Después dice al final del versículo dice que si persigues este tsédek (justicia), este juicio del mundo, entonces merecerás vida.
Aquí estamos hablamos de la justicia que podemos hacer personalmente en enjuiciarnos con objetividad, dónde nos damos cuenta de cuáles han sido nuestras transgresiones, dónde hemos actuado con ego, donde hemos sido indiferentes a la dignidad humana y a todo lo que aspiramos para hacer nuestro Tikun Ha Nefesh, nuestra corrección en este plano humano.
Si perseguimos ese juicio, y nos esforzarnos de maneras cada vez más profundas para traer hacia nosotros ese "darnos cuenta", de arrepentirnos, de cambiar, mediante hacer una evaluación personal, entonces despertamos aquí abajo en el plano físico, ese juicio, y ya no hay más energía de juicio en los Mundos Superiores.
Traducción: si tu logras cambiar y transformarte a partir de reconocer tus fallos y los modificas, es menos factible que experimentes lo involuntario de los procesos de juicio por causa y efecto que ajustan las condiciones humanas en lo que percibimos como enfermedades, desgracias, pérdidas etc.
Esto es una práctica que podemos hacer cada noche antes de ir a dormir, revisar nuestra actuación del día y corregir, o también, en el mes que se acerca (Elul) tendremos extra energía para llevar a cabo esta revisión.
Sin embargo ojo, a lo largo de la historia humana (y todavía en la actualidad) hay quien se ha martirizado por estar seguro de que en algo ha fallado y que tiene que sufrir. Hay prácticas de traer cilicio lesionando la carne, hay quien se flagela literalmente o se auto-castiga...ojo ¡¡NO!!.. aquí no es una búsqueda de hacerte sufrir y pagar sin saber por qué, el objetivo de la reflexión es transformarte para ser una mejor persona a través de tu CONSCIENCIA, por favor jamás confundas con martirizarte, ¡¡Ni física ni emocionalmente!!
Dicho lo cual, vamos a trabajar Comunidad
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta
Basado en clases de Michael Berg
