En el
momento culminante de la revelación, Yosef ordena que todos los demás
salgan de la habitación y lo dejen sólo con sus hermanos. “Yo soy Yosef,
¿Está vivo mi padre todavía?”
Los
hermanos, en un estado de shock y desconcierto, son incapaces de contestar. Yosef
entonces los alivia.: “y ahora no se pongan tristes, yo no soy un esclavo y no
hay razón para la tristeza, “Ni estén enojados”.
El Ramban, (Maimónides) explica que uno se enoja normalmente cuando una acción produce precisamente el resultado opuesto a lo originalmente pensado.
El Ramban, Maimónides, explica que Yosef sabía que sus sueños no eran simplemente sueños, sino que eran visiones proféticas que tenían que ocurrir. Yosef tenía que esperar hasta que fuera elevado a una posición de realeza, y sólo entonces los once hermanos se prostrarían frente a él como las gavillas del sueño.
Los hermanos habían vendido a Yosef para evitar que los sueños se cumplieran, ¡Y fueron sus acciones los llevaron a lo opuesto!
No obstante, no estén enojados, “Pues por su sustento HaShem me ha enviado aquí antes que ustedes”. De hecho, sus acciones los han beneficiado tremendamente. Hay ahora una persona que puede ayudar a mantenerlos durante los años de hambre.
Esta porción nos
habla de revelaciones y de un círculo que se cumple aún sin darnos cuenta de
cómo y
que, sin embargo, en su momento, una razón más alta también queda visible. No
era para humillarse ante Yosef que él quedaría más elevado, sino que ello los
salvaría a todos de la hambruna...Irónico, un significado totalmente distinto
al que podían haberle dado cuando las cosas aún estaban inmaduras para
revelarse.
Quizás en nuestra vida sea igual, todo ser por nuestro Bien, pero costarnos trabajo ver que bienestar que eso puede representar. Reflexionemos.
Shabbat Shalom Querida Comunidad
Prana Raquel Pascual
Coach / Psicoterapeuta
Basado en https://www.breslev.co.il/articles/parash%C3%A1_semanal/charla_semanal/vaigash_la_revelaci%C3%B3n.aspx?id=17756&language=spanish