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martes, 23 de julio de 2024

Música y Kabbalah


Ser simple

¿Qué difícil lo que debiera ser fácil no?

Cuando ves las cosas sucediendo a tu alrededor y no reaccionar.

Yo tengo una manera que me permite un poco volver a un estado de pureza y de cierta simpleza mental y esto es escuchar música, por supuesto una que sintonice con lo que necesito en ese momento, una que realmente me toque el alma. A cada quien -que somos tan variados como las melodías de la vida- le llegará música diversa de acuerdo a su afinación.

A veces desde donde estamos parados no podemos comprender bien el proceso en el que estamos y ser simples cuesta. Vuelve a lo básico: la armonía.

Esto escribe un estudioso de la Kabbalah al respecto:

"Entre más evolucionados son los sentimientos de una persona, más se deleitará con lo que escucha. Con la música, la persona sensible tiene la posibilidad de abrir un mundo entero para sí mismo, experimentando diversos estados emocionales, desde la dicha hasta la tragedia. Y entre más se desarrollan los sentimientos, más insondable será la sensación que la música transmite.

De la misma manera, quien estudia Cabalá cultiva los instrumentos adecuados interiores para  comprender la espiritualidad y percibir la información espiritual. Al igual que un músico repasa las notas y escucha la música en su sensación interior, el cabalista, al leer los textos cabalistas percibe el mundo espiritual en su interior.

La primera sensación espiritual de una persona cuando se revela la espiritualidad es el agradecimiento al Creador. El hombre siente este poder superior y advierte que lo ha salvado de una existencia sin salida hacia un mundo infinito, sin tacha, de absoluta consciencia y perfección. Es esta sensación que el Rav Baruj Shalom Ha-Levi Ashlag (Rabash) transmitió con su música a las palabras del salmo:

Te agradezco por salvar a mi alma de la muerte

A mis ojos de las lágrimas

A mis pies de la entrada del infierno

Eso tiene la música. Cierra tus ojos y entrégate solo a sentir como te eleva.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Itálicas http://www.kabbalah.info/es/kabbalah-music/what-is-kabbalistic-music/la-m%C3%BAsica-y-la-cabal%C3%A1

Imagen https://bahaiteachings.org/es/mistica-musica-alma/

martes, 26 de marzo de 2024

El dolor del ego


Hay una condición que tiene el aprendizaje de la Kabbalah que de olvidarse, no sirve haberla estudiado por años.

Muchos estudiantes conversábamos entre nosotros que estudiar Kabbalah "era un cambiador de vida", algo que el día que aprendías ya no podrías olvidar. 

Pues nos tengo noticias a todos: si es posible olvidarlo y perder las lecciones del ayer.😓 

¿Cómo?😕

¿Dejaré acaso de comprender lo que es el término "Pan de la Vergüenza", "Tener vasija", "Tener certeza absoluta" "Mente sobre materia" etc. etc. etc.?😶

Es posible que solo nos quedemos con el cascarón de esas palabras si nos permitimos perder la lección más importante mientras que somos humanos.

Esto se expresa con lo que Rav Ashlag dijo después de notar que él al aprender, dejó que su ego inflado y lleno de soberbia de ser el conocedor de la Kabbalah le nublara el entendmiento...y entonces tempo después se dio cuenta de cómo había olvidado todo lo que le había sido enseñado, hasta que recapacitó y enmendó el camino. Y nos dijo así:

"La única esperanza que una persona tiene para lograr lo que vino a hacer en este mundo, es luchar todo el tiempo contra su ego".

¡¡Y cuando dijo TODO el tiempo, es TODO el tiempo!!

Esta es una de las grandes lecciones que nos dejó Rav Ashlag, el maestro del Rav Brandwein, maestro del Rav Berg quien difundió la Kabbalah mundialmente a través de El Centro de Kabbalah y por quien muchos de nosotros -incluidos muchos de los lectores de este blog-, han conocido acerca de esta antigua pero vigente sabiduría que nos habla de las reglas para jugar el juego de la vida.

Rav Ashlag tuvo un maestro quien fue un exitoso hombre de negocios de quien jamás sabremos su nombre ¿Por qué? Porque él puso esta condición a Rav Ashlag, jamás revelar su identidad ¿Por qué pidió esto?

Porque el ego es insidioso y se cuela de las maneras que nos parecen más ingenuas, más impensadas o más inocentes. El solo hecho de que alguien diga tu nombre y te adule, ya es música para los oídos de nuestro ego.

Tenemos que vivir siempre alertas de que nuestro ego está siempre al acecho y que sabe cual es cada una de nuestras debilidades para hacer uso de ellas.

Hay a quienes la fama no les impacta tanto, pero por el contrario, hay a quienes los devora. Hay a quienes el reconocimiento los enloquece y no tenerlo, más; hay a quienes sentirse menos que otros los vuelve locos, hay a quienes no sentirse queridos les arrebata el sueño, hay a quienes el bien ajeno les carcome las entrañas. Y como esas, muchas modalidades del dolor del ego.

¿Tú conoces cual es el punto neurálgico donde tu ego se infla y reclama queriéndose hacer dueño de la escena no importándole si desmoraliza a otros, si los hiere, si los ofende, si se le come el seso?

Todos debiéramos saberlo y estar bien alertas a cual es la comida que hincha a nuestro ego y hacer nuestro máximo esfuerzo ´por tener a raya a ese Satán personal que todos tenemos, de lo contrario, no importa cuanto estudies, el que no aplica en si mismo las lecciones de la Kabbalah está condenado a olvidarla.

¿Has escuchado algo más triste que eso? ¡¡Tener acceso a el alimento espiritual y no poderlo comer!!

No podemos ser blandengues con nuestro ego o estaremos a su merced.

¿Cuál es el alimento de tu ego, ese que tienes que vigilar por siempre?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Basado en clases de Michael Berg

Imagen https://www.kabbalah.com/es/articles/rav-yehuda-ashlag/



martes, 20 de febrero de 2024

Mente sobre materia, luz sobre oscuridad

 


En la porción del Zóhar de la semana pasada, Trumá, aprendimos sobre la construcción del Tabernáculo. Con la ayuda del Zóhar, entendimos que la Biblia no se refiere a la presencia física de un Tabernáculo y lo que hay en su interior, sino a una más grande elevación de conciencia que está presente dentro de la realidad física.

No nos hemos acostumbrado a la idea de que una entidad física y material tenga conciencia, sin embargo, cuando leemos el Zóhar vemos que describe la estructura y conciencia de un átomo. Esta entidad inmaterial y no física era conocida en ese momento, y hoy en día por nosotros, como una de las fuentes de energía más poderosas.

El kabbalista Rav Áshlag se dio cuenta de que el átomo es una conciencia. Imagina unos tres mil millones de átomos que se mueven cuando una persona mueve su mano y, aun así, una mano no puede atravesar un pedazo de madera que está compuesto en un 99% por átomos. Este es un raro fenómeno que la ciencia aún no ha podido explicar.

Para ver con claridad y entender este concepto, debemos dedicarle mucho tiempo y estudio al Zóhar. Rav Áshlag y Rav Isaac Luria explican que los elementos de la materia física (piel, músculos, venas y huesos), representan una determinada Sefirá en el Árbol de la Vida. ¿El Zóhar nos está diciendo que nuestra sangre y la piel que le quitamos a una ampolla tienen conciencia? Sí.

En la porción de Tetsavé leemos sobre la vestimenta del Sumo Sacerdote. Algunos podrían preguntarse: ¿es realmente importante saber qué ropa usaba el Sumo Sacerdote? Rav Isaac Luria, quien aprendió todo del Zóhar, dice que la ropa tiene conciencia y que la ropa que cubre a un cuerpo tiene conciencia según su posición en el cuerpo. Por ejemplo, cuando las venas tienen determinada posición en el cuerpo, tienen una conciencia específica.

Todo posee conciencia, no hay tal cosa como el vacío. El hecho de que no estemos conscientes de esta conciencia es un problema para nosotros. Si nuestra conciencia está vacía, entonces estamos siendo gobernados por la fuerza de negatividad y no tenemos el control.

Rav Isaac Luria explica que la ropa está en el nivel deRav Isaac Luria explica que la ropa está en el nivel de Maljut, es decir, nuestra dimensión física, nuestros huesos están en el nivel de Jojmá, el nivel más alto de las Sefirot, y nuestras venas y músculos están cubiertas por la piel. Llegamos entonces al nivel de la ropa, que tiene una conciencia de Maljut, el que recibe. La ropa acepta conciencia y está compuesta en un 99% por átomos.

Rav Áshlag nos enseña que los átomos tienen conciencia, pero ¿qué tipo de conciencia tienen? El Zóhar lo describe de esta manera: un átomo está compuestos por un protón, un electrón y un neutrón; estos representan la columna derecha, izquierda y central de la conciencia.

La columna derecha es el protón, es decir, la Sefirá de Jésed que representa el compartir.

La columna izquierda es el electrón, es decir, la Sefirá de Guevurá que representa el recibir.

La columna central es el neutrón, es decir, la Sefirá de Tiféret.

Para saber cómo podemos influir en la materia física, primero debemos saber que podemos controlar el átomo. Después, debemos saber que hay una manera de tener acceso a la Fuerza de Luz del Creador, es por esto que la porción de Tetsavé es tan poderosa.

La porción de Tetsavé comienza con las palabras, “Veatá tetsavé”, que quieren decir “y tú los comandarás…”.

El Zóhar nos dice que la palabra “tú” se repite dos veces. Si sabes hebreo, la Biblia simplemente podría haber dicho Tetsavé, lo que significa “y tú los comandarás”. ¿Por qué necesitamos la palabra v’atá y “tú”? Es redundante. Muchos comentaristas han tratado este tema y han dicho que no se necesita, que no es necesaria esta pequeña palabra adicional.

El Zóhar nos revela una espectacular y profunda explicación referente a mente sobre materia y Luz sobre oscuridad. La Luz tiene conciencia, ahora hablemos de la conciencia de la oscuridad. ¿La oscuridad tiene conciencia? Acaso, ¿no era la oscuridad sólo una ausencia de Luz? No, amigos míos. La oscuridad y el caos son la semilla de la negatividad.

¿Esto significa que estamos destinados a permanecer en el caos para siempre? El Zóhar dice que no. Esto nos lleva a la palabra que permea a toda esta porción: veatá.

No sabría explicarles esto sin el Zóhar, el cual explica que la letra hebrea Vav, la primera letra de la palabra veatá, es Zeir Anpín, y la palabra atá es Maljut. Por medio de Tetsavé se nos da el poder de traer la conciencia de Zeir Anpín (vav) al nivel de Maljut (atá), ese el poder de la ropa sacerdotal.

La porción de Tetsavé nos ayuda a entender que podemos dominar la realidad física con la conciencia de Fuerza de Luz. El Zóhar dice que la oscuridad y la Luz no pueden coexistir, en consecuencia, cuando la conciencia de Fuerza de Luz está presente, la oscuridad no.

Rav Berg

https://www.kabbalah.com/es/articles/mind-over-matter-light-over-darkness/

jueves, 10 de agosto de 2023

Vista espiritual


La porción de esta semana comienza con la palabra "Reé", que significa "Miren". El primer verso continúa, “Pongo frente a ustedes una bendición y una maldición”.

¿De verdad sabemos qué son bendiciones y qué son maldiciones en nuestra vida? ¿Qué estamos haciendo bien y qué estamos haciendo mal? ¿A quién hemos herido en el pasado y a quién herimos cuando hablamos? ¿Cuándo fue la última vez que le preguntamos a alguien (amigo o familia), "¿Por favor puedes decirme qué estoy haciendo mal en mi vida?"?

Todos sabemos que no somos perfectos y nos sentimos bien admitiéndolo, pero cuando alguien trata de decirnos qué estamos haciendo mal, nos ponemos a la defensiva. Un sabio maestro dijo una vez que sólo alguien que te ama, te dirá qué estás haciendo mal. Es una gran bendición estar abiertos a escuchar esas opiniones y reconocer cómo afectan nuestras vidas.

Rav Áshlag escribe en su libro, The Wisdom of Truth (en inglés), que la diferencia entre una persona espiritual y otra que no lo es, es la habilidad de ver nuestra negatividad y ver qué está mal con nosotros. Mientras más vemos, más podemos cambiar.

Chagai Shouster

Fragmento e Imagen de https://www.kabbalah.com/es/articles/spiritual-sight/

Publicado por Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt Humanista - Coach


viernes, 3 de marzo de 2023

Mente sobre materia, Luz sobre oscuridad

 


Hoy les voy a compartir palabras del Rav Berg:

En la porción del Zóhar de la semana pasada, Trumá, aprendimos sobre la construcción del Tabernáculo. Con la ayuda del Zóhar, entendimos que la Biblia no se refiere a la presencia física de un Tabernáculo y lo que hay en su interior, sino a una más grande elevación de conciencia que está presente dentro de la realidad física.

No nos hemos acostumbrado a la idea de que una entidad física y material tenga conciencia, sin embargo, cuando leemos el Zóhar vemos que describe la estructura y conciencia de un átomo. Esta entidad inmaterial y no física era conocida en ese momento, y hoy en día por nosotros, como una de las fuentes de energía más poderosas.

El kabbalista Rav Áshlag se dio cuenta de que el átomo es una conciencia. Imagina unos tres mil millones de átomos que se mueven cuando una persona mueve su mano y, aun así, una mano no puede atravesar un pedazo de madera que está compuesto en un 99% por átomos. Este es un raro fenómeno que la ciencia aún no ha podido explicar.

Para ver con claridad y entender este concepto, debemos dedicarle mucho tiempo y estudio al Zóhar. Rav Áshlag y Rav Isaac Luria explican que los elementos de la materia física (piel, músculos, venas y huesos), representan una determinada Sefirá en el Árbol de la Vida. ¿El Zóhar nos está diciendo que nuestra sangre y la piel que le quitamos a una ampolla tienen conciencia? Sí.

En la porción de Tetsavé leemos sobre la vestimenta del Sumo Sacerdote. Algunos podrían preguntarse: ¿es realmente importante saber qué ropa usaba el Sumo Sacerdote? Rav Isaac Luria, quien aprendió todo del Zóhar, dice que la ropa tiene conciencia y que la ropa que cubre a un cuerpo tiene conciencia según su posición en el cuerpo. Por ejemplo, cuando las venas tienen determinada posición en el cuerpo, tienen una conciencia específica.

Todo posee conciencia, no hay tal cosa como el vacío. El hecho de que no estemos conscientes de esta conciencia es un problema para nosotros. Si nuestra conciencia está vacía, entonces estamos siendo gobernados por la fuerza de negatividad y no tenemos el control.

Rav Isaac Luria explica que la ropa está en el nivel de Maljut, es decir, nuestra dimensión física, nuestros huesos están en el nivel de Jojmá, el nivel más alto de las Sefirot, y nuestras venas y músculos están cubiertas por la piel. Llegamos entonces al nivel de la ropa, que tiene una conciencia de Maljut, el que recibe. La ropa acepta conciencia y está compuesta en un 99% por átomos.

Rav Áshlag nos enseña que los átomos tienen conciencia, pero ¿Qué tipo de conciencia tienen? El Zóhar lo describe de esta manera: un átomo está compuestos por un protón, un electrón y un neutrón; estos representan la columna derecha, izquierda y central de la conciencia.

La columna derecha es el protón, es decir, la Sefirá de Jésed que representa el compartir.

La columna izquierda es el electrón, es decir, la Sefirá de Guevurá que representa el recibir.

La columna central es el neutrón, es decir, la Sefirá de Tiféret.

Para saber cómo podemos influir en la materia física, primero debemos saber que podemos controlar el átomo. Después, debemos saber que hay una manera de tener acceso a la Fuerza de Luz del Creador, es por esto que la porción de Tetsavé es tan poderosa.

La porción de Tetsavé comienza con las palabras, “Veatá tetsavé”, que quieren decir “y tú los comandarás…”.

El Zóhar nos dice que la palabra “tú” se repite dos veces. Si sabes hebreo, la Biblia simplemente podría haber dicho Tetsavé, lo que significa “y tú los comandarás”. ¿Por qué necesitamos la palabra v’atá y “tú”? Es redundante. Muchos comentaristas han tratado este tema y han dicho que no se necesita, que no es necesaria esta pequeña palabra adicional.

El Zóhar nos revela una espectacular y profunda explicación referente a mente sobre materia y Luz sobre oscuridad. La Luz tiene conciencia, ahora hablemos de la conciencia de la oscuridad. ¿La oscuridad tiene conciencia? Acaso, ¿no era la oscuridad sólo una ausencia de Luz? No, amigos míos. La oscuridad y el caos son la semilla de la negatividad.

¿Esto significa que estamos destinados a permanecer en el caos para siempre? El Zóhar dice que no. Esto nos lleva a la palabra que permea a toda esta porción: veatá.

No sabría explicarles esto sin el Zóhar, el cual explica que la letra hebrea Vav, la primera letra de la palabra veatá, es Zeir Anpín, y la palabra atá es Maljut. Por medio de Tetsavé se nos da el poder de traer la conciencia de Zeir Anpín (vav) al nivel de Maljut (atá), ese el poder de la ropa sacerdotal.

La porción de Tetsavé nos ayuda a entender que podemos dominar la realidad física con la conciencia de Fuerza de Luz. El Zóhar dice que la oscuridad y la Luz no pueden coexistir, en consecuencia, cuando la conciencia de Fuerza de Luz está presente, la oscuridad no.

Rav Berg - El Centro de Kabbalah Internacional

Imagen https://www.kabbalah.com/es/articles/mind-over-matter-light-over-darkness/