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martes, 19 de marzo de 2024

Escuchar el llamado


El Libro de Levítico es el tercer libro de la Biblia Hebrea (hebreo: וַיִּקְרָא Vayikrá). Su nombre hebreo viene de su primera palabra con la que se abre el libro vayikra, “Él [Di.os] llamó".

Vayikrá era la primer porción que se enseñaba a los niños de la Biblia, porque habla de santidad y purificación, así que -como decía Rabi Akiva-, es una porción para que vengan los puros y santos a aprenderla desde pequeños.

Rabí Akiva fue un alma muy elevada, un maestro que comenzó a estudiar la Torá ya después de sus cuarenta años. Estando el parado en la boca de un manantial se preguntó ¿Qué fue lo que perforó esta piedra? La respuesta fue "El agua que constantemente cae sobre ella".

Akiva, al escuchar esta explicación, inmediatamente la aplicó a sí mismo que aún no había estudiado ninguna palabra de la Torá a pesar de ya ser un hombre maduro. Se dijo a sí mismo: "Si algo suave, puede tallar algo duro, entonces aún más las palabras de la Torá pueden grabarse en mi corazón que no es más que carne y sangre". Inmediatamente fue con su hijo y se sentaron con los maestros a estudiar Torá. 

Rabí Akiva llegó a ser un gran sabio, un alma tan pura, que hasta el mismo Moisés en algún momento profetizó que después de él habría un alma más elevada que vendría a este mundo. Se refería a Akiva.

A mi me parece que al saber escuchar, saber aplicar para si mismo las lecciones, mostró que su corazón era una vasija abierta para volverse puro y santo.

Esta lección nos habla de que para nadie es tarde si estamos dispuestos a aprender y a transformar.

¿Tú que dirías? ¿Estás abierto a escuchar el llamado para seguir aprendiendo cómo ser como la Luz?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt 

Imagen https://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/5935378/jewish/18-datos-de-Rab-Akiva.htm



lunes, 18 de marzo de 2024

Envanecer


La semana pasada completamos el segundo libro de la Torá, también conocido como Los Cinco Libros de Moisés, Éxodo. Esta semana comenzamos el tercer libro que se conoce en inglés como Levítico. El nombre hebreo del libro es el mismo que el nombre de la porción (parashá) de esta semana, Vaikrá. 

La palabra hebrea Vayikra significa literalmente "Y llamó".

La porción comienza: "Y Hashem llamó a Moisés". Después de que Hashem llamó a Moisés, le habló. ¿Qué le dijo Hashem a Moisés? Le habló de todos los diversos sacrificios y los procedimientos para realizarlos adecuadamente.

En el mundo actual ya no realizamos sacrificios físicos. Hoy lo que usamos, son las palabras. Entonces, ¿Qué significa esto para nosotros hoy?

Esta porción realmente trata sobre los sacrificios internos y la limpieza que se requieren.

Cuando Hashem llamó (“Vaikrá”) a Moisés, ¿Qué estaba haciendo realmente Hashem? Al reorganizar las letras hebreas de la palabra "Vayikra", se obtiene la palabra hebrea "Okir", que significa apreciar.

El Zohar afirma que Moisés tuvo la suerte de no haber visto la combinación de letras en la palabra "Vayikra" que forman la palabra "Okir".

¿Porqué? ¿Qué fue lo que Moisés no vio ni oyó? Hashem estaba apreciando a Moisés. Hashem estaba diciendo muchas cosas buenas sobre Moisés, pero al él no darse cuenta, el Ego de Moisés no fue afectado por la alabanza de Hashem.

No es bueno elogiar a alguien en presencia de esa persona. Es negativo porque es la alimentación del Ego.

Sé que parece algo extremo, pero en estos tiempos vemos un exceso de valoración y de estimulación en los niños en los que hagan los que hagan tienen  excesivas loas a lo que hacen o son y lo que estamos es consiguiendo una sociedad frágil, exigente y porqué no decirlo: arrogante.

Agradecer, apreciar, reconocer un buen hecho no es que no esté bien, pero observemos incluso en nosotros mismos como a veces las excesivas alabanzas nos hacen perder el valor verdadero de un buen hecho que hicimos porque reduce el sentido de autenticidad con la que lo hicimos y empieza a volverse signo de envanecimiento y nos envicia de cada vez necesitar señales de lo maravilloso que somos haciéndonos perder espontaneidad y de disminuir el genuino deseo de hacer las cosas simplemente por el bien que reportan en lugar de por la recompensa que prometen.

¿Tu que reflexionas al respecto? Cambiarías algo de tu conducta sobre alabatoria y lo migrarías a un sentido de apreciación más discreto?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Basado en clases de El Centro de Kabbalah

Imagen https://www.elmundo.es/economia/2016/06/07/575047c922601dc8368b4603.html