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jueves, 3 de abril de 2025

Tropezar...


Hay una vana esperanza en algunos seres humanos, de no equivocarnos nunca. Lo voy a decir en esta voz de la conjugación de la primera persona del plural, porque yo soy de esas personas a quienes les gustaría jamás cometer errores.😓Es obvio pero eso no implica que no sea muy molesto para algunos egos de estos cuando sucede 😂

Sin embargo, me encuentro algunos temas muy interesantes al revisar los comentarios de los maestros que hacen dentro de la porción de Vayikrá, y es que los errores están previstos en el plan, es decir, partamos de la base de que como seres, estamos en corrección o en desarrollo continuo...es imposible que no caigamos en desconexión, errores de juicio, malas interpretaciones de vez en vez. 

Por supuesto, el llamado no es a ser perfectos sino a poner atención, a estar despiertos y a ser humildes para reconocer cuando -como decimos en México de manera coloquial- " la regamos" (significado: cometemos una equivocación). 

¿Qué me encuentro llamativo en los comentarios de la Biblia en esta porción que me hace tener esta reflexión? Dicen los comentarios textuales:

"A veces, todo un grupo de una generación cometen una acción negativa, lo cual indica que el Satán está haciendo un esfuerzo adicional. Si una persona hace algo negativo, usualmente es causado por circunstancias particulares relacionadas con esa persona, (pero) si muchas personas caen, esto refleja una mayor influencia del Satán. Cuando hay una masa crítica de negatividad, esta debe ser contrarrestada por otra masa crítica de energía de amor y de compartir".

Partamos de que somos seres influenciables por el entorno, a veces nuestra generación tendrá fallos generalizados y sin mucha opción tropezaremos con acciones no dignas o poco espirituales...No nos exenta a poner atención pero sucederá.

Otro comentario que es revelador:

"La Biblia reconoce la gran probabilidad de que los gobernantes pequen, por lo cual usa la frase "cuando un gobernante peque", en lugar de "si un gobernante peca". A menudo los gobernantes tienden a pensar en sí mismos primero, pero aquellos que solo piensen en si mismos caerán inevitablemente. Para ser exitosos, los gobernantes deben liberarse del dominio de su ego".

Como veremos, pareciera ser una condición sine qua non: lo harán, pero tienen que dominarse y corregirse al vuelo. Es una prueba fuerte porque la tentación es mucho mayor para esos eguillos.

Otro comentario al respecto:

"Los sacerdotes También tenían que dar ofrendas por pecado" (!!!) (¿No es nuestra idea que ellos son infalibles? Pues no...sus fallas están consideradas 😎)

Sin importar cuan elevadas fueran sus almas, incluso los sacerdotes cometían acciones negativas ocasionalmente. Para ello sus ofrendas tenían que ser diferentes de las del resto de las personas debido a su poder sacerdotal para influir en los demás [...] la ley de Causa y Efecto es más estricta para aquellos que tienen una responsabilidad mayor. 

Interesante, los sacrificios tienen la función de darnos una solución. La acción por si sola no era suficiente, por supuesto la contrición (o podemos llevarlo al término más kabbalista, la teshuvá) es imprescindible. No es la idea que se haga el acto sin la transformación interna, pero de que hay solución, la hay.

¿Qué te hace reflexionar esto? ¿Cómo te posiciona ante el acto de perdonar o perdonarse? El Poder Superior sabe que caeremos pero no es lo importante el castigo o la consecuencia en sí mismo, sino la oportunidad de aprender y transformar, al comprender la naturaleza de nuestra caída y lo que nos llama a corregir.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Frases en itálicas La Biblia editada por El Centro de Kabbalah, volumen Levítico

Imagen: Frase anónima


martes, 1 de abril de 2025

Levítico y lo que significa


El tercer libro de la Torah se llama Vayikrá, es decir, todo el tomo tiene este nombre, sin embargo, la primera porción, también se llama así, ambos tienen este nombre para aclarar.

Vayikrá en español no se le menciona así, sino "Levítico" ya que aquí se verterán las ordenanzas para estos personajes que eran los que trabajaban al servicio del tabernáculo y después del templo. De hecho, encontrarás que entre los apellidos de familias judías hay los Levy, quienes vendrían de estas ramas de personas que se consagraban al servicio.

El capítulo en sí, de lo que nos va a hablar es de los llamados "korbanot", que en español comprenderemos como "sacrificios".

Los maestros nos explican que aunque esto pudiera parecer una crueldad hacia los animales, en realidad les daba la oportunidad de cumplir una corrección, así que era más favorable para ellos en términos de chispa de alma ser sacrificados que morir de viejos -por decirlo así-.

Sin embargo, esta aclaración no busca que regresemos a esa práctica de delegarle a otro ser lo que a nosotros nos corresponda; ya no habiendo tabernáculo ni templo, sino comprendiendo que el templo móvil somos cada uno de nosotros, el sacrificio se enfoca en hacer sacrificios de nuestra bestiecilla interna, el ego que normalmente es el que nos duele, nos pica y nos punza ante muchas situaciones de la vida y que es el que nos detona ira, celos, rencores, resentimientos, pereza, indiferencia, desgano y muchas otras manifestaciones mucho más allá que la sola vanidad u orgullo con el que lo tenemos identificado.

Todo lo que nos identifique con sentido de víctima, eso es lo que hay que sacrificar y no es necesariamente con actos de penuria física, pero más bien con actos de restricción, es decir, no vivir siempre alineados al principio del placer, tan solo porque nos queramos evitar la molestia o porque nos adula o nos place algo. Esas indulgencias son el tipo de indisciplina que justo nos ablanda la voluntad o libre albedrío dejándonos ineptos o incapaces de enfrentar la vida con valía.

Obsérvalo: si ya te permitiste un pedacito del pastel, ya el segundo o tercer bocado son considerablemente más fáciles de dar porque "al fin...ya caí, ya que más da". Si ya te permitiste hoy faltar al gimnasio, mañana es más fácil. Si hoy ya le faltaste el respeto a alguien, estás en vías de seguir irrespetando a esa persona con más facilidad cada vez y un día sorprenderte hasta llevando a cabo actos violentos. O contra ti mismo: Si ya hoy no respetas tu propia dignidad, mañana es más sencillo que caigas en una espiral de baja autoestima y poco aprecio por ti mismo. Hay muchas maneras en que se manifiesta la caída ante la baja restricción por no aprender a sacrificar a tiempo lo que sea necesario.

Los sacrificios demandan una clara razón de por qué hacerlos, con que consciencia y con que disciplina: la palabra korban, aunque podamos pensar que simplemente significa sacrificio, en realidad quiere decir "acercarse"...¿A quien? Pues en términos simples: A Di.os.

A Di.os o a el Orden superior, o al Di.os que habita en ti. ¿Cómo lo entenderías tú?

No pases tus ojos por estas líneas sin hacer un acto de introspección. En este libro nuestro trabajo será ser observantes de nosotros mismos y de cómo podemos crecer espiritualmente por nuestro propio esfuerzo.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Imagen fragmento de https://subsplash.com/thebibleproject/lb/mi/+zv4d2yz



sábado, 29 de marzo de 2025

Generar una Mentalidad


Pekudei es la última porción del segundo libro de Shemot (Nombre), también conocido como Éxodo.

En Pekudei, se completa la construcción del Mishkán (Tabernáculo), que representa la manifestación de la presencia divina en el mundo físico. Este proceso simboliza la unión entre lo celestial y lo terrenal, donde todas las acciones y contribuciones del pueblo se alinean con la voluntad divina, culminando en la revelación de la Shejiná (presencia divina) a través de la nube que cubre el Mishkán.

Vale la pena ir viendo la progresión del proceso entre los libros. Génesis o Bereshit tuvo actores singulares por así decirlo, eran historias de individuos haciendo acciones distintivas para conectar con lo Alto y rompiendo barreras para los siguientes seres de las generaciones venideras.

En Shemot vemos que ya se pide a grupos grandes, a comunidades e incluso a multitudes que se comprometan con su propio trabajo espiritual, dándose cuenta de que ellos no solo pueden, sino que están invitados a ser partícipes para la su transformación generalizada, y vemos que desde un principio, se les pide acciones concretas tales como salir de Egipto con sus familias, caminar con sus propios pies por el desierto, cruzar mares con certidumbre, combatir a la duda (Amalek), aprender a tener paciencia a que Moshé fuera y volviera por las directrices de Di.os, contribuir, cooperar, construir, aportar para la elaboración del Tabernáculo.

Otra gran aportación de este libro es hablar del Mishkán (Tabernáculo), es decir un vehículo de conexión móvil, lo cual nos habla de que a dónde vayas, debes llevar tu conexión espiritual, afectar a los entornos y no solo que los entornos te afecten a ti. Tener una estructura propia, no ser simplemente seres afectados en su mayoría por el exterior, sino tener un interior fuerte y existente por decisión propia.

Vayikrá es el siguiente libro que leeremos, en español, su nombre es "Levítico".

Este libro nos va a explicar más las acciones de sacrificio, ordenanzas del día a día, es decir, detallará cuestiones más operativas después de que en este libro se trató de establecer una mentalidad, es decir, un aspecto superior de la conducta humana.

Primero (si estamos en orden), vendrá el pensamiento, las creencias, las actitudes y posteriormente vienen ya las palabras y las acciones. Es un curso lógico de actuación, cualquiera debiera comprender que, antes de hablar o actuar, hay que pensar...aunque a veces hagamos lo contrario  😅 Los libros van construyendo en un orden de arriba a abajo (descendente) el cómo operar como seres espirituales y con libre albedrío en este Mundo.

No dejes pasar este cierre, pregúntate ¿Qué he aprendido en estos últimos meses?

¿Integraste las lecciones suficientemente como para pasar al siguiente escaño?

Shabbat Shalom Comunidad,

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt 

Apoyo de Perplexity IA

Imagen https://facilethings.com/blog/es/growth-mindset

martes, 19 de marzo de 2024

Escuchar el llamado


El Libro de Levítico es el tercer libro de la Biblia Hebrea (hebreo: וַיִּקְרָא Vayikrá). Su nombre hebreo viene de su primera palabra con la que se abre el libro vayikra, “Él [Di.os] llamó".

Vayikrá era la primer porción que se enseñaba a los niños de la Biblia, porque habla de santidad y purificación, así que -como decía Rabi Akiva-, es una porción para que vengan los puros y santos a aprenderla desde pequeños.

Rabí Akiva fue un alma muy elevada, un maestro que comenzó a estudiar la Torá ya después de sus cuarenta años. Estando el parado en la boca de un manantial se preguntó ¿Qué fue lo que perforó esta piedra? La respuesta fue "El agua que constantemente cae sobre ella".

Akiva, al escuchar esta explicación, inmediatamente la aplicó a sí mismo que aún no había estudiado ninguna palabra de la Torá a pesar de ya ser un hombre maduro. Se dijo a sí mismo: "Si algo suave, puede tallar algo duro, entonces aún más las palabras de la Torá pueden grabarse en mi corazón que no es más que carne y sangre". Inmediatamente fue con su hijo y se sentaron con los maestros a estudiar Torá. 

Rabí Akiva llegó a ser un gran sabio, un alma tan pura, que hasta el mismo Moisés en algún momento profetizó que después de él habría un alma más elevada que vendría a este mundo. Se refería a Akiva.

A mi me parece que al saber escuchar, saber aplicar para si mismo las lecciones, mostró que su corazón era una vasija abierta para volverse puro y santo.

Esta lección nos habla de que para nadie es tarde si estamos dispuestos a aprender y a transformar.

¿Tú que dirías? ¿Estás abierto a escuchar el llamado para seguir aprendiendo cómo ser como la Luz?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt 

Imagen https://es.chabad.org/library/article_cdo/aid/5935378/jewish/18-datos-de-Rab-Akiva.htm



lunes, 18 de marzo de 2024

Envanecer


La semana pasada completamos el segundo libro de la Torá, también conocido como Los Cinco Libros de Moisés, Éxodo. Esta semana comenzamos el tercer libro que se conoce en inglés como Levítico. El nombre hebreo del libro es el mismo que el nombre de la porción (parashá) de esta semana, Vaikrá. 

La palabra hebrea Vayikra significa literalmente "Y llamó".

La porción comienza: "Y Hashem llamó a Moisés". Después de que Hashem llamó a Moisés, le habló. ¿Qué le dijo Hashem a Moisés? Le habló de todos los diversos sacrificios y los procedimientos para realizarlos adecuadamente.

En el mundo actual ya no realizamos sacrificios físicos. Hoy lo que usamos, son las palabras. Entonces, ¿Qué significa esto para nosotros hoy?

Esta porción realmente trata sobre los sacrificios internos y la limpieza que se requieren.

Cuando Hashem llamó (“Vaikrá”) a Moisés, ¿Qué estaba haciendo realmente Hashem? Al reorganizar las letras hebreas de la palabra "Vayikra", se obtiene la palabra hebrea "Okir", que significa apreciar.

El Zohar afirma que Moisés tuvo la suerte de no haber visto la combinación de letras en la palabra "Vayikra" que forman la palabra "Okir".

¿Porqué? ¿Qué fue lo que Moisés no vio ni oyó? Hashem estaba apreciando a Moisés. Hashem estaba diciendo muchas cosas buenas sobre Moisés, pero al él no darse cuenta, el Ego de Moisés no fue afectado por la alabanza de Hashem.

No es bueno elogiar a alguien en presencia de esa persona. Es negativo porque es la alimentación del Ego.

Sé que parece algo extremo, pero en estos tiempos vemos un exceso de valoración y de estimulación en los niños en los que hagan los que hagan tienen  excesivas loas a lo que hacen o son y lo que estamos es consiguiendo una sociedad frágil, exigente y porqué no decirlo: arrogante.

Agradecer, apreciar, reconocer un buen hecho no es que no esté bien, pero observemos incluso en nosotros mismos como a veces las excesivas alabanzas nos hacen perder el valor verdadero de un buen hecho que hicimos porque reduce el sentido de autenticidad con la que lo hicimos y empieza a volverse signo de envanecimiento y nos envicia de cada vez necesitar señales de lo maravilloso que somos haciéndonos perder espontaneidad y de disminuir el genuino deseo de hacer las cosas simplemente por el bien que reportan en lugar de por la recompensa que prometen.

¿Tu que reflexionas al respecto? Cambiarías algo de tu conducta sobre alabatoria y lo migrarías a un sentido de apreciación más discreto?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Basado en clases de El Centro de Kabbalah

Imagen https://www.elmundo.es/economia/2016/06/07/575047c922601dc8368b4603.html