Continuamos con el estudio de Tetzaveh, la porción que habla de las vestimentas del Sumo Sacerdote.
El Rav dice que en el
momento en que comienzas a estudiar Kabbalah, obtienes las herramientas que
necesitas. Es como si estuvieran ya instaladas en tu cerebro, pero no puedes
acceder a ellas ni ejecutarlos aún: El problema más pequeño aparece y te abrumas
con tonterías. No tienes acceso a las respuestas.
¿Qué tienes que hacer para
tener acceso al conocimiento o las respuestas? Todos tenemos buena consciencia,
en el fondo. Creemos en la positividad. Nuestro problema está en el 1%, el
aspecto físico. Vamos creando capas que impiden que nuestra alma se manifieste tal como lo desea.
¿Qué pasa si una persona te
hace una pregunta y tu respuesta la lastima? No querías hacerlo, pero ¿qué
haces ahora? Cuando esto sucede, creas un caparazón en tu alma.
Cuando no hay
correlación entre tu acción y tu intención, creas una capa en tu alma. ¿Y qué
pasa entonces? Cuando quieras ejecutar o actuar la próxima vez, tienes que
penetrar tanto que incluso podrías pensar que no puedes hacerlo. Y esto agrega
MÁS capas. ¡Este ciclo hace que sigas ampliando la brecha entre lo que quieres
hacer y lo que haces!
Esta porción trata sobre
cerrar la brecha entre cuáles son nuestras intenciones / lo que creemos /
nuestros deseos y lo que manifestamos en este mundo.
Curiosamente esta porción, da continuidad a la anterior que decía que el tabernáculo tenía que ser de oro por dentro y por fuera, es decir, nosotros debemos de tener una coincidencia entre lo que pensamos y lo que actuamos, nuestros "ropajes", es decir lo que queda a la vista de los otros, debieran ser coincidentes con nuestra consciencia, pero eso demanda que estemos muy atentos y conectados a la Luz, lo cual nos es factible gracias a las herramientas que nos da la Kabbalah, amén de los actos positivos que son los que visten al alma.
De esto trata esta semana. ¿Qué puedes hacer para recordarlo? Te sugiero que esta semana, mientras te vistes, pongas una intención de vestirte de luz, de buenas intenciones, de cortesía de paciencia, de escucha activa, de atención. Literariamente hacerlo inyectando esa consciencia, incluso si te vas a poner unos jeans, pero anclar que tu conducta visible, debe ser justo reflejo de tu pensar: Ser como un sastre que viste tu pensar.
Feliz semana Comunidad
Prana Raquel Pascual
Coach de Vida y Carrera | Psicoterapeuta Gestalt
Basado en clase Ruth Rosemberg 2003