jueves, 10 de julio de 2025

La plaga actual


En la porción de Balak (Números 22–24), Balak, rey de Moab, nunca habla directamente al pueblo de Israel. Sus palabras y acciones están dirigidas a Balaam (Bilam), el profeta/sabio extranjero al que contrata para maldecir a los israelitas.

Balak nunca enfrenta ni se dirige al pueblo directamente; su intento es manipular la realidad espiritual a través de la palabra de otro.

Pero no pudieron. Ni con la fuerza de la manipulación, ni con el poder de la mala palabra ni del mal de ojo. No pudieron. ¿Por qué?

Desde la perspectiva kabbalista y de los comentaristas, esto se debe a que la fuerza espiritual de Israel en ese momento era muy elevada: su campamento estaba en unidad, modestia y conexión con la Luz divina. Por eso, “no hay hechizo ni adivinación contra Jacob” (Números 23:23).

Sin embargo, los que están enconados, normalmente no se conforman rápidamente, y tienen la fuerza de seguir en sus intentos, sabemos que el Oponente nunca se cansa.

Pues bien, entonces al ver que de manera externa no podían generarles daño repensaron cómo destruirlos: Balaam, al no poder maldecirlos directamente, aconseja a Balak corromperlos desde adentro. Sugiere seducir a los israelitas con mujeres y hacerlos participar en idolatría, así debilitando su protección espiritual y provocando que ellos mismos se hagan daño y pierdan la bendición divina.

Pongamos mucha atención aquí porque muchas veces la bomba estalla desde adentro en nuestras vidas. Cosas que creemos, paradigmas que no retamos, distracción en observarnos, falta de auto inspección...y nosotros tenemos el disparador para que el Oponente pueda contaminarnos y si puede destruir, lo hace.

La inconsciencia, la falta de conocimiento de uno mismo, motivadores ocultos instalados en algún otro momento de nuestras vidas (introyectos que creímos y nunca resolvimos: "No soy suficiente", "Me lo merezco aunque no haya hecho nada para ganarmelo", "Si no quiero hacerlo no tengo que hacerlo".

De este último quiero mencionar algo muy notable que estoy percibiendo en mi consulta: la dominación del principio del placer.

La generación de padres de jóvenes actuales parece que sufrieron mucho que sus papás les exigieran que ayudaran en la casa, o estudiaran para la escuela, o levantaran su ropa, hacer sus tareas, saludar a las visitas, cosas "muy dramáticas" (lo digo con ironía😑). Entonces educaron ahora a sus hijos a "Si no quieres hacer algo, no lo hagas" (sigue tu principio del placer), pero llevado al extremo. y ahí ha estado la clave. "Solo haz lo que te genere placer"... ¡Error!

Pero ¿Qué creen? Que la fortaleza de perseverar, de esforzarse, de ganarse las cosas para merecerlas, no ha dejado de ser necesaria para vivir, especialmente en la adultez. ¿Qué estoy observando ahora? Mucha gente que no tienen ni la mínima fuerza de voluntad para levantarse de un sillón 😟

Gente que piensa que nunca debió de haber sido reconvenida por nadie (ni siquiera para educarlos) y despreciaron a sus maestros. Hoy no toleran que nadie les diga nada...ni por su propio bien. Y se encuentran en un estado de cero deseo porque el deseo es potente gracias a que hay que conquistarlo.

Si me impresiona que ya comienza a ser más frecuente que la queja no es "mis papás me exigieron mucho", sino decir: mis papás fueron totalmente lindos y condescendientes...y ahora la consecuencia es una falta de fortaleza para hacer casi cualquier cosa, incluso salir de la cama 😰

La fortaleza, el tesón, la persistencia, la capacidad de esforzarse y ganar lo que se quiere no ha tenido nutrición. Desde que comenzamos (como generación), a pensar que "educar es agredir su individualidad", hemos minado a muchos de los miembros de la siguiente generación para ser perfectamente derrotados antes de siquiera comenzar la batalla.

¿Qué podemos hacer ahora para corregir ya que la ignición desde el alma y el corazón la han extinguido a base de cumplir absolutamente todos los deseos, y que la idolatría por tener en lugar de ser, se volvió la plaga de la depresión y la falta de sentido de vida?

Primero que nada tomar consciencia, reconocerla. 

¿Qué reflexionas?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Imagen https://www.bitbrain.com/es/blog/rehabilitacion-cognitiva-depresion


miércoles, 9 de julio de 2025

La ceguera espiritual

El día que un animal habló y quedó registrado en la Biblia - Revista Vive

Dentro de la historia de Balak y Bilaam hay un episodio muy conocido pero especialmente notable e importante en su mensaje.

Bilaam invitado por Balaak para ir a maldecir y debilitar a los israelitas, pregunta primero a Di.os si tiene aprobación para hacerlo, y la respuesta había sido NO.

Lo repetiré: Ya había sido NO.

Pero insistió. El ego de Bilaam si quería las recompensas y el reconocimiento que esto le reportaría en lo terrenal, e insistió. Di.os le permitió ir con la condición de que solo hiciera lo que Él le indicara.

En el camino, un ángel se interpuso en su camino, ya Di.os vió que la intención de Bilaam seguía siendo la de maldecir y de ganar la recompensa.

Lo notable de la situación es que él, el gran profeta, fue incapaz de ver al ángel en su camino, y fue su burrita quien lo pudo ver y desviarse del camino para proteger a Bilaam. Este al ir tan cegado en su ego, ni ve al ángel, ni ve la intención noble de la burra, lo cual desató la ira de Bilaam quien la empezó a golpear.

Aquí sucede una de las situaciones más particulares de la Biblia: un animal hablando.

La burra le dijo a Bilaam: “¿Qué te he hecho para que me pegues tres veces?” Luego agregó: “¿No soy yo tu burra, en la que has montado desde siempre? ¿Acaso alguna vez te he hecho algo así?” Bilaam respondió que no, y la burra le reprochó que lo estaba golpeando sin razón.

El episodio resulta desconcertante pero muy claro en sus mensajes:

La percepción espiritual no depende del estatus o el conocimiento: Balaam, a pesar de su reputación de profeta, estaba espiritualmente ciego en ese momento, mientras que su burra, un animal humilde, pudo ver lo que él no. Esto subraya que la percepción espiritual requiere humildad y apertura, no solo conocimientos o títulos.

Balaam estaba tan enfocado en su deseo de reconocimiento y recompensa que perdió la capacidad de percibir la voluntad divina y las señales a su alrededor. La historia advierte sobre el peligro de dejarse llevar por intereses personales y no por la verdad o la misión espiritual auténtica.


Aquí podemos reflexionar de la necedad con la que operamos ocasionalmente, de no querer escuchar porque no nos conviene (a nuestros intereses personales), o no nos gusta la respuesta que obtenemos porque nos frustra alguna intención personalísima; habla de que podemos llegar a ser incluso desagradecidos con animales y gente que solo ha sido positiva hacia nosotros en esos momentos de egoísmo. Habla de que hasta los animalitos están por encima espiritualmente de alguien que tiene esas intenciones destructoras y maliciosas y tercas.


Espero que esta lectura llegue a tiempo si estás cegándote ante algo que necesita de tu consciencia despierta.


Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt


Fuentes varias (El Centro de Kabbalah etc.)

Imagen https://revistavive.com/el-dia-que-un-animal-hablo/