lunes, 25 de julio de 2016

Lunes 25 de Julio de 2016.. La sal de la vida.

Esta semana que recorremos Matot, estamos en la penúltima porción del Libro Números, el cuarto del Pentatéuco y que nos da paso al Libro llamado Deuteronómio que es el quinto y último de la Torah.

Es interesante porque como sabemos, hay una razón para que sean cinco. El primero es el Génesis que nos conecta con Keter, la Luz Absoluta. Jojmá, el segundo libro, es la sabiduría y con ella nos conectamos a partir  del libro de Éxodo. El libro de Levítico, es el tercero y nos conecta con Binah, el Conocimiento.

El Libro en el que estamos actualmente, Números, nos conecta con Zeir Anpin. Con el proceso y también con algo que es claramente definitivo en nuestras vidas humanas que son: Las emociones.

Recuerdo muy bien en mi primer libro de Psicología que fue el que llevé en la Preparatoria, que las nombraba así: Las Emociones, la sal de la vida.

Es interesante pensarlo porque en tiempos antiguos, la sal era un elemento tan importante, que habían expediciones especiales para buscarla. El salario que recibimos actualmente, deriva su nombre de ese elemento de la naturaleza que permitía preservar los alimentos como la carne y lo que es rápidamente perecedero. No sólo eso sino que abrillanta el sabor de todas las demás cosas SIEMPRE Y CUANDO NO SEA APLICADA EN EXCESO.

¿Te suena a una metáfora aplicable?

Si todo en la vida tiene una porción de sal excesiva se vuelve realmente incomible. Esto se puede aplicar a quien las siente tanto como a quien experimenta a alguien con adicción a las emociones de una manera destructiva. Alguien incapaz de mesurar su enojo, alguien poco hábil para manejar la tristeza, alguien que no puede domesticar a su desagrado, hace que las cosas sean "incomibles" en el sentido vivencial de la vida.

Pero claro, por el contrario, alguien que no las demuestra en lo absoluto puede ser descrito como alguien que causa mucha pena a su alrededor porque no hay disfrute que se pueda observar ni compartir.

Realmente, las emociones nos demandan un gran nivel de maestría para ser personas balanceadas.

¿Cómo andas al respecto? ¿Eres esclavo de ellas o eres un buen pintor que sabe dar luces y matices a tu vida a partir de ellas?

Consúltalo con tu reflexión, eso puede ser clave para tener una vida plena y feliz.

Feliz lunes

Prana Raquel Pascual
Psicoterapeuta Gestalt | Coach

Imagen http://www.energymuse.com/blog/himalayan-salt-bath-benefits/

1 comentario:

Yady. dijo...

Es una excelente reflexiòn.Gracias.