Estamos comenzando Shemot que es al tiempo, una porción pero también el nombre de todo el segundo libro del Pentatéuco. Es una porción y es todo, un poco parecido a lo que es la situación de totalidad en la que esperamos vivir cuando venga lo que mencionamos como redención, un punto donde logremos claramente identificar que todo es uno, no una parte. Nuestros dedos en realidad no son solo nuestros dedos, somos nosotros mismos, así es este mundo, todos somos una parte inseparable de él, sin embargo, es una ecuación que aún no podemos resolver. :-S
En Shemot vamos a ver que es una segunda etapa de nuestra corrección, de nuestro tikun, simplemente lo podremos ver porque Moisés ya es una manifestación de un ser que verdaderamente tenía un nivel de compartir y de ver por otro muy elevado, fue el guía del pueblo y mira que el pueblo no fue fácil.
Los humanos no somos fáciles, somos fascinantes pero no fáciles, somos sorprendentes pero no fáciles, somos temibles, pero no fáciles, somos potencial, pero no fácil.
¿Donde te ves encadenado a una esclavitud de un afecto, de una emoción congelada en el tiempo que solo te lastima? ¿Donde eres esclavo de una creencia que te limita y te hace pensar que no hay opción?
Todo esto en este libro inicia su propia batalla para resolverse. No esperes solo a que alguien de una encarnación más elevada te ayude, aprende a ayudarte a ti mismo o al menos si aún sientes que requieres del apoyo, aprende a ser grato cuando alguien te extienda la mano. Curiosamente quien ayuda con cariño, lo único que espera es que tu estés mejor, no muerdas esa mano.
Recorremos el Éxodo con mayor nobleza que los años pasados ¿Lo deseas? No seamos una grey tan imposible: si podemos cambiar, si podemos transformar.
¿Lo crees de corazón?
Feliz día Comunidad del Blog
Prana Raquel Pascual
Imagen http://www.editoriallapaz.org/pastores-ancianos-obispos-ovejas-mensaje.html
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