Lunes, 26 de agosto de 2013
Los kabbalistas enseñan que dar con la
conciencia correcta puede de hecho ayudarte a sentirte revitalizado, energizado
y renovado. Nuestras pretensiones personales son la razón por la que terminamos
sintiéndonos exhaustos, vacíos.
Si buscamos recibir a cambio algo de alguien, ya sea honor, apreciación o incluso un agradecimiento, limitamos la energía infinita que podríamos recibir del universo.
¡Da sin esperar nada a cambio y te abrirás a recibirlo todo!
*Para más información sobre este tema, escucha la clase gratuita del día de hoy en la siguiente dirección: http://www.mentorschannel.com/bestsellers/landingpage.aspx?bookid=187
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Yehuda Berg
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Elul 2013
Lunes 26 de agosto
¿Te amas? No tengas miedo de apreciarte y apreciar cuán único eres. Si la Luz te creó y puso
toda esa energía en ti, debes ser algo especial.
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Capítulo 22
Compartir con otros
En el último trabajo de Luz nos focalizamos en que pasa cuando tomamos mucha energía de otra gente mediante practicar juicio y envidia, por lo que los kabbalistas llaman mal de ojo. ¿Dónde fuiste capaz de identificar áreas de tu vida en los que sientes carencia y entonces prácticas juicio hacia otros? Más importante mente ¿llevaste a cabo tres acciones de compartir hacia alguien que te envidia o te juzga? Yo sé que eso es algo incómodo pero también sé que los actos de compartir revelan mucha Luz
Compartir con otros
Kabbalah nos enseña que las relaciones no son sólo una manera de conectar con la gente, es realmente nuestro propósito, nosotros debemos sostener relaciones para poder hacer las conexiones que venimos a hacer en esta vida ¿Por qué? Porque es solamente través de las relaciones con nuestros amigos, con las gentes que amamos, y con nuestros compañeros que nuestras características reactivas son reveladas.
Recuerda que la gente en nuestra vida nos espejea lo que necesitamos corregir en nuestras vidas. Y través este proceso de corrección, aprendemos a revelar la Luz.
Entendemos que los dos tipos de recibir, el egoísta, y el pro activo, desafortunadamente el deseo de recibir para nosotros mismos nos puede prevenir de recibir. y recibir nos permite compartir con otros. Sería maravilloso si verdaderamente pudiéramos ser incondicionales al compartir. Sin esperar nada a cambio.
La verdad es que razones por las que ponemos condiciones a los términos en los que compartimos. ¿Porqué ponemos condiciones? Es muy simple: porque no queremos compartir.
El verdadero compartir requiere esfuerzo. Requiere salir de nuestra zona de confort. El verdadero compartir no tiene que ver con a nuestro humor, con nuestras hormonas o con nuestras emociones y no siempre nos parece conveniente. Esto es porque el compartir incondicional y verdadero viene del mundo del 99% mientras que nuestras emociones y nuestro humor son parte del 1%. En ese sentido somos limitados. Los sentimientos nunca se mantienen iguales. Somos volubles, un día somos felices, el otro no. Un día decimos que estamos enamorados y al otro ya no. Muchos sentimientos cambian. Así que La noción completa de nuestras relaciones y de compartir es que no tienen su raíz en la Luz. Dar no es una experiencia de plano físico. Está enraizadas en la Luz, así que lo que hacemos con ellas tiene que ser con consciencia.
La gente puede dar mucho. Pueden dar dinero, voluntariar tiempo, incluso donar una ala entera de un hospital. Es posible que esa misma gente no tenga más plenitud que nosotros. Puede sentirse amargos, resentidos, heridos, inseguros, deprimidos y vacíos ¿Cómo es posible? Es una pregunta muy importante. ¿Cómo es posible que una persona caritativa no experimente plenitud?
La consciencia de dar
Aprendemos que diferentes maneras y motivadores, así como intenciones en el dar. Recuerda que no podemos ver esta consciencia. No siempre es aparente. Tenemos que estar dispuestos a ver el ala del hospital, la placa inscrita en la pared. Podemos ver incluso cientos de personas que están acomodadas en el hospital. Para decir que el donador fue egoísta, no sería justo. ¿Pero cómo es que la gente que dio tanto puede seguir teniendo caos en su vida?
Kabbalah nos da una explicación profunda
La verdad es que no siempre damos con la consciencia correcta. Es posible dar una donación por razones egoístas. Ponemos una placa porque queremos que todo mundo lo sepa. Muchas veces damos por validación. Algunas veces damos para que la gente nos apruebe. Algunas veces damos porque somos inseguros porque tenemos presión de los pares. Damos porque queremos un tratamiento especial o privilegios. Por lo que sea hay maneras de dar y razones por las que damos, que no son siempre conectadas a compartir puro.
Cuántas veces nos sentamos en una iglesia y en un centro comunitario o en una junta en donde pasan el sombrero alrededor y la gente empieza a poner cambio y dólares en el colector. A veces nos molesta poner dinero ero lo hacemos por presión.
Podemos dar monetariamente pero físicamente o emocionalmente, nuestra consciencia esté basada en el deseo recibir para uno mismo. Esto explica porque kabbalisticamente, no podemos hacer actos de compartir y no cambia nuestra energía y nuestra consciencia. Damos y damos, pero no estamos plenos.
Es la famosa historia acerca de Yosef, el Santo Avaro. Todo el pueblo le despreciaba porque él nunca compartía ni daba un centavo a nadie. Cuando estaba a punto de morir, la sociedad enterradora le dijo "es tiempo de dar, porque si no das, No te vamos a enterrar en el cementerio. Te vamos a dejar a un lado del camino y simplemente vamos a apilar un montón de rocas en ti. El dijo no me importa. Hagan lo que quieran.
Poco después de su muerte, un líder espiritual en el pueblo empezó a tener docenas de requerimientos de dinero de un pueblo de gente pobre. El no entendía porque de repente habían empezado surgir estas solicitudes al mismo tiempo. Ellos le decían, he estado recibiendo dinero por 10, 20,30 Años. Pero ya no me está llegando ese dinero. El sabio se dio cuenta que esto está solicitudes coincidían con la muerte de Yosef el avaro, y empezó a hacer preguntas a la gente "Tenías alguna interacción con Yosef?
Se dio cuenta que cada persona del pueblo en algún punto de sus vidas, había necesitado dinero, lo que los había llevado con el santo avaro. Y que le había sido muy amable con ellos. Se sentó y les escucho en sus problemas. Ellos le podían decir de sus vidas y porque necesitaban dinero. Pero justo cuando pensaban que iban a recibir ayuda, Yosef empezaba gritarles, "¿ustedes piensan que yo los voy a dar todo?" Y los lanzaba afuera. Pocos días después, en un sobre aparecía debajo de la puerta con la suma exacta de dinero que estaban pidiendo. Aunque nadie hacía la conexión porque Yosef había estado tan enojado y los había pateado fuera. Éstas historias colectivamente mostraron una asombrosa imagen. Yosef había estado compartiendo con todo el pueblo pero nunca quiso su reconocimiento, aún después de su lecho de muerte. Después de su muerte, la gente empezó a llamarlo Yosef el santo avaro.
La historia de Yosef tiene un corto epílogo de que te también quisiera compartirles. Cuando Yosef arribó al cielo, le preguntaron ¿Qué significa para ti estar en el cielo con algunas de las almas más grandes que han vivido? El dijo ¿Sabes qué? Es una bendición impresionante. Pero nada se compara con la sensación de alegría y plenitud que solía sentir cada vez que deslizaba un sobre abajo de la puerta de alguien.
Yosef siempre se aseguró que la razón de dar no era acerca de tener un ego elogiado. De hecho él aparecía como si fuera un malvado, egoísta, para que su ego se doblegara. El no quería el reconocimiento que construyera ego. Todo lo que quería la experiencia de placer de ser capaz de ayudar a otros anónimamente. Es realmente difícil dar en este mundo sin esperar algo a cambio, alguna satisfacción al final. Y es muy difícil encontrar oportunidades cuanto podemos dar sin agenda anexa. Pero Yosef encontró la manera.
Esto no quiere decir que el dar verdadero tiene que ser anónimo. No tiene que ver con eso, pero si las razones detrás de ello. El compartir puro no está ligado a las ganancias que vamos a recibir de qué tan populares nos podemos volver, o tener una agenda oculta. En tanto estemos compartiendo solamente por crear alegría y bendiciones a otros, estamos en perfecta alineación con la Luz del Creador.
¿De quién es el dinero?
En verdad, no se trata acerca de nuestro dinero. Todo lo que tenemos es nuestro solamente porque para manejarlo, lo que hace un administrador. Aún si tenemos billones de dólares en nuestra cuenta, no es realmente nuestro, nosotros solamente administramos el dinero del Creador. Esa es nuestra función. El dinero es energía. Lo que intercambiamos es energía. La pregunta es ¿Cómo estamos manejando esa energía? Después de todo, cada vez que usamos dinero nosotros estamos dejando ir algo que pertenece al universo, así sé que hay que hacerlo sabiamente.
Hay una historia de un kabbalísta que siempre que alguien tenía un problema financiero, el los mandaba con una persona que era un estudiante rico que les ayudaba. El estudiante rico siempre daba a las personas suficiente dinero para ayudarles. Pero día este estudiante empezó a preocuparse acerca de cuánto dinero estaba dejando ir, así que decidió dejar de dar por un tiempo. Esto parecía una decisión prudente. Hasta que un jovencito, enviado por el kabbalista estaba en una necesidad desesperada de ayuda financiera, pero en lugar de ayudarle, el estudiante rico dijo "¿Sabes qué? No puedo ayudarte en este momento? Poco a poco el estudiante que usted solía tener mucho dinero empezó volverse pobre y el joven a quien había dado la espalda, empezó a volverse cada vez más rico. Finalmente, el ahora estudiante pobre, fue con su Maestro le preguntó "¿Qué pasó? ¿Por que perdí todo?"
El Maestro dijo, "el dinero nunca fue tuyo. El Creador te daba ese dinero porque tu misión era administrar ese dinero para poder ayudar a otros. El día que decidiste no compartir el Creador tomo esa bendición lejos de ti y se la dio alguien más."
Así como el estudiante rico, administrar es lo que todos tenemos que hacer, administrarla energía del Creador. En este caso, está en forma dinero. Si nosotros sentimos un orgullo no vamos a ser capaces de recibir la plenitud que el Creador tiene para nosotros. Porque no importa cuanto tengamos en estar el balance de la cuenta, nunca será suficiente. Una vez que cambiemos nuestra consciencia nos demos cuenta de que sólo administramos, nos abriremos a nosotros mismos el experiencia de la plenitud en todas las áreas de nuestra vida.
Dar verdadero
No podemos enfatizar más que no se trata del acto físico de dar el que es tan esencial. Es la consciencia que hay detrás, el cambio en nuestro entendimiento de dar. Hay mucha gente que da reactivamente, mucha gente que da sin pensarlo. Pensamos que la espiritualidad es acerca de ser bueno, de ser amable pero cubrimos la verdadera consciencia. Y por eso podemos seguir sintiendendo caos.
Nuestro propósito en la vida es dar como el Creador, infinitamente.
Cuántas veces te encuentras diciéndote a ti mismo "Doy demasiado, estoy exhausto". La verdad es que no es posible cansarse de dar. Si te sientes así después de dar, entonces es que no lo hiciste realmente con la consciencia. Si tienes una agenda escondida de recibir para ti mismo, por lo que sientes vacío y fatiga. Cuando das sin egoísmo vas a sentirte satisfecho.
Hay una historia bonita acerca de una carta dirigida a Di-os, escrita por un niño que vino a la oficina postal. Un empleado postal, no sabiendo exactamente qué hacer con la letra, la abrió y la leyó. "Querido Di-os, mi nombre es Jimmy, tengo seis años de edad. Mi padre ha muerto mi madre está teniendo tiempos difíciles para mantenerme a mi hermanita y a mi. ¿Podrías por favor mandarnos $500 dólares? El empleado postal estaba conmovido. Mostró la carta a sus compañeros de trabajo, y todos ellos juntaron unos cuantos dólares cada uno, y juntaron la cifra de $300 y se los mandaron a la familia. El niño escribió otra carta Di-os, agradeciendo la infusión de efectivo, pero terminó con esta petición "la próxima vez podrías mandarnos el dinero directamente a nosotros? Si se lo mandas a la oficina postal ellos deducen $200!!
Trabajo de Luz
Es difícil dar así como es difícil abrir espacio dentro de nosotros para dejar que otros nos den. Muchas ocasiones nosotros queremos dar, pero no queremos aceptar de nadie más. ¿Te abres a ti mismo para recibir sin agenda? ¿Sabes cómo decir gracias?
Pensamos que alguien que nos da un regalo está esperando algo a cambio. Una persona que no quiere recibir, detiene el flujo de la Luz tan rápido como alguien que no quiere dar. Así que mantenlo simple, encuentra un lugar en ti mismo para dar, y cuando alguien te de, di "gracias" y acepta el regalo con ningún sensación de deuda.
Imagina que nunca te fuera permitido dar a un amigo o compartir con alguien. ¿Qué se sentiría?¿Cómo sentirían tus amigos y no les permitieras darte nunca nada? Escribe en tu diario como sería si no pudieras compartir con otros, y como podrías predecir que se sentirían esas personas cercanas a ti en esas circunstancias.
Crea lo que llamamos un registro de dar. En un lado, escribe las maneras en que tú das a otros en las últimas 24 horas. Del otro lado escribe las maneras en que has permitido otros que te den. Ahora puedes ver cuánto tiempo has dedicado a compartir incondicionalmente con otros y cuánto has dedicado a recibir incondicionalmente. Una buena meta puede ser tomar al menos la mitad de lo que hacemos dirigido a ayudar a otros.
Aspiramos a ser unos “mejores nosotros”, las mejores versiones que podamos ser. Por eso debemos estar dirigiéndonos constantemente. Venimos este mundo hacer potencialmente como el Creador. En nuestras elecciones, en nuestras acciones nos pueden prevenir de alcanzar este fin, o propulsarnos a volvernos lo que venimos a Ser.
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En el último trabajo de Luz nos focalizamos en que pasa cuando tomamos mucha energía de otra gente mediante practicar juicio y envidia, por lo que los kabbalistas llaman mal de ojo. ¿Dónde fuiste capaz de identificar áreas de tu vida en los que sientes carencia y entonces prácticas juicio hacia otros? Más importante mente ¿llevaste a cabo tres acciones de compartir hacia alguien que te envidia o te juzga? Yo sé que eso es algo incómodo pero también sé que los actos de compartir revelan mucha Luz
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Kabbalah nos enseña que las relaciones no son sólo una manera de conectar con la gente, es realmente nuestro propósito, nosotros debemos sostener relaciones para poder hacer las conexiones que venimos a hacer en esta vida ¿Por qué? Porque es solamente través de las relaciones con nuestros amigos, con las gentes que amamos, y con nuestros compañeros que nuestras características reactivas son reveladas.
Recuerda que la gente en nuestra vida nos espejea lo que necesitamos corregir en nuestras vidas. Y través este proceso de corrección, aprendemos a revelar la Luz.
Entendemos que los dos tipos de recibir, el egoísta, y el pro activo, desafortunadamente el deseo de recibir para nosotros mismos nos puede prevenir de recibir. y recibir nos permite compartir con otros. Sería maravilloso si verdaderamente pudiéramos ser incondicionales al compartir. Sin esperar nada a cambio.
La verdad es que razones por las que ponemos condiciones a los términos en los que compartimos. ¿Porqué ponemos condiciones? Es muy simple: porque no queremos compartir.
El verdadero compartir requiere esfuerzo. Requiere salir de nuestra zona de confort. El verdadero compartir no tiene que ver con a nuestro humor, con nuestras hormonas o con nuestras emociones y no siempre nos parece conveniente. Esto es porque el compartir incondicional y verdadero viene del mundo del 99% mientras que nuestras emociones y nuestro humor son parte del 1%. En ese sentido somos limitados. Los sentimientos nunca se mantienen iguales. Somos volubles, un día somos felices, el otro no. Un día decimos que estamos enamorados y al otro ya no. Muchos sentimientos cambian. Así que La noción completa de nuestras relaciones y de compartir es que no tienen su raíz en la Luz. Dar no es una experiencia de plano físico. Está enraizadas en la Luz, así que lo que hacemos con ellas tiene que ser con consciencia.
La gente puede dar mucho. Pueden dar dinero, voluntariar tiempo, incluso donar una ala entera de un hospital. Es posible que esa misma gente no tenga más plenitud que nosotros. Puede sentirse amargos, resentidos, heridos, inseguros, deprimidos y vacíos ¿Cómo es posible? Es una pregunta muy importante. ¿Cómo es posible que una persona caritativa no experimente plenitud?
La consciencia de dar
Aprendemos que diferentes maneras y motivadores, así como intenciones en el dar. Recuerda que no podemos ver esta consciencia. No siempre es aparente. Tenemos que estar dispuestos a ver el ala del hospital, la placa inscrita en la pared. Podemos ver incluso cientos de personas que están acomodadas en el hospital. Para decir que el donador fue egoísta, no sería justo. ¿Pero cómo es que la gente que dio tanto puede seguir teniendo caos en su vida?
Kabbalah nos da una explicación profunda
La verdad es que no siempre damos con la consciencia correcta. Es posible dar una donación por razones egoístas. Ponemos una placa porque queremos que todo mundo lo sepa. Muchas veces damos por validación. Algunas veces damos para que la gente nos apruebe. Algunas veces damos porque somos inseguros porque tenemos presión de los pares. Damos porque queremos un tratamiento especial o privilegios. Por lo que sea hay maneras de dar y razones por las que damos, que no son siempre conectadas a compartir puro.
Cuántas veces nos sentamos en una iglesia y en un centro comunitario o en una junta en donde pasan el sombrero alrededor y la gente empieza a poner cambio y dólares en el colector. A veces nos molesta poner dinero ero lo hacemos por presión.
Podemos dar monetariamente pero físicamente o emocionalmente, nuestra consciencia esté basada en el deseo recibir para uno mismo. Esto explica porque kabbalisticamente, no podemos hacer actos de compartir y no cambia nuestra energía y nuestra consciencia. Damos y damos, pero no estamos plenos.
Es la famosa historia acerca de Yosef, el Santo Avaro. Todo el pueblo le despreciaba porque él nunca compartía ni daba un centavo a nadie. Cuando estaba a punto de morir, la sociedad enterradora le dijo "es tiempo de dar, porque si no das, No te vamos a enterrar en el cementerio. Te vamos a dejar a un lado del camino y simplemente vamos a apilar un montón de rocas en ti. El dijo no me importa. Hagan lo que quieran.
Poco después de su muerte, un líder espiritual en el pueblo empezó a tener docenas de requerimientos de dinero de un pueblo de gente pobre. El no entendía porque de repente habían empezado surgir estas solicitudes al mismo tiempo. Ellos le decían, he estado recibiendo dinero por 10, 20,30 Años. Pero ya no me está llegando ese dinero. El sabio se dio cuenta que esto está solicitudes coincidían con la muerte de Yosef el avaro, y empezó a hacer preguntas a la gente "Tenías alguna interacción con Yosef?
Se dio cuenta que cada persona del pueblo en algún punto de sus vidas, había necesitado dinero, lo que los había llevado con el santo avaro. Y que le había sido muy amable con ellos. Se sentó y les escucho en sus problemas. Ellos le podían decir de sus vidas y porque necesitaban dinero. Pero justo cuando pensaban que iban a recibir ayuda, Yosef empezaba gritarles, "¿ustedes piensan que yo los voy a dar todo?" Y los lanzaba afuera. Pocos días después, en un sobre aparecía debajo de la puerta con la suma exacta de dinero que estaban pidiendo. Aunque nadie hacía la conexión porque Yosef había estado tan enojado y los había pateado fuera. Éstas historias colectivamente mostraron una asombrosa imagen. Yosef había estado compartiendo con todo el pueblo pero nunca quiso su reconocimiento, aún después de su lecho de muerte. Después de su muerte, la gente empezó a llamarlo Yosef el santo avaro.
La historia de Yosef tiene un corto epílogo de que te también quisiera compartirles. Cuando Yosef arribó al cielo, le preguntaron ¿Qué significa para ti estar en el cielo con algunas de las almas más grandes que han vivido? El dijo ¿Sabes qué? Es una bendición impresionante. Pero nada se compara con la sensación de alegría y plenitud que solía sentir cada vez que deslizaba un sobre abajo de la puerta de alguien.
Yosef siempre se aseguró que la razón de dar no era acerca de tener un ego elogiado. De hecho él aparecía como si fuera un malvado, egoísta, para que su ego se doblegara. El no quería el reconocimiento que construyera ego. Todo lo que quería la experiencia de placer de ser capaz de ayudar a otros anónimamente. Es realmente difícil dar en este mundo sin esperar algo a cambio, alguna satisfacción al final. Y es muy difícil encontrar oportunidades cuanto podemos dar sin agenda anexa. Pero Yosef encontró la manera.
Esto no quiere decir que el dar verdadero tiene que ser anónimo. No tiene que ver con eso, pero si las razones detrás de ello. El compartir puro no está ligado a las ganancias que vamos a recibir de qué tan populares nos podemos volver, o tener una agenda oculta. En tanto estemos compartiendo solamente por crear alegría y bendiciones a otros, estamos en perfecta alineación con la Luz del Creador.
¿De quién es el dinero?
En verdad, no se trata acerca de nuestro dinero. Todo lo que tenemos es nuestro solamente porque para manejarlo, lo que hace un administrador. Aún si tenemos billones de dólares en nuestra cuenta, no es realmente nuestro, nosotros solamente administramos el dinero del Creador. Esa es nuestra función. El dinero es energía. Lo que intercambiamos es energía. La pregunta es ¿Cómo estamos manejando esa energía? Después de todo, cada vez que usamos dinero nosotros estamos dejando ir algo que pertenece al universo, así sé que hay que hacerlo sabiamente.
Hay una historia de un kabbalísta que siempre que alguien tenía un problema financiero, el los mandaba con una persona que era un estudiante rico que les ayudaba. El estudiante rico siempre daba a las personas suficiente dinero para ayudarles. Pero día este estudiante empezó a preocuparse acerca de cuánto dinero estaba dejando ir, así que decidió dejar de dar por un tiempo. Esto parecía una decisión prudente. Hasta que un jovencito, enviado por el kabbalista estaba en una necesidad desesperada de ayuda financiera, pero en lugar de ayudarle, el estudiante rico dijo "¿Sabes qué? No puedo ayudarte en este momento? Poco a poco el estudiante que usted solía tener mucho dinero empezó volverse pobre y el joven a quien había dado la espalda, empezó a volverse cada vez más rico. Finalmente, el ahora estudiante pobre, fue con su Maestro le preguntó "¿Qué pasó? ¿Por que perdí todo?"
El Maestro dijo, "el dinero nunca fue tuyo. El Creador te daba ese dinero porque tu misión era administrar ese dinero para poder ayudar a otros. El día que decidiste no compartir el Creador tomo esa bendición lejos de ti y se la dio alguien más."
Así como el estudiante rico, administrar es lo que todos tenemos que hacer, administrarla energía del Creador. En este caso, está en forma dinero. Si nosotros sentimos un orgullo no vamos a ser capaces de recibir la plenitud que el Creador tiene para nosotros. Porque no importa cuanto tengamos en estar el balance de la cuenta, nunca será suficiente. Una vez que cambiemos nuestra consciencia nos demos cuenta de que sólo administramos, nos abriremos a nosotros mismos el experiencia de la plenitud en todas las áreas de nuestra vida.
Dar verdadero
No podemos enfatizar más que no se trata del acto físico de dar el que es tan esencial. Es la consciencia que hay detrás, el cambio en nuestro entendimiento de dar. Hay mucha gente que da reactivamente, mucha gente que da sin pensarlo. Pensamos que la espiritualidad es acerca de ser bueno, de ser amable pero cubrimos la verdadera consciencia. Y por eso podemos seguir sintiendendo caos.
Nuestro propósito en la vida es dar como el Creador, infinitamente.
Cuántas veces te encuentras diciéndote a ti mismo "Doy demasiado, estoy exhausto". La verdad es que no es posible cansarse de dar. Si te sientes así después de dar, entonces es que no lo hiciste realmente con la consciencia. Si tienes una agenda escondida de recibir para ti mismo, por lo que sientes vacío y fatiga. Cuando das sin egoísmo vas a sentirte satisfecho.
Hay una historia bonita acerca de una carta dirigida a Di-os, escrita por un niño que vino a la oficina postal. Un empleado postal, no sabiendo exactamente qué hacer con la letra, la abrió y la leyó. "Querido Di-os, mi nombre es Jimmy, tengo seis años de edad. Mi padre ha muerto mi madre está teniendo tiempos difíciles para mantenerme a mi hermanita y a mi. ¿Podrías por favor mandarnos $500 dólares? El empleado postal estaba conmovido. Mostró la carta a sus compañeros de trabajo, y todos ellos juntaron unos cuantos dólares cada uno, y juntaron la cifra de $300 y se los mandaron a la familia. El niño escribió otra carta Di-os, agradeciendo la infusión de efectivo, pero terminó con esta petición "la próxima vez podrías mandarnos el dinero directamente a nosotros? Si se lo mandas a la oficina postal ellos deducen $200!!
Trabajo de Luz
Es difícil dar así como es difícil abrir espacio dentro de nosotros para dejar que otros nos den. Muchas ocasiones nosotros queremos dar, pero no queremos aceptar de nadie más. ¿Te abres a ti mismo para recibir sin agenda? ¿Sabes cómo decir gracias?
Pensamos que alguien que nos da un regalo está esperando algo a cambio. Una persona que no quiere recibir, detiene el flujo de la Luz tan rápido como alguien que no quiere dar. Así que mantenlo simple, encuentra un lugar en ti mismo para dar, y cuando alguien te de, di "gracias" y acepta el regalo con ningún sensación de deuda.
Imagina que nunca te fuera permitido dar a un amigo o compartir con alguien. ¿Qué se sentiría?¿Cómo sentirían tus amigos y no les permitieras darte nunca nada? Escribe en tu diario como sería si no pudieras compartir con otros, y como podrías predecir que se sentirían esas personas cercanas a ti en esas circunstancias.
Crea lo que llamamos un registro de dar. En un lado, escribe las maneras en que tú das a otros en las últimas 24 horas. Del otro lado escribe las maneras en que has permitido otros que te den. Ahora puedes ver cuánto tiempo has dedicado a compartir incondicionalmente con otros y cuánto has dedicado a recibir incondicionalmente. Una buena meta puede ser tomar al menos la mitad de lo que hacemos dirigido a ayudar a otros.
Aspiramos a ser unos “mejores nosotros”, las mejores versiones que podamos ser. Por eso debemos estar dirigiéndonos constantemente. Venimos este mundo hacer potencialmente como el Creador. En nuestras elecciones, en nuestras acciones nos pueden prevenir de alcanzar este fin, o propulsarnos a volvernos lo que venimos a Ser.
Living Kabbalah system de Yehuda Berg
2 comentarios:
En los últimos años he empezado a incorporar el concepto propio de dar. Ahora me doy cuenta que es más difícil de lo que pensé. Dar sin dejarme afectar, cuando no me dan las gracias... o sin esperar que el Universo me lo devuelva,o dar sin dejarme manejar por la presión de quien piede, en fin. Dar, dar de verdad no pensando en mi, si no en de verdad, mejorar las condiciones de vida de alguien. Pensar en el otro, pensar en el que necesita. Dar y sentirme bien por esa persona, de verdad es un aprendizaje.
Uno de los primeros descubrimientos que tuve al empezar a estudiar Kabbalah, es que mi concepto de compartir era realmente pobre.
te agradezco que me compartas esto de tu proceso.
Un abrazo fuerte
PranaRaquel
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