La porción de Miketz va cada vez más acercando el momento en que se cumpla el círculo que llevaría a los hermanos de Yosef al reencuentro, a que lo que estaba destinado a ser, no importando que ruta se tomara.
Yosef había soñado algo que no fue para ofender, él simplemente soñó que era una espiga más alta y que las otras, que representaban a sus hermanos, se inclinarían ante él, y esta porción va generando el escenario para esta manifestación.
Una vez más, la conexión de Yosef con ese mundo onírico se estaba manifestando en la realidad física, no importando los muchos años que habían pasado ya.
Un sueño no es voluntario como tal; ninguno de nosotros planeamos que vamos a soñar.
De acuerdo a la Kabbalah, el sueño permite que el alma se desprenda del cuerpo y ascienda a su fuente celestial. Durante este estado, el alma puede experimentar visiones y encuentros que son inaccesibles en la vigilia, facilitando así una conexión con lo divino. Este fenómeno es considerado un medio para comunicarse con otras dimensiones, donde los sueños pueden ser vistos como un canal de comunicación entre el soñador y lo sagrado.
Es importante mencionar que Yosef es una carroza que representa a la dimensión espiritual de Yesod, es decir, la que está justamente por encima de Maljut, el mundo físico. Es verdad que está arriba y que es la que nos conecta al resto del árbol espiritual que son nuestras potencialidades.
Al decir que Yosef es una carroza, quiere decir que abrió la posibilidad para los demás seres humanos para entrar en contacto con esa opción. No solo con la de contactar con el sueño, sino que también es el canal de la Prosperidad.
Yosef pudo ver cómo operar en el mundo físico deliberadamente para un bien masivo, no solo a su favor; para no estar sujeto obligatoriamente a un destino aciago, es decir, aunque realmente la condición externa traería primero las vacas gordas, es decir, la posibilidad de ser generativos en fertilidad, en cierto momento, también llegaron las vacas flacas que fueron las que detonaron la necesidad de administrar adecuadamente y no solo eso, también la de que los demás vinieran a solicitar ayuda y por tanto cumplir con la reunión destinada a ser, creo una necesidad, sin la cual muchas veces los humanos no nos moveríamos.
La presencia de Yosef nos da la oportunidad como personas de tener estas mismas prerrogativas, tener restricción, tolerando los tiempos de ciertos procesos, pero sin elevación del ego, sino de la humildad.
Creo que uno de los grandes escalones a subir en este caso es no confundir la autoestima con soberbia. Si logras ver que tu potencial está al servicio de todos, y la de los demás a su vez te beneficiará, verás que el sistema es de benefactores en común.
Yosef realmente tenía esta capacidad de conectar Majut con las dimensiones más sutiles, así como - siendo hijo de Rajel, el Reino, pudo ser el resultado del preciado el amor entre Jacob y Rajel, el potencial de que ambos mundos -físico y espiritual-, estén en comunión.
Felices fiestas en las que justamente un ser de Luz se encarna en este mundo entre el Espíritu Santo y una mujer pura, trayéndonos la esperanza de que todos podemos participar de esta comunidad divina.
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt
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