¿Por qué se llama Oponente a esta fuerza que denominamos El Satán? Se le dice así porque es la que nos obstaculiza para ser como el Creador, pero si queremos conectar con la Luz infinita, debemos distinguir entre nuestra alma y nuestro ego.
El ego es el que nos hace quedarnos pegados al pasado. El Oponente es el que nos hace tener arrogancia, flojera etc. El peligro es identificarse con él, es comenzar a creer que uno ES todas esas características, porque te hace sentir vergüenza y culpa de ti mismo.
El Alma no tiene ese peso, sino que es luz simple y pura, sin embargo estamos en ese escenario ilusorio (esta experiencia terrenal) que creó La Luz para que la Vasija pudiera aprender a compartir.
Explican los maestros kabbalistas que cada uno somos parte de esa vasija viviendo esta experiencia en la que creemos que existe fragmentación, finales, carencias.
La Kabbalah es la sabiduría que nos ayuda a darnos cuenta de que la vida es un escenario, una experiencia para aprender a ser como la Luz. Eso es la Kabbalah, el estudio de cómo recibir sin efectos secundarios y esto quiere decir recibir para compartir, con balance, sin desbordarnos para ninguno de los dos extremos: no dar con pan de la vergüenza (es decir, dar sin que se haya dado el proceso de merecer en quien recibe), ni recibir si no hemos atravesado por el esfuerzo de ganarnos lo que recibimos.
Los kabbalistas explican que en este mundo, transcurrir el proceso de fases de la creación que explicamos en días pasados es imprescindible: la gratificación instantánea de todos nuestros deseos nos daña porque no logramos percibir cómo ser creadores, no logramos el propósito de nuestra existencia.
Me gustaría clarificarlo con un ejemplo: El amor a primera vista es en realidad afinidad a primera vista, o características de nuestros egos que se sienten identificados y atraídos entre sí.
El amor verdadero en cambio, es resultado de un proceso. Tú realmente no amas a nadie si no lo conoces, si no le dedicas tiempo, si no resuelves con él o ella, conflictos que seguramente aparecerán en el camino, si no sostienes conversaciones importantes que los cambien, si no tienen vivencias que los transformen.
Tenemos esa creencia de que se puede amar sin conocer, a través solo de imaginar o idealizar, pero en realidad amar solo se da de verdad, al atravesar vivencias significativas con otro ser humano, relaciones en que se da y se recibe con reciprocidad, donde uno y el otro se ayudan a identificar sus egos y unificar sus almas.
¿Has experimentado algo así? Si sí, eres muy afortunado(a)
Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta
Basado en clases de El Centro de Kabbalah Internacional
Imagen https://okdiario.com/curiosidades/amor-verdadero-1047371
