martes, 29 de octubre de 2024

Indolencia

Ayer me encontré un fragmento de un libro de Ray Bradbury que me parece muy interesante para compartir aquí en el blog:

"Cuando te mueras, todo el mundo debe dejar algo detrás, decía mi abuelo. Un hijo, un libro, un cuadro, una casa, una pared levantada o un par de zapatos. O un jardín plantado. Algo que tu mano tocará de un modo especial, de modo que tu alma tenga algún sitio adonde ir cuando tú mueras, y cuando la gente mire ese árbol, o esa flor, que tú plantaste, tú estarás allí. No importa lo que hagas – decía – en tanto que cambies algo respecto a como era antes de tocarlo, convirtiéndolo en algo que sea como tú después de que separes de ello tus manos. La diferencia entre el hombre que se limita a cortar el césped y un autentico jardinero esta en el tacto. El cortador de césped igual podría no haber estado allí. El jardinero estará allí para siempre”.

—Farenheit 451, Ray Bradbury

Esta semana estamos leyendo y tratando de aprender las lecciones de la porción de Noah quien como sabemos, a pesar del gran trabajo que hizo construyendo un Arca y metiendo en ella una pareja de todos los animales para preservarlos, nunca lo podremos considerar nuestro mejor ejemplo para ser como él ¿Por qué?

Aunque es verdad que para dicha época Noé (Noah en hebreo) era el más justo de su generación, misma que andaba muy depravada, el escuchó al Creador decir que los destruiría, pero ante esos anuncios muy anticipados (fueron muchos años entre que El Creador dijo esto, y en lo que de verdad mandó el Diluvio). Noé solo escuchó y se quedó impávido. Para cuando Di.os le indicó construir ya el Arca ¡¡Pasaron otros muuuuchos años!! ¡¡Imagínate cuánta madera y piezas tuvieron que generarse para lograr una nave de esas dimensiones!! Pero el solo hizo lo que se le indicó, con las instrucciones que recibió. 

Podríamos pensar que fue una ganancia, él si pudo seguir la instrucción exacta de HaShem, no como su previa reencarnación Adán que desobedeció. Noah estuvo un pasito más corregido que su previa versión, sin embargo, hasta ahí se quedó.

Como quien es aún un carácter muy infantil que solo hace lo estrictamente necesario para existir, el hizo apenas lo necesario. Siguió la instrucción simple sin capacidad de cuestionarse que más se podría requerir. "Van a arrasar con la humanidad..." "Ah, bueno, OK" 😶

Esta semana podemos cuestionarnos si pecamos de indolentes, de tener poca iniciativa, de ser más niños que adultos, de ser tan simples que realmente no movamos la agua de nada ni de nadie si dejamos de existir.

Reflexiona. ¿Eres un Noé que solo hace lo indispensable para sobrevivir?

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Fuente del texto: encontrada en Facebook

Imagen https://pendulo.com/libro/fahrenheit-451_407607

lunes, 28 de octubre de 2024

Salir de la zona de confort


En hebreo, la palabra Nóaj (Noé) significa “estar cómodo”. Esto ya debería darnos indicios sobre la energía que está presente en el cosmos esta semana y cómo podemos crecer a nivel espiritual gracias a ella.

En la Torá leemos: “Pero la tierra se había corrompido delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Dios miró a la tierra, y vio que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra”.

En el tiempo de Nóaj la gente del mundo realizaba muchos actos que la habían separado de la Luz del Creador, pero si tuviésemos que resumirlo en una sola palabra sería: comodidad. Se habían rendido con respecto a seguir el camino espiritual. Querían algo más fácil.

Una de las cosas que aprendemos en nuestras clases en el Centro de Kabbalah es que no podemos obtener un progreso espiritual cuando permanecemos en nuestra zona de confort; cuando buscamos la salida fácil y satisfacemos nuestro ego en lugar de escuchar los anhelos de nuestra alma.

Salir de nuestra zona de confort para poder avanzar a nivel espiritual significa algo distinto para cada uno de nosotros. Por ejemplo, una persona que tiene naturaleza combativa, que siempre trata de plantear sus argumentos y enfrentarse a los demás, quizá necesite sentirse un poco incómoda al calmarse y permitir que los demás ejerzan su voluntad sin ella tener que interponerse. Por otro lado, una persona que es propensa a permitir que los demás la pisoteen, haría un avance espiritual al expresarse y defenderse.

Los sabios nos enseñan que el diluvio que ocurrió en la generación de Nóaj lleva su nombre. ¿Por qué el Creador nombraría un desastre de esa magnitud como una persona justa? Porque incluso para Nóaj, el hombre más justo de su generación, había más trabajo espiritual por hacer. Puede que Nóaj haya hecho todo lo que el Creador le pidió que hiciera. Puede que haya recitado todas sus oraciones, pero no lloró por quienes estaban destinados a morir en las aguas crecientes.

Durante los próximos siete días hay una energía en el cosmos que puede guiarnos hacia una nueva dirección. Esta semana, tenemos la capacidad de salir de las limitaciones que nosotros mismos nos creamos y dar nuestro primer paso hacia un nuevo mundo grande y hermoso. Todo lo que se necesita es que salgamos de nuestra zona de confort y vayamos en dirección a nuestro crecimiento espiritual.

El Centro de Kabbalah Internacional

https://www.kabbalah.com/es/articles/leaving-the-comfort-zone/