En el prólogo a las Diez Emanaciones Luminosas, Rav Áshlag cita a los sabios de la antigüedad y escribe: “Él creó los Mundos para beneficiar a los seres que Él creó porque la naturaleza del bien es hacer el bien” (And you shall choose life, página 6).
Todo el universo físico fue creado únicamente para que nosotros disfrutemos la energía maravillosa y divina del Creador. Pero ¿disfrutamos de esta energía todos los días? ¿Todo el tiempo?
En otro escrito antiguo (La Mishná) nos
recomiendan que cada uno de nosotros debería pensar: “Todo el mundo fue creado
para mí”.
Esto no quiere decir que usemos el mundo indiscriminadamente sin pensar en nadie más, se refiere a que este mundo es suficiente para cada uno de nosotros, es perfecto en su unicidad: Significa que el mundo, tal y como fue creado, es perfecto para mí y todo mis compañeros.
Todos los recursos que alguna vez necesitaré para llevar a cabo el trabajo que vine a hacer a este mundo ya se encuentran en el planeta. Todo el entorno que necesito para completar mi tikún (corrección) fue creado perfectamente para satisfacer mis necesidades y darme cualquier tipo de provisión que necesite en mi vida. En la naturaleza, tal y como fue creada, podemos encontrar la cura para las enfermedades y padecimientos y también para crear y transformar lo que necesitemos para tener una vida magnífica. En mi guion de vida también estarán los retos y las personas que vamos a necesitar, la oportunidades que requerimos y como solventarlas.
Este es el Génesis. Entremos al mundo nuevamente con cuidado y con aprecio. Es nuestro tesoro para esta encarnación. Tengamos gratitud.
Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta - Coach
Basado en clases de El Centro de Kabbalah Internacional
Imagen https://tendencias21.levante-emv.com/descubren-como-el-cerebro-pinta-la-belleza-del-mundo.html
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