Los tiempos tienen una experiencia de la energía muy distinta, lo habrás podido experimentar si notas cómo se siente un amanecer, que es muy distinta a lo que experimentamos en una madrugada, o un día de brillante primavera versus un grisáceo día de invierno, cada uno tiene sus propiedades y los vivimos de manera muy distinta.
Los días de Luna llena -y esto lo saben agricultores, leñadores, pescadores, viajeros y hasta hospitales psiquiátricos, son distintos a los días de Luna Nueva, la excitación de las emociones es muy diferente y no necesariamente pasa por nuestra consciencia, podemos sin saber por qué, estar exaltados, nuestro cabello crecer más rápido, estar más irascibles o más serenos.
Así mismo hay fechas que llamamos ventanas cósmicas, una de ellas, la más próxima es la Luna Nueva de Libra que es cuando se celebra Rosh Hashaná o traducido "Cabeza del Año" Cabeza porque de ahí es de donde emerge todo, cualquier conducta idea, palabra emana de una cabeza pensante, de un lugar de cierta inteligencia.
Nosotros para el año que vamos a comenzar queremos comenzar con una cabeza ordenada, queremos venir ligeros de equipaje de culpas, de malestares, de actos inconscientes que pudimos hacer, queremos llegar alertas y despiertos para sembrar el nuevo año de nuestra alma, por eso estamos haciendo un trabajo de introspección a lo largo del mes de la Virgen (Virgo) que es volver a la Pureza de cuando estábamos limpios en nuestras intenciones, limpios de corazón.
Revisamos donde nos tropezamos, donde nos caímos, porque el proceso de la vida es para aprender, no para vivir culpables para siempre. La vida está pensada para ser una espiral en la que vamos elevando nuestra consciencia y por eso vivimos experiencias diversas en las que vamos refinándonos como el oro, pero para ello, hay que estar despiertos. Eso hacemos estos días previos a estos días de Rosh Hashaná, recapacitar, darnos cuenta que ya no somos esas personas que fuimos y que no se dieron cuenta en su momento de que estábamos actuando irracionalmente guiados por miedos o sin razones.
Trabajemos estos días que nos faltan en nuestra teshuva y en el vidui, la confesión que demuestra nuestra nueva consciencia y nuestro cambio para llegar lo más limpios y ligeros a la siembra de un año totalmente distinto en nuestras vidas.
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach
Imagen https://www.hortiaroma.es/que-necesito-para-empezar-a-sembrar/
