Dice el Zohar que sólo pasa en el reino humano que no tenemos instinto natural contra el fuego, que en lugar de temerle, o apartarnos como dictaría el instinto de los animales, nos acercamos, buscamos domesticarle y hasta jugar con él, lo cual por supuesto no nos previene de poder quemarnos.
Este comentario se refiere a que como humanos, tenemos la potestad de hacer cosas que no debemos, no siempre funcionamos con respecto a un instinto de supervivencia.
Los humanos tenemos este intersticio entre La Luz y La Oscuridad que de alguna manera nos vuelve híbridos, tenemos naturaleza de dar, pero también de tomar, tenemos buenas intenciones, pero también malicia, tenemos deseos, pero también indolencia. Somos seres muy polarizados, muy duales.
La Kabbalah nos habla de una fuerza dentro de nosotros, que no está dentro de los animales, esa fuerza la denominan Satán, que es su traducción del arameo significa Oponente y que ha sido también identificada como EGO.
Como parte de ser fragmentos de la Vasija original, necesitábamos una fuerza oponente, una corriente para poder nadar en contra, en la que pudiéramos desarrollar la enorme transformación que significa balancear esta naturaleza de Dar con la de Recibir que es una especie de choque, una especie de incongruencia nunca antes vista en nuestro Universo conocido, porque nunca había existido esta dualidad y la necesidad de reconciliarlas.
Somos una especie que necesita recibir, pero que siempre estará necesitada de dar para poder ser realmente plena ¿Cómo hacer para que no de polarice de manera desequilibrada nuestra naturaleza? Con una fuerza que proactivamente nos enfrente a desarrollar la consciencia de poder elegir cuando se debe dar y cuando hay que aprender a recibir. Esa fuerza es la que hace evidentes nuestras fallas de equilibro. Ese es el Satán.
En el mundo infinito no existe tal concepto como "El Bien" y "El Mal" sin embargo en el código de la Biblia, cuando Adán y Eva cometen el pecado original, comiendo del Árbol del Bien y del Mal, entran en confusión, pierden de vista que todo es Luz y empiezan a dudar. El Satán es esta fuerza que te lleva a los límites para que los notes. Te puede hacer sentir frustración intensa, sufrimiento indescriptible, enojo incontrolable...lo que es verdad es que será quien te hará ver qué es lo que tienes que corregir.
Este es un tema muy vasto, pero en este momento es focalizarnos en que tiene una razón de ser y que aunque este incómodo aliado nos moleste mucho y nos haga desagradables hacia nuestros congéneres humanos, es el medio de contraste con el que podemos darnos cuenta de que debemos balancear nuestra naturaleza dual.
Seguimos refrescando conceptos básicos para fortalecer nuestra base espiritual, no actuar desde la religiosidad sino sobre la práctica voluntaria de elegir Ser de la Luz.
Feliz jueves Comunidad
Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta
Imagen https://revistaeducarnos.com/el-que-juega-con-fuego/
Prana Raquel Pascual - Coach