MIÉRCOLES, 27 DE OCTUBRE DE 2010
El orgullo se interpone en el camino cuando nos decimos a nosotros mismos que somos fuertes y que no deberíamos cargar a los demás con nuestros problemas. Pero estos pensamientos promueven el vacío, aislamiento y separación de los demás y de la fuente de toda alegría.
Aprender a resistir la tentación de aislarse requiere un poco de práctica, pero el resultado puede ser milagroso. Al contestar el teléfono, acompañar a un forastero a un café o ayudar a alguien necesitado, rompemos el ciclo. Estas pequeñas medidas proactivas de comprometerse con los demás nos re-conectan inmediatamente con la Luz a través de ellos y con el amor del universo.
El orgullo se interpone en el camino cuando nos decimos a nosotros mismos que somos fuertes y que no deberíamos cargar a los demás con nuestros problemas. Pero estos pensamientos promueven el vacío, aislamiento y separación de los demás y de la fuente de toda alegría.
Aprender a resistir la tentación de aislarse requiere un poco de práctica, pero el resultado puede ser milagroso. Al contestar el teléfono, acompañar a un forastero a un café o ayudar a alguien necesitado, rompemos el ciclo. Estas pequeñas medidas proactivas de comprometerse con los demás nos re-conectan inmediatamente con la Luz a través de ellos y con el amor del universo.
Yehuda Berg
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La porción en la que estamos se llama Chayei Sarah, la vida de Sarah, lo cual es un poco irónico desde el punto de vista del 1% (el mundo material) porque justo comienza en el momento que Sarah está muriendo.
Y si, curiosamente hay eventos en la vida que nos parecen desafortunados y que quisiéramos literalmente para al mundo para poder bajarnos. Ese es mal momento para decidir, ese consejo me lo daría a mi misma si hoy estuviera en una circunstancia muy incómoda.
Habitualmente la Kabbalah nos señala que dejemos pasar tres días de la situación que estemos viviendo, tienes tres días para llorar y después hay que ponerse los pantalones largos y volver a tomar la ruta.
Yo entiendo bien que hay momentos en que te dan ganas de soltar todo y darse por vencido...quizás eso es lo que quiere tu Satán personal que hagas. Aguanta un poco, deja que entre la calma nuevamente y trata de ver que señales estás recibiendo.
Me pongo a pensarlo porque siendo Estudiante de Kabbalah, no estas nunca exento de que a ti también se te venga encima la vida, ja, no, para nada. Cualquier camino que te prometa que no va a costar esfuerzo, desconfía.
Pero observa. Tienes que seguir esforzándote, procurando compartir con los demás, siguiendo en tu linea espiritual a pesar de todo.
En este mismo "capítulo", Abraham llora a Sarah y busca el lugar para enterrarla, y es así que da con una cueva en Gevrón, que dicho sea de paso, es la conexión que existe en este mundo físico con espiritual, el nombre viene de Givrún, puente.
En esa cueva Adán se le revela a Abraham y entonces el sabe que ese es el lugar para enterrar a su esposa. Por supuesto el dueño del terreno que contenía la cueva jamás lo había visto...esto pasa porque se dice que el verdadero valor de las cosas se revela sólo al verdadero dueño.
La otra señal de que algo es tuyo es que a través de ti, eso va a tener una elevación.
El hombre que no veía el valor, quería regalarle la cueva, pero Abraham no la acepta regalada...el sabía que debía valorarla y paga por ella.
Varias lecciones de esto, 1) llora, pero no te instales en la lamentación, tienes que volver a la vida 2) lo que es tuyo, lo es, asumo que igualmente se comprende que lo que no, no, así que no temas. Lo que te pertenece así será y lo que no hay que dejarlo ir. 3) Nunca abarates lo que debes de valorar, lo que debe ser elevado.
Esa es mi comprensión de hoy.
Se vale ser humano, a veces entristecerte, pero no olvides que siempre que llovió, paró.
Haz lo que esté hoy a tu alcance para volverte a conectar...aún si se trata de postear tu blog un poco más tarde ¡Ups!
Feliz día
Prana Pascual
Imagen: www.fbc.org