sábado, 9 de marzo de 2019

La fuerza de la humildad


Como sabemos, estamos terminando la porción llamada Pekudei del segundo Libro de la Biblia o Torah, Éxodo, o realmente nombrado como Shemot.

Cualquier porción final tiene una peculiaridad: es una porción Jasak, es decir donde cerramos con la fuerza completa del libro entero. Todas las porciones anteriores y esta sumadas ya en el Maljut de este final de proceso, es decir, la energía completa está aquí y mientras hacemos Shabbat, al finalizar la lectura decimos Jazak (Fuerza) tres veces.

De esta porción y hablando de la fuerza, quiero mencionar la palabra humildad porque cuando hablamos de eso, de fuerza, no hay nada que pueda volverte más fuerte que saber ser humilde.

Como saben, entre mis estudios en el pasado, está el de Tarot, herramienta que no recomiendo más que para comprensión del proceso pero no oracularmente (pero cada quien que decida, hay libre albedrío, que conste). 

En el mazo de los arcanos mayores, se encuentra justamente La Fuerza, que en algunos tarots como el de Marsella encontrarás como la carta del arcano 11, y en otros en la como en el de Raider Waite (versión del Tarot con la cual yo me identifico más), está como el VIII.

En esta carta vemos a una doncella con un lazo de flores, que sin esfuerzo ni temor, doma al León. Se le ve delicada y sutil, no necesita esforzarse físicamente, puede hacerlo con una convicción que se comprende que viene más en su interior que de afuera.

La humildad verdadera nos da eso: puedes ser firme, estable porque no quieres algo que no es tuyo, no buscas arrebatar, no buscas forzar el proceso, simplemente es una columna vertebral ya construida que te permite sostener la situación sin desbalance.

La humildad es una fortaleza y en gran medida se llega a partir de permitirte preguntar y recibir la respuesta como es, no como la quieres, de permitirte ser vulnerable.

Una manera de preguntar, una manera de ser humilde, es estudiar.

Quien estudia la sabiduría y se permite recibirla, se acerca a ser humilde y en algún momento, fuerte.

Shabbat Shalom querida Comunidad

Prana Raquel Pascual
Imagen La Fuerza, Tarot Raider Waite

miércoles, 6 de marzo de 2019

Aún desconocido para ti mismo


Los israelitas veían a Moshé como un Dios, ellos necesitaban reglas, necesitaban a alguien que les dijera qué hacer, necesitaban orden; ellos no podían vivir en un plano en el que nada estuviera claro acerca de cuál era el siguiente paso y qué vendría después. Por ende, el propósito del Becerro de Oro era tener algo que les dijera qué hacer y creara algún tipo de orden o claridad para ellos. Los israelitas no podían entender qué significaría vivir sin la presencia de Moshé y sin nada que los guiara y les mostrara si algo estaba bien o mal, tampoco podían vivir sin algo que los ayudara a controlar su naturaleza.


Pero las mujeres dijeron: “No. Quizá esta es una oportunidad para liberarnos de nuestra naturaleza, que es realmente la razón del por qué estamos en este mundo”, a lo que los hombres respondieron: 

“Hay límites dentro de los cuales queremos vivir, y sin Moshé necesitamos de algo más para crear esos límites para nosotros, porque sin esos límites o barreras —llamados ‘naturaleza’— diciéndonos cuál es el siguiente paso y qué debemos hacer, no sabemos cómo actuar, y tenemos miedo”.

Sabemos que los hombres no escucharon a las mujeres, construyeron el Becerro de Oro y cayeron. Y en el Midrash, con respecto a Pekudei, Rav Eleazar dice que, debido a que las mujeres no quisieron que los hombres tomaran sus joyas para construir el Becerro de Oro y les dijeron “No”, el Creador les dio una conexión más grande con Rosh Jódesh que a los hombres. 

Rosh Jódesh es el inicio del mes, de la Luna Nueva, y es la semilla de consciencia del cada mes, un momento en el que podemos tener el mérito de recibir el regalo de la fortaleza y la consciencia para liberarnos de nuestra naturaleza; por ende, dado que los hombres cayeron y las mujeres ya estaban aceptando el hecho de que se liberarían de los confines de la naturaleza, ellas recibieron una porción más grande de la Luz del Rosh Jódesh. Por ello, los kabbalistas enseñan que Rosh Jódesh es un día que, en efecto, está más conectado con las mujeres que con los hombres.  

La razón por la que estamos en este mundo no es para vivir dentro de los confines de la naturaleza, sino para cambiar esa naturaleza, romper con ella, sacrificarla.

Muchas veces habrás escuchado a la gente o a ti mismo afirmar "Yo soy así, y ni modo". La verdad es que esa aseveración va contra nuestro propósito en este Mundo. Afortunadamente tenemos la oportunidad de cambiar, de hacer ajustes, de volvernos alguien incluso aún desconocido para ti mismo en el mejor de los sentidos.

¿En quien quieres convertirte? Mientras estás vivo, esa oportunidad está vigente ¡¡No la perdamos ni un día de vida!!

Feliz miércoles Comunidad

Prana Raquel Pascual

Texto (e imagen) en itálicas https://www.michaelberg.net/es/articles/salirse-del-gui%C3%B3n