domingo, 21 de diciembre de 2008

Escucha, no hables. Diciembre 21, 2008.

DOMINGO 21 DE DICIEMBRE DE 2008
Cuando nuestros seres queridos y nuestros amigos se nos acercan con sus problemas, pensamos que debemos arreglarlos ahí mismo. Sin embargo, si les ofrecemos un oído atento, la respuesta viene a menudo por si sola.

Hoy, muérdete la lengua y resiste hablar compulsivamente. Sé simplemente un hombro firme, un oído abierto y un corazón cálido.


Yehuda Berg

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Mi servicio social estuvo dedicado al psicodiagnóstico infantil. Cada tarde de ese semestre la dediqué "muy propia" con mi batita blanca a acudir a un hospital para escuchar a los niños y a las mamás de los niños, tratando de guardar en mi mente cada información que me daban. Cuando por el pasillo alguno de "mis pacientes" me llamaba "¡Doctora!" esbozando una gran sonrisa, yo volteaba por detrás de mi hombro para ver a quien estaban llamando...¡AH! ¡¡Es a mi!! ...La doctora ....¡SOY YO! ¡¡Diantres!! ja ja ja


A los 20 ¿Quien se siente capacitado para decir a una mamá como cuidar a un hijo con tendencias a la piromanía, o con tricotilomanía, o que camina por las cornisas desafiando a la gravedad cada vez que se le pierde de vista...?¿Quien está listo? ¿Quien para una mamá llorando por el tumor de un hijo que se conjunta con el maltrato familiar? ¿Quien? ¿Quien está listo para que una madre te confiese que ella no quería a su hijo? ¿¿¿Quien??? ¿Quien para ver una crisis de ausencia en un pequeñito de apenas cuatro años que se queda en una frase y después pierde todo un minuto de conversación porque parece que su alma se fué a alguna otra parte? ¿Diganme quien está listo para que sin esa experiencia pueda solucionar cada uno de esos trastornos que impactan en médula a cada uno de esas pequeñas vidas y las de sus familiares?


Ciertamente después de la experiencia hay quien, pero a esa edad en la que a duras penas has acabado tu de salir de tu propia adolescencia y definitivamente no aún de tus propios retos parecía un abismo difícil de salvar...y sin embargo para mi amiga Claudia y para mi --que compartimos ese reto-- fue aprender que la verdadera vocación del psicólogo no está en la erudición (ayuda, pero no), sino en la atención y la disposición a estar. Estar cada minuto de la sesión, atentas, cada instante pendientes, cada segundo empáticas, era por lo que las mamás que nos conocieron no tenían empacho en decirnos "doctoras" sin notar el rubor en nuestras mejillas por sentir el título enorme para calzar nuestros pies...pero cuando veiamos, a nuestros pequeños "pacientitos" correr hacia nosotras a abrazarnos...creo que después de todo no lo hicimos tan mal... =)
Que tengas un domingo lleno de sol en tu corazón ¡Besos!

Prana Pascual

¿Quieres conversarlo? afinaciones@gmail.com

Imagen: te.acuerdas.de/img/doggie_vieja.jpg


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