La Luna Nueva de Virgo es un día y en general un mes para despertar el deseo infinito por la Luz.
Sabemos que una de las cosas que hacen a una persona espiritual es tener deseo, sin ello, es imposible que pueda hacer lo necesario para conectar con la Luz, porque aunque nada da más bien que eso, sentirse unido a lo Alto, no es algo simple, es un trabajo consciente de ir contra la naturaleza reactiva.
Así lo vemos cuando decimos coloquialmente que nos dejamos ir como en un tobogán con alguna emoción: ser espiritual y poder tener la bendición de conectar con la alegría, con el bienestar, es la restricción de no abandonarse a la reactividad.
Estar triste y dejarse ir sin freno hacia ahí es una experiencia muy desagradable, muy dolorosa, pero piénsalo bien ¡No requiere de ningún esfuerzo!
Es un lugar muy penoso de ver a otros estar en ese nicho de pena y desánimo, o también muy tremendo experimentarlo, pero es imprescindible no cerrarse a las perspectivas, a las posibilidades que da esta vida, a las opciones y no permitirse nulificar el deseo, por eso en realidad, alguien con una práctica espiritual fuerte suele estar tranquilo, no necesariamente eufórico, pero en templanza y en una serena alegría.
Deseo nuestro deseo.
Deseo que todos los que compartimos este camino tengamos el deseo de tener el deseo que nos ayude a compartir y a dejar una huella positiva en nuestro paso por esta experiencia humana.
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach
Imagen https://visavis.com.ar/2020/08/20/elul-el-mes-de-preparacion-para-el-ano-nuevo-judio-y-el-dia-del-perdon/
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