El mes de Aries es el inicio del nuevo año lunar. En hebreo de llama “Rosh Jodashim” o cabeza de todos los meses. Debido a que es la semilla del año y el ADN de todos los meses venideros, nos ofrece la oportunidad de sembrar las semillas con nuestra conciencia para hacer profundo trabajo espiritual que suavizará nuestro viaje y facilitará nuestro camino para cambiar este año.
Leo es un signo fijo de
fuego. La energía de los signos fijos está concentrada y orientada, los signos
de fuego poseen el don de la creatividad, la inspiración y el liderazgo. El
signo de Leo es regido por el Sol, eso le da a Leo mucha energía y capacidad de
compartir con los demás, aunque a veces no sea por las razones correctas. El
lema de Leo es: “Deseo, luego existo”.
El arquetipo de niño
interno de Leo se conforma con la satisfacción a corto plazo del ego en vez de
la plenitud a largo plazo del alma. Espera y exige ser amado, admirado e irá
muy lejos por conseguir esa validación. Patalea y responde con enojo cuando no
satisfacen sus necesidades. El arquetipo de niño interno de Leo dice: “¡Mírame!
¡Importo! ¡Soy relevante!”.
Todos tenemos un poco del
arquetipo de niño interno de Leo en nuestro interior. Quizá queremos responder
agresivamente cuando alguien nos rechaza o quizá nos provoca hacer un berrinche
cuando nos ignoran por completo. Cualquiera que sea el caso, lo importante es
no juzgar a nuestro niño interno. De hecho, el reconocimiento libre de juicio
de nuestro arquetipo de niño interno de Leo puede motivarnos a buscar una
conexión con nuestra esencia espiritual, la cual no necesita validación externa.
Conciencia del día: Resiste
buscar reconocimiento o elogios. Usa tu poder para servir a los demás en lugar
de usarlo para que los demás te sirvan a ti. Conéctate con la Luz de tu alma a
través de la verdadera humildad.
Karen Berg
Publicado y editado por Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach