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martes, 26 de marzo de 2024

El dolor del ego


Hay una condición que tiene el aprendizaje de la Kabbalah que de olvidarse, no sirve haberla estudiado por años.

Muchos estudiantes conversábamos entre nosotros que estudiar Kabbalah "era un cambiador de vida", algo que el día que aprendías ya no podrías olvidar. 

Pues nos tengo noticias a todos: si es posible olvidarlo y perder las lecciones del ayer.😓 

¿Cómo?😕

¿Dejaré acaso de comprender lo que es el término "Pan de la Vergüenza", "Tener vasija", "Tener certeza absoluta" "Mente sobre materia" etc. etc. etc.?😶

Es posible que solo nos quedemos con el cascarón de esas palabras si nos permitimos perder la lección más importante mientras que somos humanos.

Esto se expresa con lo que Rav Ashlag dijo después de notar que él al aprender, dejó que su ego inflado y lleno de soberbia de ser el conocedor de la Kabbalah le nublara el entendmiento...y entonces tempo después se dio cuenta de cómo había olvidado todo lo que le había sido enseñado, hasta que recapacitó y enmendó el camino. Y nos dijo así:

"La única esperanza que una persona tiene para lograr lo que vino a hacer en este mundo, es luchar todo el tiempo contra su ego".

¡¡Y cuando dijo TODO el tiempo, es TODO el tiempo!!

Esta es una de las grandes lecciones que nos dejó Rav Ashlag, el maestro del Rav Brandwein, maestro del Rav Berg quien difundió la Kabbalah mundialmente a través de El Centro de Kabbalah y por quien muchos de nosotros -incluidos muchos de los lectores de este blog-, han conocido acerca de esta antigua pero vigente sabiduría que nos habla de las reglas para jugar el juego de la vida.

Rav Ashlag tuvo un maestro quien fue un exitoso hombre de negocios de quien jamás sabremos su nombre ¿Por qué? Porque él puso esta condición a Rav Ashlag, jamás revelar su identidad ¿Por qué pidió esto?

Porque el ego es insidioso y se cuela de las maneras que nos parecen más ingenuas, más impensadas o más inocentes. El solo hecho de que alguien diga tu nombre y te adule, ya es música para los oídos de nuestro ego.

Tenemos que vivir siempre alertas de que nuestro ego está siempre al acecho y que sabe cual es cada una de nuestras debilidades para hacer uso de ellas.

Hay a quienes la fama no les impacta tanto, pero por el contrario, hay a quienes los devora. Hay a quienes el reconocimiento los enloquece y no tenerlo, más; hay a quienes sentirse menos que otros los vuelve locos, hay a quienes no sentirse queridos les arrebata el sueño, hay a quienes el bien ajeno les carcome las entrañas. Y como esas, muchas modalidades del dolor del ego.

¿Tú conoces cual es el punto neurálgico donde tu ego se infla y reclama queriéndose hacer dueño de la escena no importándole si desmoraliza a otros, si los hiere, si los ofende, si se le come el seso?

Todos debiéramos saberlo y estar bien alertas a cual es la comida que hincha a nuestro ego y hacer nuestro máximo esfuerzo ´por tener a raya a ese Satán personal que todos tenemos, de lo contrario, no importa cuanto estudies, el que no aplica en si mismo las lecciones de la Kabbalah está condenado a olvidarla.

¿Has escuchado algo más triste que eso? ¡¡Tener acceso a el alimento espiritual y no poderlo comer!!

No podemos ser blandengues con nuestro ego o estaremos a su merced.

¿Cuál es el alimento de tu ego, ese que tienes que vigilar por siempre?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Basado en clases de Michael Berg

Imagen https://www.kabbalah.com/es/articles/rav-yehuda-ashlag/



viernes, 24 de marzo de 2023

La cadenita que formamos

 


Hoy me desperté con una peculiar idea. A veces, cuando alguien nos hace daño, a veces cuando alguien nos decepciona, a veces cuando alguien nos provoca dolor, quisiéramos verle pagar por ello. Muchas veces los humanos pasamos por el amarguísimo sendero del odio y del deseo de venganza. Quizás haya quienes no lo reconozcan como una vivencia muy vigente en sus registros de vida, pero otros que identifican sus heridas de una manera más evidente, podrán reconocer estos sentimientos.

Eso, nos pasa a las personas promedio, no solamente a los malos malísimos. No tienes que ser un malo de malolandia (como escuche simpáticamente decir a alguien hace unos días) para sentir cosas que a la luz clara de tu mejor consciencia, quisieras no sentir.

Todos preferimos sentirnos "el bueno de la película", "la persona que solo tiene pensamientos nobles y elevados", pero no es así, al menos no las personas promedio; tal vez haya ángeles entre nosotros que te dirán que ellos nunca, pero bueno, creo poco en que eso sea tan cierto porque no puedo escuchar siempre el crujir de las entrañas de nadie al estar siendo sometido a una injusticia como las muchas que llegan a suceder en este mundo, pero no se trata de desmentir a nadie a cada rato.

Si eres de estas personas estándar promedio que a veces sientes ternura pero a veces amargura te quiero decir: ver a otro "pagar su karma", no sana tu propia herida. A veces, sabes de personas que se ganaron lo que les está pasando, ni siquiera tiene que haber sido algo que te hicieron a ti, quizás fue una manera en como decidieron ellos vivir sus vidas y piensas que cuando hagan las cuentas finales de sus actos entonces se darán cuenta y eso será de alguna manera satisfactorio de mirar...te tengo noticias: No. No lo es.

Lamento informar, pero quiero hacerlo para que se sepa: aún cuando sabes que alguien que sufre, construyó su propia estructura de dolor, eso no proporciona ni alivio ni felicidad. La felicidad verdadera no puede venir de ver sufrir a nadie más, quitémonos esa idea tan errónea.

En Kabbalah se nos enseña que lo único que puede eliminar el dolor y sufrimiento del mundo es elevarnos todos, ayudar  a otros a también elevarse porque mientras haya uno que sufra, toda la cadena de personas eventualmente sufre.

Cuando ves a un ser querido sufrir no hay manera de que tú puedes ser feliz del todo, y cuando tú no eres feliz del todo y alguien que te quiere te ve a ti sufrir por ello, a su vez se va a desmoronar algo de su propia plenitud, y así es como se hace una cadenita de tristeza y pena.

Estamos todos conectados lo creamos o no, de verdad dependemos de la felicidad de todos para que en algún momento la consciencia de unidad en el espíritu haga de este un verdadero cielo en la tierra.

Simplemente te quiero dejar la reflexión, no es que te traiga una solución "llave en mano", lo que quiero es detonar reflexiones importantes y útiles para tu vida que nos puedan ir acercando a ese paraíso que intuimos que alguna vez existió y que todos añoramos en lo recóndito de nuestra alma inmortal.

Shabbat Shalom

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach

Imagen: http://www.informaciondelonuevo.com/2018/10/la-persona-promedio-es-capaz-de.html


domingo, 5 de marzo de 2023

Como una mujer que va a dar a Luz

 

El maestro Eitan Yardeni nos ayuda a comprender acerca de los procesos dolorosos de nuestra vida a partir de lecciones del Zohar. Se habla en el libro de Ki Tisa, la porción de la semana, que el manejo del dolor es como cuando la mujer embarazada que está dispuesta a atravesar el dolor del parto con tal de ver nacer a su hijo y tener la bendición de ser madre.

1. Aceptar que el dolor es necesario en nuestras vidas, tomar responsabilidad de él y procurar no volvernos víctimas "Preguntarnos ¿Qué necesito despertar en mí a partir de este dolor?"

2. Reflexionando y preguntar: "¿Por qué atraigo esto? ¿Cuál es mi lección? ¿Qué necesito cambiar? ¿Qué necesito abrir?" Según la información de cómo nos llega el dolor, hay alguna lección sobre lo que debemos hacer de manera diferente. 

Cuanto más rápido nos alejamos de ser una víctima para aceptar el dolor como un limpiador de nuestro ego y para abrir nuestro corazón, cuanto más rápido pasará por la segunda etapa, que es hacer la pregunta: "¿Qué necesito aprender de ello?" y no tenemos que esperar todo el proceso de dolor. Abriremos la klipá (la cáscara) de ego que tenemos que romper.

El proceso puede ser potencialmente corto. No tenemos que pasar por siete años de dolor, se pueden concentrar en un día.

Si nos damos cuenta de que el dolor es un despertar a cambiarnos, para limpiarnos, podremos vivirlo con más aceptación y apertura. 

Acepta que esa experiencia que realmente te está limpiando. Del mismo modo que una mujer acepta que pasar por el parto y acepta que el dolor traerá la bendición—traerá al bebé, traerá esa Luz al mundo, no vas a saltarte ese proceso; quieres atravesarlo.

Después de la aceptación, no te culpes. Reconoce realmente cómo necesita cambiar para que ese dolor no vuelva nunca más. 

Queremos llegar proactivamente a esa chispa de cambio y crecimiento… no cuando no hay otra opción. Se trata de practicar la elección. Se trata de abrazar ese momento de elección en nuestra vida. Cuando es demasiado tiempo, cuando es demasiado tarde, cuando no hay otra opción al respecto, en realidad no estamos creciendo. Realmente no estamos cosechando la beneficios de la Kabbalah, de hacerse cargo. 

Realmente necesitamos mirar el despertar antes de llegar al lugar donde no hay forma de regresar.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt - Coach

Basado en clase de Eitan Yardeni, El Centro de Kabbalah Internacional

Imagen https://lamenteesmaravillosa.com/dar-a-luz-acto-amor-mujer/