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lunes, 26 de noviembre de 2018

Soltar la añoranza


En orden de revelar Luz en este mundo, tenemos que construir una vasija, un contenedor correcto para contenerla. 

Una plenitud verdadera, siempre lleva involucrado un proceso de merecimiento, en el que pueda involucrarme y tener vasija para sostener la Luz.

Por favor no entendamos "merecimiento" como un tema de privilegio sino de capacidad ganada, de crear resistencia o "condición física" si lo comparamos con la posibilidad de aguantar más kilometraje, más peso, más distancia...en el caso de la espiritualidad, más plenitud.

Como mencionábamos ayer en este despertar un poco lento ha seguir nuestro camino juntos, estamos en la porción Vayeshev que corresponde al pasaje en que Yosef es vendido por sus hermanos y después haciendo creer a su padre que había muerto...un poquito grave como acto pero un gran disparador para el proceso de desarrollo requerido para el alma de Yosef.

En estos días de camino textual, de viajar kilómetros y kilómetros a través de hermosos lugares llenos de historia, tuve la oportunidad de constatar algo que les quiero compartir al observar como cada quien del grupo lo experimentaba: la vida se vive con certeza hacia adelante y quienes más sufren son los que no pueden dejar su pasado en un segundo plano, y aún más, casi diría yo dejarlo atrás, mantenerlo solo como un punto de referencia, algo que da contexto y noción de la raíz, pero no una alabanza o un apego que simplemente nos prevenga de poder vivir el presente ni soñar con el porvenir.

Trayéndolo a una lección de cada día comprendo que quienes más sufren su paso por el mundo, son los que "adoran" el pasado, aunque lo sufran.

Yosef anduvo su "suerte" con la certeza de que este le conducía por una ruta hacia su mejor destino.

Si vivimos constantemente en añoranza es la mejor manera de asegurarse una vida infeliz.

¿Cómo saber si estás bajo esta condición?

Si presencias las maravillas que tienes enfrente con los ojos del pasado y el corazón comprometido solo con el ayer, lo más probable es que la vida te parezca un camino espinoso.

Vivir es abrirse a la experiencia, OJO: --no de manera absurda-- pero simplemente de manera abierta, dispuesta a kabbalat (dar acogida), a recibir lo que viene con la ruta.

Si te observas hablando de la gente de tu pasado con frecuencia y con contenido emocional intenso aun después de veinte años, si aún experimentas la rabia, el desasosiego, el rencor, la desilusión como si te acabara de suceder ayer, pero pasó hace años, quizás te tienes que replantear si estás eligiendo la manera más dolorosa de experimentar la vida.

Lo dejo por aqui para que tu revises que tanto vives en añoranza.

Prana Raquel Pascual
Texto y foto, calle en Sintra, Portugal 



sábado, 9 de diciembre de 2017

Restricción vs. Acelerar

Vayeshev, Asentarse no habla de querer una vacación, sino sentarse en el contexto de la restricción. Este asentarse se refiere a querer descansar de hacer restricción.

Se refiere en realidad a esas situaciones en la vida en las que te sientas y te relajas. 

Hay dos sistemas dos maneras de realmente capturar y conectar con la Luz y estos dos caminos que están mencionados en la porción, una manifestada por los hermanos y una manifestada por Jacob en esta porción: Acelerar o Restringir. 

Ambas maneras pueden funcionar para hacernos crecer, pero la primera viene con mucho juicio ya que es necesario generar una vasija para poder realmente recibir y ese proceso, si se va más rápido, cuesta más trabajo porque aún no existe la capacidad de contener la situación adecuadamente, es como pedirle al becario que apenas está haciendo sus pininos, que de súbito tome la Dirección General y cargarle todo el peso de las decisiones, por poner un ejemplo burdo y extremista, pero espero que sea claro de lo que pasa en la aceleración.

La restricción continua por su parte, va permitiendo a los jugadores y a las situaciones, madurar para que puedan recibir. Jacob no podía acelerarse, por ejemplo mandando cuadrillas a buscar a Yosef, porque si lo hubieran encontrado no hubiera cumplido con su misión espiritual, por eso simplemente se sentó en silencio y esperó por años.

Y sin embargo, en la vida humana, a veces la aceleración es un camino necesario, de lo contrario podemos caer en el asentarse por comodidad, no por sabia restricción, que no es ni de cerca, lo mismo, ni tiene el mismo efecto.

Tenemos que recordar, que los hermanos son carrozas de los signos del zodiaco. No es casualidad que justo el reloj de la astrología sea el que nos pone a trabajar con sus tránsitos por nuestra vida, queramos o no queramos, y muchas veces nos toman por sorpresa y no sabemos que diantres pasó si estábamos tan tranquilos y de pronto vino el reto.

Los doce hijos de Jacob, eran un grupo de almas que vinieron a traer corrección al mundo, entonces ellos sabían que Yosef tenía que ser el canal para las generaciones de la prosperidad, de la redención, el que iba a permitir y salir de Egipto y traer y remover toda clase de desesperación, desde hambruna hasta carencias espirituales y entonces en su mente, los hermanos decidieron acelerar el proceso. 

En este mundo, puedes aprender con gusto o sufriendo. Siempre tienes que comprometerte en un proceso de merecimiento. A veces esperando a que el proceso madure y otras veces lanzándote a él para preparar el terreno.

La sabiduría que podemos pedir es tener ambas capacidades y el entendimiento de llevarlas con consciencia.

Shabbat Shalom

Prana Raquel Pascual
Basado en clase de Ruth Rosemberg 2015
Imagen
http://revistademisantojos.blogspot.mx/2015/10/origenes-signos-zodiaco.html