En el Talmud hay una historia
sobre Shabat Mishpatim.
Dice que cuando Moshé ascendió a los Cielos para
recibir la Torá, los ángeles le preguntaron al Creador: “Maestro del mundo,
¿por qué hay un ser humano entre nosotros?”. Así inició una discusión o conversación.
Porque lo que se le estaba dando a la humanidad, a través de la Torá, no era
sabiduría ni un camino espiritual; fue un desprendimiento de la esencia de la
Luz del Creador que estaba siendo enviada a quien la deseara. Los ángeles no
podían entender eso, por lo tanto, le preguntaron al Creador: “¿Cómo puedes
entregar el control de la esencia de Tu Luz a la humanidad?”.
Si el Creador hubiese estado simplemente dando sabiduría o
incluso ofreciendo un camino espiritual, los ángeles no habrían tenido
problemas para entenderlo. Pero el Creador estaba dando Su esencia, y de eso se
trata este Shabat: el concepto de la entrega de la Torá, que es la entrega de
la esencia del Creador. Y debido a que el Creador nos dio Su esencia, Él ya no
puede reparar este planeta, solo nosotros podemos hacerlo.
Shabat Mishpatim es sobre el Creador que nos da la Luz.
Una vez
que nos la entrega, tenemos la opción de tomarla o no, pero el Creador ya no
puede reparar el mundo. Solo los seres de este mundo pueden repararlo; ni los
ángeles ni la mismísima Luz pueden hacerlo. Así pues, no solo recibimos la
oportunidad de poseer la Luz y, por lo tanto, recibir la protección que viene
con ella; también recibimos esta gran responsabilidad de hacer algo que no
puede ser hecho por el Creador ni los ángeles. Tenemos que tomar el control de
esta Luz y, a través de ella, reparar este mundo.
Lo que nos dieron en el Monte Sinaí, lo que fue entregado a
nuestro mundo en lo que llamamos Torá y a través del Zóhar, es la esencia de la
Luz que el Creador separó de Sí y nos entregó. El Creador la puso allí y está a
nuestra disposición. Por eso los ángeles tenían tanto miedo. Le preguntaron al
Creador: “¿Estás seguro de esto? ¿Estás seguro de querer enviar Tu Luz al mundo
de tal manera que no podamos recuperarla? No podremos reparar nada después de
esta decisión”. Y el Creador dice: “Sí. Podría tomar un tiempo, pero llegará un
momento en la historia de la humanidad en el que suficiente gente entienda que
hemos enviado al mundo la esencia de la Luz. Solo los humanos pueden tocarla.
Los humanos que entiendan esto y concentren su vida en apropiarse de esta Luz
pueden usarla para reparar el mundo”.
Es un cambio muy importante de la manera en la que vemos nuestro
trabajo espiritual y la responsabilidad que viene con él. Y en Shabat Mishpatim
tenemos el regalo de ser capaces de concentrar nuestro trabajo espiritual en
este entendimiento y de tomar esta esencia de la Luz que nos entregaron y
reparar este mundo.
Michael Berg
https://www.michaelberg.net/es/articles/reparar-este-mundo
Shabbat ShlomComunidad
Prana Raquel Pascual
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