viernes, 10 de noviembre de 2017

El secreto de la abundancia.


Retomando el tema de ayer, de la negociación y compra de la tierra de Hebrón, podemos encontrar mucha sabiduría.

Sabemos que Abraham tenía clarísimo que era lo que quería, tenía mucha especificidad en que lo que quería conseguir, era la cueva de Macpelá, donde previamente había visto que estaban Adán y Eva (y supo que era la entrada física al Edén), y sin embargo vemos en el texto, que de ninguna manera se lanza de inmediato a buscar a Efrón,   --aún sabiendo que el era el propietario-- a solicitárselo o a hacerle una oferta directa o a pedirle precio. El se dirige a todos en un lugar donde se acerca con respeto y generando el momento y empatía en los presentes, no a través de la arrogancia, aún cuando ellos le consideraban un príncipe, y en cambio lo hizo a través de la humildad y hablando a todos, no a uno solo.

Ya para ese momento vemos que gana una respuesta positiva y de aceptación de todos, tiene un "permiso general" pero aún difuso de sepultar a su difunta "donde el quisiera". Declarar anticipadamente lo que quería de una manera directa se hubiera sentido como un abuso o un desprecio, o como una manipulación, pero entonces el, construyendo ya sobre la base de este dialogo va abriendo el canal, les pide que lo escuchen y que intercedan por él ante Efrón (mismo que estaba también ahí sentado escuchando). 

Vemos como va generando apoyo, afinidad, empatía en común, y no menciona NUNCA, por qué quiere esa cueva, no por engañar, sino por no despertar ni la codicia, ni la arrogancia, ni el oportunismo que eso podía traer (despertar al Ego que sabemos que si juega en esta dimensión). 

No se precipita a tratar de asegurarse de conseguirla "bajo cualquier precio", simplemente se va aproximando, mantiene claro su deseo, y hasta entonces empieza a solicitar con nombre propio al lugar y al dueño, no genera fragmentación entre nadie, pero se empieza a acercar con mayor claridad al objetivo.

Leemos que Efrón ya en este estado de empatía, estaba dispuesto a darle la tierra sin costo, pero el Patriarca le pide pagar lo justo por ellas, sabía bien que no la quería gratis, tenía que ser una transacción pura y clara, tenía que ser un trato que no pudiera revertirse o quedar en deuda, no regatea, pero tampoco sucumbe a la desesperación de obtenerla a como dé lugar.

En ese mismo lugar, y con una sensación de total justicia, paga frente a los ojos de todos el precio que le es expresado, así no queda duda ninguna de que el campo, la cueva y los árboles, le son conferidos. Vemos que obtiene hasta más de lo solicitado, el solo había pedido la cueva.

Abraham desarrolla todo un PROCESO (Una de nuestras palabras favoritas para recibir con merecimiento)

Y aprendemos algo de cómo opera el mundo físico. El Zohar nos está enseñando que nuestro deseo más apasionado no se pide, no te está permitido pedirlo...¿Pero si no lo pides como lo consigues? 

Cuando desees algo muchísimo no puedes ir por ello inmediatamente ni impulsivamente.

Abraham tuvo un pensamiento una idea y no tuvo ninguna duda de que el iba a manifestar lo que quería. Todo lo que leímos fue "táctica", pero el tenia que librar obstáculos y lo sabía, si la hubiera pedido hubiera aumentado la dificultad.

Esto es cuando queremos manifestar algo, un deseo, una meta, un plan, tenemos que pasar por un periodo de RESTRICCIÓN. No siempre podemos llegar de inmediato a donde queremos, tenemos que aprender, hacer méritos, ir ganándonos las cosas y entre ello distinguir también lo que no queremos para que brille con mayor claridad y fuerza lo que si.

Si empujas mucho, se regresa con más fuerza, se aleja más de ti, pero cuando restringimos, el Mundo Superior genera una expansión para recibir el campo y la cueva.

Hay un mecanismo que no es de suerte o de azar, hay un sistema, Si, no sabemos actuar como Abraham todo se nos escapará, pero si sabemos como, la abundancia llegará.

Esto queremos entender, como trabaja el secreto.

Aplica a todo: Alma Gemela, trabajo, prosperidad, etc.

¿Qué te parece Comunidad? ¿Qué te revela esta porción? Yo lo encuentro maravilloso.

Shabbat Shalom cuando el día finalmente alcance a la noche.

Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Ruth Rosenberg 2014 Centro de Kabbalah Internacional.

Imagen http://conexioncoaching.com/la-abundancia-no-se-adquiere-se-sintoniza/

jueves, 9 de noviembre de 2017

La compra de Hebrón

En esta semana, en la porción de Chayei Sarah se menciona la historia de la compra de la tierra de Hebrón donde están enterrados los patriarcas ¿Por qué es una gran historia? ¿Por qué dedicarle a esta mención en la Biblia y en nuestro estudio?

De manera casi textual (salvo omisiones que haya podido tener al traducir) transcribo lo que se dice al respecto:

"Abraham se levantó de donde estaba su difunta, y habló con los hijos de Jet (los hititas), y dijo “soy un extraño y un extranjero y habito entre ustedes, denme en propiedad una sepultura entre ustedes, para que pueda sepultar a mi difunta.

Y los "niños" de Jet le respondieron: escúchanos señor nuestro, tu eres un príncipe poderoso entre nosotros. Sepulta a tu difunta en el mejor de nuestros sepulcros, pues ninguno de nosotros te negará ese sepulcro para que sepultes a tu difunta."

( Pensemos que para ellos era un mérito, Abraham era una especie de celebridad.)

"Abraham se levantó e hizo una reverencia al pueblo de aquella tierra, los hijos de Jet y habló con ellos “Si están dispuestos a que yo sepulte aquí a mi difunta, que está delante de mí, escúchenme e intercedan por mí con Efrón, hijo de Zojar, para que me de la cueva de Macpelá que le pertenece, que está en el extremos de su campo."

(Abraham vino a ellos diciendo que lamentaba molestarlos se levantó y se inclinó ante ellos, ante ese grupo de personas que no estaba conectado a nada espiritual, y dijo si ustedes permiten que yo la entierre, por favor hablen e intercedan con Efrón, el dueño de la cueva en ese momento)

"Efrón que estaba sentado frente a los hijos de Jet respondió a Abraham y a oídos de todos los que entraban por la puerta de su ciudad:

No señor mío, escúchame, te doy el campo y te doy la cueva que está en él. A vista de los hijos de mi pueblo te lo doy. Sepulta a tu difunta.

Abraham se inclinó delante del pueblo de aquella tierra, le habló a Efrón: te ruego que me oigas: Te daré el precio del campo. Acéptalo de mí para que pueda sepultar allí a mi difunta.

Señor mío escúchame una tierra que vale 400 shekels de plata ¿Qué es eso entre tú y yo? Sepulta pues a tu difunta.

Abraham escucho Efrón y Abraham pesó la plata que éste había mencionado a oídos de los hijos de Jet: 400 shekels de plata medida comercial.

Así el campo de Hebrón que está en Mac pela frente a Mambré, el campo y la cueva que hay en él y todos los árboles en el campo dentro de sus confines fueron cedidos.

Para no hacer muy extenso el escrito de hoy, solo te haré preguntas y mañana continuaremos con el entendimiento

¿Qué observas de lo que hizo Abraham? Los hititas eran un pueblo sin gran conexión espiritual ¿Cómo se dirigió a ellos el Patriarca?

¿Qué hizo Abraham ante el ofrecimiento de usar libremente cualquier pedazo que quisiera?

Hay varias cosas importantes de cómo sucede esta petición, negociación y transacción expresada en la Biblia.

Un punto que debes saber: Abraham tenía clarísimo que lo que quería era esa cueva, porque el había visto que era el sepulcro de Adán y Eva. Eso lo tenía muy claro.

¿Qué notas en su manera de hacer las cosas que te aporte a ti en cómo llegar a conseguir tu deseo más querido?

A trabajar comunidad

Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Ruth Rosemberg 2104 Centro de Kabbalah Internacional y Biblia Kabbalista.

Imagen encontrada en:
http://estudiobiblia.blogspot.mx/2013/01/genesis-23-sepultura-de-sara.html