MARTES 1 DE SEPTIEMBRE DE 2009
Cuántas veces nos ha ofendido un buen amigo o miembro de la familia y los sacamos de nuestra vida. Es como si todos esos buenos momentos que hemos compartido y todas las veces que nos han salvado el pellejo no importaran.
Afortunadamente, la Luz no tiene una memoria tan corta. Lleva la cuenta de la suma total de todo lo que hemos hecho en nuestra vida, y no es propensa, como nosotros, a escoger lo negativo. La Luz juzga nuestras vidas basada en el valor neto del amor que hemos compartido con otros.
Hoy esforcémonos por tener esta misma conciencia con nuestros seres amados y amigos.
Yehuda Berg
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Hoy tengo que salir más temprano que de costumbre, así que te dejo con Yehuda. =)
Tu mientras tanto lleva tu propia memoria de lo que ha sido tu Ego en esta vida, porque dicen mis Maestros que "de lo que tu te acuerdas D-os se olvida y de los que tu te olvidas, El se acuerda", así que no te vanaglories de los bueno, pero concentrate en hacer diario tu ejercicio de Teshuvá (arrepentimiento, tal como lo he estado explicando) y también haz ejercicio de confesión.
La primera vez que yo hice Rosh Hashaná hace tres años, fué en Israel y me acuerdo que fui a buscar a mi maestro Benza para decirle "Sabes Benza, se me hace de los más ridículo ir hasta Israel a hacer Rosh Hashaná para ir sin confesar algo que hice de lo que no estoy nada orgullosa, así que necesito contarte...".
Benza me escichó con gran bondad a pesar de ser el Maestro que tiene fama de más estricto.
Para mi sorpresa, me fui enterando que parte importantísima del ejercicio espiritual de "preparar tu caso para Rosh Hashaná" es la confesión a alguien, un amigo espiritual, porque dicen que con que haya testigos de tu arrepentimiento, el juicio (efecto) qe venía con ello no puede ya caer sobre ti porque lo descubriste y lo transformaste antes de llegar al día, y cuando llega el momento de que te llaman al estrado --por decirlo así--, tu ya no eres la misma persona y por tanto, ya no existe ese sujeto que eras para poder recibir la sentencia. Es como un cambio de piel espiritual, como si ese uan Perez se hubera cambiado de nombre y el veredicto no pudiera ejecutarse.
Ese es el poder de hacer Confesión y Teshuvá, y claro está transformar genuinamente no como estamos acostumbrados a pensar de "cuando me esté muriendo, un minuto antes me arrepiento de todo y ya está". No, es desde adentro, cambio de tu naturaleza y haber cambiado el deseo que te había impelido a hacer esa acción, ese deseo corrupto o minúsculo y ha sido canjeado por uno alineado a la Luz y a ser un creador. Es un ejercicio ante D-os no un ejercicio de dedos cruzados para engañarlo.
=) Bueno, sin querer ya escribí un poquito más.
Sigue andando. Haz teshuvá, haz confesión, ten un amigo espiritual, no necesariamente alguien que ya sepa tus correrías sino alguien que al escucharte sientas el dolor de recordar, pero que ese fuego de la pena de heber sido capaz de tal negatividad pase y te purifique.
A trabajar!!
Prana Pascual