Sábado 21 de febrero de 2015
¿Para qué estamos aquí?
Consciencia diaria por Karen Berg
Hay una historia que habla de un ladrón de bancos que se ve muerto a tiros en medio del gran golpe. Poco después se encontraba al pie a las puertas del Cielo, donde se encuentraba un maravilloso ángel que le dije: "Yo soy tu ángel, tu mensajero. En realidad, soy algo así como un genio, y todo lo que quieras, sólo pide y te será dado. "
Y el ladrón de bancos, dice, "Wow, esto es genial! ¿Sabes que? Quiero un poco de alcohol. Y vamos a ver, yo también quiero tener algunas mujeres hermosas a mi alrededor. De hecho, quiero hacer todo lo que se me antoje y tener un gran momento!.
Y entonces, puf, el chico mira a su alrededor y que está en el medio de una fiesta fabulosa. Así que ahí está, de fiesta un día, dos días, tres horas ... hasta que él dice, "Hey, ángel, espera un segundo. Hay algo que falta aquí. Ya he terminado con todo esto. Quiero probar otra cosa ".
El ángel dice: "Claro, no hay problema. Qué es lo que quieres hacer? "
Y el tipo le responde: "¿Sabes qué? Creo que quiero robar un banco ".
El ángel dice: "¿En serio? Bueno, no hay problema. Escoja un día, una hora, siempre que lo desee, e ir en y robar todo lo que gustes del Banco ".
El hombre niega con la cabeza. "Hey, espera un minuto. Tu no entiendes. Esa no es la forma en que funciona. Tu no tienes que saber a qué hora o cuándo lo voy a hacer. No hay emoción si el banco sólo me permite robar. Tengo que tener los policías que me sigan. Tengo que estar preocupado de ser atrapado. Tengo que sentir la adrenalina corriendo ".
El ángel dice: "Oh, bueno, lo siento, pero eso no sucede aquí. Aquí puede obtener lo que quieras, absolutamente sin compromisos. ¿Quieres un helado, es tuyo. ¿Quieres mujeres, son tuyas. ¿Quieres sexo, lo tienes. Lo que quieras, lo consigues de inmediato ".
El hombre respondió: "¿Sabes? No me gusta este lugar. Yo prefiero ir al infierno"
Y el ángel le dice: "¿Y dónde crees que estás?"
Obviamente, esto es sólo una historia, no una descripción exacta de la otra vida. Pero lo que sí nos recuerdan es que a menudo pensamos que si podemos conseguir lo que queremos, estaremos encantados. Nos
olvidamos de que hemos elegido venir aquí a esta vida para poder ganar nuestra realización: para aprender, crecer y
transformar. Nos
olvidamos de que este mundo físico fue creado para darnos la
oportunidad de convertirnos en seres que comparten, como nuestro Creador, y
no sólo receptores pasivos de su bondad. Y
olvidamos, también, que el aprendizaje para compartir
incondicionalmente es el boleto a la degustación de la generosidad del
Creador.
Karen Berg
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