domingo, 7 de diciembre de 2025

Relación de Tiferet y Yesod


Estamos en la semana de Vayeshev donde ya coexisten dos grandes gigantes espirituales Jacob (Yaakov) / Israel y Yosef su hijo.

La mayor lección espiritual de la Parashá Vayeshev, desde la perspectiva kabbalista, es el equilibrio en la Columna Central (Tiferet y Yesod), representada por Yaakov y Yosef, que nos enseña a transformar el deseo egoísta de recibir en un vehículo para compartir Luz divina, integrando lo material y lo espiritual sin rechazar ninguno.

Yaakov encarna Tiferet, el equilibrio superior que eleva los deseos reactivos hacia la revelación de Luz, mientras Yosef, como Yesod (fundamento), canaliza esa abundancia espiritual al mundo físico, permitiendo que ambos extremos —ego y compartir— coexistan armónicamente. Esta dinámica explica los celos de los hermanos y la venta de Yosef: no como drama literal, sino como tikkun (rectificación) para preparar el exilio y la redención en Egipto.

Como veremos, la Torah no es la colección de cuentos per se, ni los personajes son meros inventos, cada uno tiene un orden de aparición y la relación entre ellos no habla de favoritismos humanos del ego, sino relaciones entre los atributos desde arriba hacia abajo.

Yosef era este hijo que consolidaba todos los atributos previos de los otros hermanos, ya que es Yesod, el representante de la séfira que habla de este grifo donde toda la Luz está a punto de descender a Maljut, es como si fuera una zona de confluencia de todo lo que aporta cada séfira (representada por todo los hermanos anteriores), y es justo la que está en la columna central, el balance entre derecha e izquierda, es decir lo que hablamos de nuestra búsqueda permanente del Balance entre el dar y el recibir.

Quizás con esto logremos resolver un poco el choque que da que Yaakov tuviera tanta preferencia por Yosef...son la misma naturaleza pero un nivel más cercano a la materialidad que finalmente descenderá al mundo como PROSPERIDAD en todos los sentidos.

Feliz domingo Comunidad

Prana Raquel Pascual _ Psicoterapeuta Gestalt

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Imagen https://psicologiaycabala.com/cabala-y-reiki-sinergia-de-autosanacion-y-equilibro/

viernes, 5 de diciembre de 2025

Decodificar el orden de los factores


Como hija mayor de Labán, Leah estaba destinada a casarse con Esaú, el hijo mayor de Isaac. Su hermana menor, Raquel, estaba destinada a casarse con el hermano menor, Jacob. Pero Leah no podía soportarlo. No podía imaginar la vida casada con un hombre malvado, idólatra e inmoral. Así que oró como si su vida dependiera de ello. De hecho, el versículo dice: "Los ojos de Lea estaban tiernos". Rashi explica que tenía los ojos enrojecidos por el llanto. Lloró y oró a Di.os para que cambiara su realidad, y su oración fue aceptada. No solo no se casó con Esaú, sino que se casó con Jacob incluso antes que su hermana.

Pero desarrollemos el concepto de Leah como una representación de Binah, el entendimiento, no solo como mujer sino como concepto.

Ambas hermanas son las representaciones de dos aspectos distintos de la divinidad. Leah representa lo no revelado, el mundo más mental o de las ideas, Raquel por su parte es la representación de la belleza del reino terrenal, una cosa es la idea y otra muy distinta la manifestación.

Según las enseñanzas del jasidismo, la fuente espiritual de Leah provenía de un nivel oculto de Divinidad ( alma de'itkasya ), correspondiente al pensamiento, que es oculto. La fuente espiritual de Raquel, en cambio, provenía de un nivel más revelado de Divinidad (alma de'itgalya ), correspondiente al habla, que es revelada. Parece que si Jacob estaba destinado a ser el Patriarca de la corrección de la columna central, el que instauraría de lleno el concepto de la restricción como la fuente de las bendiciones, no podía casarse primero con el aspecto ya manifestado, tenía que primero casarse con la espiritualidad para después dar una descendencia en la tierra, pero ya de gente con los atributos espirituales. Esta "operación", establece el orden de que primero hay que entender y después manifestar, so pena de que si no hay reflexión, introspección, auto conocimiento, se manifestará apenas el impulso más primario, pero en cambio, refinarse antes de intervenir en el mundo, asegura que los frutos de la tierra sean más exquisitos.

Leah aporta seis hijos al árbol espiritual: Rubén con la misericordia, Simón el juicio severo y la fuerza correctiva, Leví, la armonía y el servicio, Judá, victoria y linaje, Isacar, esplendor intelectual y estudio profundo y Zabulón apoyo material para el estudio espiritual.

Ellos nacen primero y con Yosef hijo de Raquel nace ya consolidando todos esos atributos anteriores, y Benjamín representa la manifestación terrenal de la realeza, es decir así es el orden para que logremos hacer de este un reino material pero de origen espiritual.

Interesante como nos establecen el orden de como bajar la Luz en un orden armónico hasta nuestras vidas. Y esta es la historia oculta entre este aparente triangulo amoroso entre Jacob, Leah y Raquel. Como veremos, decodificado el código, si tiene sentido.

Shabbat Shalom

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

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Imagen https://www.chabad.org/library/article_cdo/aid/5971660/jewish/Learn-From-Leah-How-to-Pray-and-Change-Your-Destiny.htm