domingo, 24 de marzo de 2024

Desactivar la negatividad


Megilat Esther significa Meguilat revelar Esther lo oculto.

En este mundo hay mucha oscuridad, mucho dolor, mucha enfermedad. ¿Cómo es que con la infinita luz del Creador hay oscuridad en este mundo? Por el libre albedrío. Los humanos nos movemos con grados de libertad que cambian el orden natural, pero eventualmente, cuando crezca suficiente nuestra consciencia, volveremos al orden.

Purim, la festa que se vive desde la noche de ayer y hoy a lo largo del día nos conecta con una dimensión llamada Yesod, que dentro de las dimensiones espirituales es la más cercana. Yesod de Aba, es decir Purim, puede ser el día en el podemos por una vez en el año abrir las puertas de la Luz.

Cada momento de ansiedad, de enojo de vacío, cualquier momento en que nos sintamos pequeños, es como si no hubiera Luz. Con la Lectura de la Megulat y en cada momento que se pronuncia el nombre del oponente "Haman" podemos hacerlo evidente y elegir la Luz. En cada momento que en la lectura se menciona la palabra Haman pensaremos en su lugar en el octavo nombre de Di.os: Caf Hei Tav, podemos pensar que estos dolores y confrontaciones son pura ilusión.

En Purim activamos Yesod de Aba que está en la profundidad de nuestro corazón y traerla a nuestra realidad. Activar la Luz dejando solo gozo. Purim es la expresión máxima de verdadero compartir, de estar felices en comunidad.

Jag Sameaj Comunidad

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Texto basado en lección de Eitan Yardeni / El Centro de Kabbalah Internacional

Imagen El Centro de Kabbalah

martes, 19 de marzo de 2024

Escuchar el llamado


El Libro de Levítico es el tercer libro de la Biblia Hebrea (hebreo: וַיִּקְרָא Vayikrá). Su nombre hebreo viene de su primera palabra con la que se abre el libro vayikra, “Él [Di.os] llamó".

Vayikrá era la primer porción que se enseñaba a los niños de la Biblia, porque habla de santidad y purificación, así que -como decía Rabi Akiva-, es una porción para que vengan los puros y santos a aprenderla desde pequeños.

Rabí Akiva fue un alma muy elevada, un maestro que comenzó a estudiar la Torá ya después de sus cuarenta años. Estando el parado en la boca de un manantial se preguntó ¿Qué fue lo que perforó esta piedra? La respuesta fue "El agua que constantemente cae sobre ella".

Akiva, al escuchar esta explicación, inmediatamente la aplicó a sí mismo que aún no había estudiado ninguna palabra de la Torá a pesar de ya ser un hombre maduro. Se dijo a sí mismo: "Si algo suave, puede tallar algo duro, entonces aún más las palabras de la Torá pueden grabarse en mi corazón que no es más que carne y sangre". Inmediatamente fue con su hijo y se sentaron con los maestros a estudiar Torá. 

Rabí Akiva llegó a ser un gran sabio, un alma tan pura, que hasta el mismo Moisés en algún momento profetizó que después de él habría un alma más elevada que vendría a este mundo. Se refería a Akiva.

A mi me parece que al saber escuchar, saber aplicar para si mismo las lecciones, mostró que su corazón era una vasija abierta para volverse puro y santo.

Esta lección nos habla de que para nadie es tarde si estamos dispuestos a aprender y a transformar.

¿Tú que dirías? ¿Estás abierto a escuchar el llamado para seguir aprendiendo cómo ser como la Luz?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt 

Imagen https://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/5935378/jewish/18-datos-de-Rab-Akiva.htm