabbalah, que significa literalmente “morada” o “hacer presencia” y se refiere a la manifestación inmanente de la presencia divina en el mundo. Es la forma en que Di.os “habita” entre los seres humanos, no como una entidad separada, sino como la dimensión de Di.os que puede ser percibida y experimentada en la realidad física y espiritual.

En la literatura kabbalística, la Shejiná se describe frecuentemente en género femenino y se asocia con la compasión, la cercanía y el cuidado maternal de Di.os hacia la humanidad.

La Shejiná no es una parte separada de Di.os, sino la manera en que la divinidad se hace presente y accesible en el mundo creado, es Di.os “morando dentro” de la creación y, especialmente, en el alma humana.

En la experiencia espiritual, la Shejiná es la presencia que se puede sentir en momentos de conexión profunda, oración, estudio de la Torá o actos de bondad.

La Shejiná se identifica principalmente con la sefirá de Maljut (Reino) y actúa como el conducto final por el cual las energías divinas abstractas se concretan y se hacen tangibles en el mundo físico, por eso, la Shejiná es la “puerta” a través de la cual la divinidad se revela y sostiene la creación.

La Shejiná es tanto el canal por el cual la bendición divina desciende, como el punto de encuentro donde las plegarias y acciones humanas ascienden hacia Di.os

La Shejiná representa la posibilidad de experimentar a Di.os en la vida cotidiana y en el interior de cada persona. Cuando una persona actúa con justicia, compasión y consciencia espiritual, se dice que “hace morada” para la Shejiná en su vida. 

El propósito del ser humano, según la Kabbalah, es refinarse y elevarse para ser un recipiente digno de la Presencia Divina, logrando así una unificación (yijud) con la Shejiná. Esto se logra a través del estudio, la oración, las buenas acciones y el desarrollo de la consciencia.

La Shejiná también es vista como la intermediaria entre el mundo superior y el inferior: todo lo que el ser humano eleva espiritualmente llega a Di.os a través de la Shejiná, y todas las bendiciones divinas descienden al mundo a través de ella. Por eso, la Shejiná es la garantía de la relación continua entre Di.os y la humanidad.

La Shejiná es la manifestación de la presencia divina en el mundo, el aspecto de Dios que mora entre los humanos, el objetivo espiritual es hacerla presente en la vida personal y colectiva a través de la consciencia, la ética y la espiritualidad

La experiencia de la Providencia Divina en el mundo depende de la presencia y cercanía de la Shejiná.

No es de extrañar que la energía femenina en la tierra sea tan venerada y también tan mancillada...su rol es conectarnos con Di.os, justo lo que no quiere permitir El Oponente y es así como en este mundo se encuentre maneras de desoír y desacreditar a la femineidad, de violentarla y desvalorizarla. Observa: La figura más pura: La Virgen Madre, la más denigrada, la meretriz.

¿Cómo es tu relación con la Shejiná? ¿Te ayuda saber de su existencia para facilitar tu relación con lo divino?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Síntesis trabajada con Perplexity IA

Imagen https://cris.red/que-significa-la-palabra-shekinah/




miércoles, 11 de junio de 2025

Los cuatro mundos

 


Atzilut, Briah y Yetzirah en el esquema del Árbol de la Vida

Dentro de la Kabbalah, el Árbol de la Vida se divide en cuatro grandes mundos o planos de existencia, cada uno representando un nivel de manifestación de la realidad. Estos mundos, de mayor a menor sutileza espiritual, son: Atzilut (Emanación)Briah (Creación)Yetzirah (Formación) y Assiah (Acción)

Atzilut (Emanación)

  • Ubicación: Es el nivel más alto, situado en la cima del Árbol de la Vida.
  • Naturaleza: Representa la raíz divina, la fuente de toda existencia, donde la realidad es pura emanación espiritual sin forma ni diferenciación.
  • Sefirot asociadas: Keter, Jojmá y Binah (la triada superior).
  • Significado: Es el mundo donde reside la chispa divina y la consciencia de unidad con la fuente. Se asocia con la experiencia de plenitud y felicidad profunda, más allá de las palabras y formas.
  • Correspondencia simbólica: Raíz del árbol.

Briah (Creación)

  • Ubicación: Es el segundo nivel, justo debajo de Atzilut.
  • Naturaleza: Aquí comienza la diferenciación y la creación de la individualidad. Es el plano donde la energía emanada se convierte en proyecto o diseño de lo que será la forma.
  • Sefirot asociadas: Jesed, Gevurah y Tiferet.
  • Significado: Relacionado con la ética, el corazón y la construcción del “yo” interior. Es donde la voluntad emanada se interioriza y medita en sí misma.
  • Correspondencia simbólica: Tronco o árbol.

Yetzirah (Formación)

  • Ubicación: Es el tercer nivel, por debajo de Briah.
  • Naturaleza: Es el mundo donde las ideas y diseños creados en Briah toman forma y se estructuran. Aquí surgen las emociones, los sentimientos y la personalidad.
  • Sefirot asociadas: Netzaj, Hod y Yesod.
  • Significado: Es el plano de la formación de la psique, donde se da la lucha entre sentimientos y emociones, y se configura la personalidad y el temple.
  • Correspondencia simbólica: Rama del árbol.

En resumen, Atzilut es la raíz espiritual y la fuente, Briah es el mundo de la creación y el diseño, y Yetzirah es el plano donde todo toma forma y se estructura, preparando el terreno para la manifestación física en Assiah. Estos tres mundos representan niveles de realidad cada vez más concretos y diferenciados dentro del esquema del Árbol de la Vida.

En Maljut nos manifestamos, pero estos mundos, se expresan en nuestra vida humana como bien veremos, no están en un lugar lejano, los expresamos de mayor o menor manera, por eso en el trabajo espiritual buscamos contactar con ellos voluntariamente, actuar en afinidad: emociones sentimientos y personalidad están apenitas arriba, en Netzaj, Hod y Yesod, y podemos trabajarlos en nuestra vida cotidiana trabajando en ellos, conocerte a ti mismo e irte forjando cada día como un ser capaz de cambiar, de elegir de distinta manera no solo por un patrón aprendido, no por automatismo, eso es ya un trabajo espiritual. 

Veremos que entrenar la autoestima, construir el sentido de tu vida, es un trabajo espiritual. Aún siendo tan solo un libre pensador sin necesidad estricta de un credo religioso tu haces esto, eso se llama hacer trabajo espiritual.

¿Tu eres un trabajador espiritual?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Apoyada con diferentes fuentes, consolidadas en Perplexity IA

Imagen https://www.instagram.com/p/C3U1CA-OT4L/