¿Has ido a un parque de diversiones?
Entonces has visto cómo aquéllos que se suben a la montaña rusa gritan a todo pulmón cuando bajan a toda velocidad para, una vez que acaba, volver a formarse.
Entre más grande, terrorífica y desconocida la montaña rusa, más larga la fila.
Hoy disfruta el paseo. Confía en que estás a salvo porque estás bien sujetado, conectado a tu fuente. Certeza en que sobrevivirás te ayudará a disfrutar del paseo.
Yehuda Berg
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Me he encontrado varias historias kabbalistas en las que un personaje no dice nada de lo que le está pasando hasta que llega con el Maestro que realmente puede ayudarle. Habitualmente esto lo hacen para no dar entrada alguna a la duda, que es una mala hierba que se da muy bien en cualquier corazón que apenas le de un terroncito para empezar con las incertidumbres y empieza a perder lo que era claro y prístino hasta antes de dejarlo tocar por nuestro temor.
Yo me he dado cuenta que cuando algo es muy importante para mi, cuando algo pone una demanda emotiva especial, suelo guardarlo en silencio.
Así lo he hecho cuando he decidido comprar mi primer auto, hacer el examen profesional (ahí me tuvieron que convencer de que me arrepentiría si no invitaba al menos mis papás), cuándo he ido a buscar un nuevo empleo, cuando me iba a mudar por primera vez por mi cuenta y en general en cada proceso que ha requerido de conservar pura mi energía de miedos y opiniones que me arrebaten de lo que de verdad estoy cultivando. Yo sabiendo la verdad en mi interior no quería distractor.
No necesito que ese brocado sutil que va sugiendo del telar de mis nuevas ideas se vea cuestionado o enjuiciado. No necesito al miedo porque nunca debes sembrarlo si no quieres cosecharlo en mayor abundancia.
Tu con Di-os y Di-os contigo, no puede pasar nada fuera de orden si le encargas a Él la historia. Así lo he entendido yo.
Como humana me puedo equivocar, puedo errar, pero he encontrado que cada noche puedo pedir a Di-os "lo pongo en Tus manos" ...si esto es lo mejor caminaré por la ruta que me marques.
.............................................Una pequeñita muestra del perfecto orden en una historia de la Torah, no importando tanto como se ve hacia afuera:
Cuando Isaac estaba a punto de dejar este mundo, el había perdido la vista. Puede uno preguntarse ¿Porqué un ser espiritual como Isaac tuvo que pasar por ser ciego?
...Porque si no lo hubiera sido, jamás hubiera podido dar su bendición a Jacob (Israel) quien ayudado por Rebeca disfrazó su brazo con una piel de un sacrificio de animal, fingiendo ser Esau, el primogénito que había cedido ya ese derecho.
Isaac sabía perfectamente que el presente no era Esau, sino el verdadero dueño de la primogenitura: Jacob.
En lo externo Issac se dejó engañar, pero en lo interno estaba claro.
Isaac sabía en lo interior que estaba dando la bendición a quien debía y que aún después de entererse del supuesto engaño dijo: ” ¡Yo lo bendije, y será bendito!” y se sostuvo.
Y de ahí, Jacob saltó a su nuevo destino que era abrir la ruta del espíritu a lo largo de los años para todo aquel que decida formar parte de la tribu de Israel (gente espiritual).
Disfruta el paseo. Confía en que estás a salvo porque estás bien sujetado, conectado a tu fuente. =)
Prana Pascual