Hoy es la hillulá (del arameo הִלּוּלָא), que significa "festividad" o "celebración") de un famoso y renombrado kabbalista marroquí llamado Rav Avraham Azulay quien es conocido entre muchas otras cosas por su visión optimista y transformadora del mundo.
Nacido en Fez, Marruecos en el año 1570, siendo de una familia judía expulsada de España. Con una vida en la que tuvo muchas oportunidades de mirar la vida desde una perspectiva de desgracia o de milagro (en Fez de aquella época había intensas sequías, al salir de ahí en barco, este se hundió ante una gran tormenta mientras viajaba hacia Israel. DE dicho naufragio se salvó milagrosamente, libró la plaga de Hebrón huyendo a Jerusalén, a donde posteriormente también llegó la plaga...pero la libró. Aún con todo, él vio el lado luminoso que le salvó de todo aquello. Cuando la plaga terminó, el Rab Azulai regreso a Hebrón, donde vivió hasta el final de sus días.
Algo de lo que él hablaba era acerca de el año 5760 (2000 en el calendario gregoriano), como un año que abriría las puertas a un milenio de resurrección y restauración.
Azulai interpretó que durante la llegada del Mesías (la consciencia colectiva elevada), habría una coexistencia de experiencias opuestas. Algunos individuos experimentarían bendiciones y la eliminación del caos (Ashrei), mientras que otros enfrentarían tribulaciones indescriptibles (Oi). Esta dualidad refleja la complejidad de la experiencia humana y espiritual en tiempos de cambio.
La idea es que cuando las personas se alineen con su propia consciencia y comportamiento elevados, podrán contribuir a un Mesías colectivo, promoviendo así un cambio global hacia la luz y la eliminación del caos.
- Ashrei: Este término se traduce generalmente como "bienaventurado" o "feliz". En el contexto del Zóhar, sugiere una experiencia de bendición, paz y la eliminación del caos. Aquellos que se alinean con la luz y las enseñanzas del Mesías experimentarán una transformación positiva en sus vidas, disfrutando de un estado de bienestar y conexión espiritual.
- Oi: Por otro lado, Oi se traduce como "ay" o "dolor". Representa la tribulación, el sufrimiento y el caos que algunos individuos enfrentarán durante este tiempo de transición. A pesar de la llegada del Mesías y las promesas de redención, habrá quienes se resistan a estos cambios y continúen experimentando dificultades.