domingo, 22 de abril de 2012

Del 22 al 28 de abril de 2012. Permanece agradecido

Del 22 al 28 de abril de 2012

En 1970, Janis Joplin, en una de mis canciones favoritas, escribió lo siguiente: “¿No pareciera ocurrir siempre que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes?”.

Tiene razón. Tristemente, sólo cuando las personas salen de nuestra vida es que las vemos por quienes realmente eran y lo que tenían para ofrecernos. Esto no sólo es cierto para las personas, sino para muchas otras cosas. ¿Cuántos de nosotros no rezamos por salud sólo cuando ésta se ve en juego, o por sustento económico cuando nuestras cuentas bancarias están bajas? Con mucha frecuencia, sucede que comenzamos a apreciar lo que tenemos sólo cuando comenzamos a perderlo.

La apreciación puede ser una herramienta poderosa para conservar nuestras bendiciones y una conexión fuerte con la Luz.

En algún momento existieron muchos tzadikim (personas justas) en el mundo, pero muy poca gente les prestó atención. Cuando el gran kabbalista del siglo XVI, Rav Isaac Luria (El Arí), estaba vivo, no todos sus paisanos de Safed se acercaban a escucharlo hablar. Pero cuando él abandonó este mundo, todos pensaron: “Él vivía entre nosotros, en nuestra ciudad, ¡y ni siquiera nos dimos la oportunidad de conectar con él!”. Al igual que el Arí, el maestro de mi padre, Rav Brandwein, y su maestro, Rav Áshlag, no tuvieron muchos estudiantes. Hoy día, gracias al trabajo de mi padre y mi madre, Rav y Karen Berg, en el esfuerzo de hacer que esta sabiduría estuviera disponible para las masas, ¡esos maestros tienen muchos más estudiantes ahora de los que tuvieron cuando estaban vivos! Mucha gente de esa generación dijo que si tan sólo se hubiesen dado cuenta de cuán grandes eran estos maestros cuando estaban vivos, habrían estudiado con ellos.

Cuando apreciamos, podemos experimentar la bendición. Cuanto más agradecidos seamos por algo, más potencial tenemos de sentirnos plenos a través de ello. La apreciación verdadera y profunda es la realización.

Los kabbalistas tienen una oración llamada Modé Aní, la cual recitamos cada mañana tan pronto como abrimos los ojos. En su traducción, las palabras modé aní significan “doy gracias”. Deberíamos buscar despertar nuestra apreciación por el aire que respiramos, por estar aquí para vivir, amar y aprender un día más.

Permanecer agradecidos.

Es más fácil enfocarnos en lo que no tenemos en nuestra vida en lugar de estar agradecidos por todas las bendiciones que tenemos. Esta semana, hay una energía disponible en el cosmos que nos permitirá ir en contra de nuestra naturaleza y escoger ver las bendiciones, para así permanecer conectados con todo lo que es bueno en nuestra vida.

Todo lo mejor,
Yehuda

Hemos cambiado de Luna, ya estamos en el mes de Tauro, el mes de la sanación. Hagamos consciencia que es hemos dejado a Aries atrás y tenemos la energía más estable y calma de Tauro, aunque seguimos en Omer, así que vamos a ver el trabajo que comenzará hoy por la noche. Hoy ya estamos en la séfira de Tiferet, a ver que tal andamos de balanceados, de armonizados. :) y en la noche empzamos con Guevurá de Tiferet.

Domingo por la noche, 22 Abril, 2012
1 Iyar, 5772
16 días del Omer
Segundo Día de la Tercera Semana: Guevura de Tiferet
"Hoy es dieciséis días, que son dos semanas y dos días del Omer".

 




Guevurá de Tiferet
Disciplina en Compasión
Para que la disciplina sea efectiva y sana precisa ser metódica y focalizada, Requiere discreción tanto en la medida de la compasión como en cuanto a hacia quién es dirigida. Es reconocer cuándo la compasión debe ser expresada y cuándo retenida o limitada. Disciplina en la compasión es saber que ser auténticamente compasivo exige a veces retener la compasión, porque ésta no es una expresión de las necesidades de quien otorga sino una respuesta a las del receptor.

*¿Soy más compasivo con extraños que con los más cercanos a mí? Si es así, ¿por qué? *¿Proviene la compasión de la culpa? *¿Mi compasión por los demás compromete mis propias necesidades? *¿Estoy ayudando a los demás a expensas de ayudarme a mí mismo? *Quizás lo cierto sea lo contrario: ¿mi compasión por mi familia y por quienes están cerca de mí eclipsa las necesidades de los demás?

*¿Es mi compasión impulsiva y descuidada? *¿Evalúo su medida necesaria para una determinada situación? *¿Es proporcional a las necesidades del receptor? *¿Puedo estar hiriéndolo con ella? *¿Abruma a los demás? ¿Es respetuosa? *¿Doy demasiado, o demasiado poco? *¿Se aprovechan otros de mi naturaleza compasiva?

*Cuando veo una persona necesitada, ¿expreso impetuosamente compasión como resultado de culpa o piedad, sin ninguna discreción? *¿Cometo el "delito" de compasión ayudando a alguien con algo dañino (dándole dinero para comprar una sustancia nociva, etc.)? *¿Me aboco a la tarea de determinar las necesidades de esta persona y a ayudarle de la mejor manera posible?

EJERCICIO DEL DÍA:
Expresa tu compasión de manera focalizada y constructiva teniendo en cuenta las necesidades específicas de alguien.

Info del Omer jabad.org


2 comentarios:

ZATZA dijo...

Bueno, creo que estoy en un proceso... he intentado actuar con compasión hacia los otros. Me doy cuenta que es una responsabilidad. Pero he cometido el error de dar esa compasión desde la culpa.Por no ser compasivo o por no dar a otros he generado un impulso nervioso de dar. Gran error, lo sé. Pero paradójicamente jejeje no me siento culpable por esa equivocación. Entiendo que es natural errar en estos procesos, confundir culpa con compasión, es algo que simplemente he de superar, siendo en principio consciente de ello. Ahí vamos... que D-ios me ayude, que me permita y enseñe a ayudar a los otros verdaderamente.No desde una base reactiva sino por amor a los demás.

Anónimo dijo...

grab cosa darse cuenta!!!!!!

felicidades =) y abrazo ;)

Prana