Viernes, 11 de diciembre de 2015
Para que el mundo alcance la paz mundial debe haber conexión total entre la Luz y la Vasija, entre el Creador y las almas de la humanidad. Sin embargo, para realizar esa conexión, cada uno de nosotros debe comenzar a poner de su parte para estar en unidad con las demás personas del mundo.
¿Acaso estoy sugiriendo que todos debemos cruzar las fronteras y abrazar a aquellos con los que estamos en conflicto?
Por supuesto que no y, francamente, no creo que eso llegue a ocurrir jamás. Pero podemos esforzarnos por respetar a nuestro prójimo. Podemos vivir nuestra vida entendiendo que la Luz del Creador está dentro de todos nosotros, sin importar de dónde vengamos o cuál sea nuestra religión. Podemos promover la dignidad humana, intentar ser un canal de amor e inyectar bondad en todo lo que hacemos.
Al encontrar equilibrio, armonía, paz y sanación en nosotros, también llevamos esa sanación al mundo.
Karen Berg
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Las cosas siempre van a parecer injustas si me dejo llevar tan solo por mi percepción, por mi juicio de los cinco sentidos. Es maravilloso contar con ellos, pero también es engañoso, no lo olvides.
Para cualquiera, esa es la gran prueba.
A veces se cree que para el Justo no es esfuerzo mantenerse en su centro, y la verdad es que si no fuera difícil, no sería mérito.
Así le pasó a Yosef durante toda esta porción. Le pasaban cosas muy difíciles, que así contaditas parecen sencillas, pero estuvo años en la cárcel por un delito que no cometió. Ahí ayudó a dos personas a interpretar su sueños, un panadero y un copero. A los dos les dijo y a los dos se les cumplió. El panadero fue muerto y el copero liberado.
Yosef en algún punto pide ayuda al copero de que le ayudara, que se acordara de él cuando saliera de ahí.
Nos explican que por tan sólo hacer eso, tuvo que quedarse dos años más en el calabozo por faltar a su certeza de que todo estaba en orden. Nos cuentan que cada vez que el copero estaba a punto de recordar, venía un ángel y le hacía olvidar a Yosef. Así, durante dos años hasta que el Faraón tuvo el sueño extrañísimo de las vacas flacas que engullían a las gordas.
Es curioso, también nuestros Maestros nos explican que mientras más personas consultó, más se achicó la vasija del Faraón para entender el sueño hasta que finalmente llegó Yosef.
Así nos pasa a nosotros, mientras más razones buscamos, más bolas nos hacemos y más nos estrechamos. Ojo.
De todo esto, hay una lección que nos dan los Maestros, que es de verdad trascendental para nosotros, aún los días que estemos con menos ganas de comprender y estar receptivos al concepto de que "todo es bueno":
"Cuando
quieras hacer las cosas bien, tienes que estar preparado para ver”injusticias”.
No te enfoques en que lo injusto sea justo.Eso no es nuestro trabajo. Nuestro
trabajo es aceptar el proceso.
¿Amaneciste de malas cómo yo?. OK. Este es el momento de corregir tu percepción y tu conexión con la Luz. Todo realmente está en su orden en el momento que tu lo decidas.
¿Estás en un calabozo perceptual? OK. Decide estar en otro lugar y conecta.
Ese si es tu trabajo.
Feliz día y Shabbat Shalom al salir las tres primeras estrellas en el firmamento.
Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt
Basado en clase de Mikets, centro de Kabbalah México.
