viernes, 15 de enero de 2021

El factor sorpresa

 

Di.os le habló a Moshé y a Aarón, diciendo: “Cuando Paró les hable, diciendo: ‘Hagan un milagro para ustedes’, le dirás a Aharon: ‘Toma tu vara y arrójala ante el faraón, para que se convierta en serpiente’”. Moshé fue con Aarón donde Faraón e hicieron así, tal como Di.os había ordenado. Aarón arrojó su vara ante el faraón y sus siervos, y se convirtió en serpiente. (Shemot 7:8-10).

El Faraón quería ver algo poderoso, único y convincente. Y la Torá dice que fueron hasta Faraón e “hicieron como Hashem les ordenó”.

Cuando la Torá dice que hicieron como se les ordenó, los está alabando. “Vean, ¡escucharon a Hashem!”. Pero, ¿qué fue tan impresionante? ¿Por qué ameritaron el elogio? Dios les dio la posibilidad de hacer un milagro, ¿no lo haríamos todos acaso? ¿Por qué tanto alboroto? Más aún, la Torá alaba que hayan ido donde Paró. Extrañamente, no los elogia por haber realizado el milagro (eso está escrito después de la alabanza). ¿No es eso lo que merece ser alabado?

¿Y cuál fue la respuesta ante este milagro? Moshé y Aarón se convirtieron en el hazmerreír de Egipto. Todo egipcio sabía realizar este simple truco, hasta los niños pequeños. Como dice el Midrash:

Faraón comenzó a reírse [de Moshé y Aarón] y les dijo: “¿Es esta la señal de su Dios? ¿No saben que domino toda la magia?”. Inmediatamente reunió a niños de la escuela, quienes también [arrojaron sus varas y se convirtieron en serpientes]. Luego llamó a su esposa, quien también lo hizo… como hicieron los magos de Egipto y los niños de cuatro y cinco años. (Midrash Rabá, Vaerá 9:6).

Faraón se burló de ellos, diciendo que su truco era ‘como llevar un grano de arena al mar’.

Luego Di.os volteó la situación para El Faraón y sus seguidores: todo el espectáculo era una trampa. “Y la vara de Aarón engulló sus varas” (Shemot 7:12). Después de que las serpientes volvieron a ser varas, palos de madera tirados en el piso, la vara de Aarón engulló las de ellos. Eso no estaba en el repertorio egipcio de trucos de magia. Era, incuestionablemente, un milagro.

“El Faraón endureció su corazón y no los escuchó, y Hashem había hablado” (ibíd. 7:13). Faraón tuvo que endurecer su corazón. Eso significa que se aterrorizó, pero que superó el temor. El Midrash dice que pensó que, si la vara de Aarón se comió a todas las otras, con la misma facilidad podría dirigirse a su trono y aniquilarlo.

El plan de Hashem fue genial. Si Moshé y Aarón se hubiesen presentado ante Faraón y jugado sus cartas de inmediato, arrojando su vara que se comía las de ellos, el impacto habría sido mucho menor. Faraón esperaba ver un milagro, estaba mentalizado y preparado para él, y no habría tenido que endurecer su corazón. Se habría impresionado, pero no asustado.

¿Y quién se habría enterado del milagro? Sólo El Faraón y unos pocos de sus ministros, y se habrían asegurado de que permaneciera en secreto. La población egipcia nunca hubiese oído sobre él. ¿Qué ocurrió, en cambio? Paró llamó a todo el mundo: los niños de la escuela, los hombres sabios, los magos, su esposa. ¡Ahora está en la primera plana de las noticias!

A veces así nos sucede, no sabemos porque caemos en situaciones en las que parece que lo que estamos haciendo es el ridículo, o que simplemente no sabemos para qué Di.os nos puso ciertas circunstancias, pero cuando ves más detallada y reflexivamente, tuvo total sentido para lograr mejores resultados de los que te hubieras podido imaginar.

Ese es el poder de la certeza y el factor sorpresa con el que vivimos en esta vida.

Shabbat Shalom al finalizar el día Comunidad 

Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta

Imagen http://noticiasjovenes.es/articulo/117968/las-plagas-de-egipto

Fuente: https://www.aishlatino.com/tp/s/sabiduria-para-la-vida/El-factor-sorpresa.html

jueves, 14 de enero de 2021

Hishtadlut - Esfuerzo / Hashgacha - Divina Providencia

 


He seguido de alguna manera en contacto con la enseñanzas de la que yo considero la mejor Maestra de Kabbalah que yo he escuchado. Lo digo con todo respeto por los sabios que existen en el Mundo, pero mi experiencia es esta y también mi afinidad de alma, ya que siempre que necesité una guía, aún sin ella saberlo, Ruth era quien me daba luz para andar en el camino aún sin tener el gusto de conocerla personalmente. 

En estos días recibí un correo de su organización con estas palabras mientras se disculpa por tener que posponer unas clases debido a motivos familiares y dice así el fragmento que me parece que puedo compartir de manera pública:

"A lo largo de mis años de estudio, he aprendido que hay dos sistemas en los que los humanos experimentan el "vivir". Uno se llama "Hishtadlut" (esfuerzo) y el otro se llama "Hashgacha" (Divina Providencia). 

"Esfuerzo" es la realidad de causa y efecto, donde vemos recompensas / repercusiones inmediatas o de largo plazo a nuestras acciones; aprendemos y conocemos, plantamos y cosechamos, nos resentimos y nos deprimimos, etc.

La "Divina Providencia" es la realidad que no podemos controlar. No importa cuánto nos gustaría que Saturno se ralentizara o que la pandemia se detuviera mañana, algunas cosas no dependen solo de nosotros. Como seres humanos, existen senderos creados para nosotros por lo Divino, y dentro de ellos todo lo que podemos hacer es "lo mejor que podamos". 

Este momento para mí representa uno de estos sucesos, y tal vez todo lo que pueda hacer es inspirarte para que seas más consciente de la vida; invertir esfuerzos donde podamos controlar y aprender a dejar ir y aceptar donde no podemos."

Me parecen palabras magistrales que resuenan en mi interior y que espero lo hagan en el tuyo.

Las dejo aquí para tu reflexión y aprovechamiento, espero que las recibas a tiempo.

Feliz jueves Comunidad

Prana Raquel Pascual - Coach - Psicoterapeuta 

Imagen https://in.pinterest.com/pin/647955465114829838/