La sabiduría de la Kabbalah nos enseña que el universo nos juzga en relación al grado en que nosotros juzgamos a otros. Es por eso que cuando mostramos clemencia al menos meritorio de nuestros enemigos, el juicio no puede ocurrirnos a nosotros.
La pregunta que tenemos que hacernos hoy es: "¿Tenemos la fuerza de voluntad para ofrecer clemencia al más infame de nuestros enemigos?".
Yehuda Berg
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Esta reflexión me ha costado trabajo porque me quedé dando vueltas sobre la palabra "enemigo" ¿Qué es un enemigo? ¿Suena gravísimo tener uno no? Tuve que ir al diccionario a revisar si simplemente era una persona que no era nuestro amigo, pero no, la palabra si tiene la connotación de activa animadversión, es decir no es alguien que sólo desconoces sino que si pone de su energía para desearte algún mal...o tu a él, OJO.
En una de nuestras clases nos contaron de un kabbalista alumno del Baal Shem Tov, dice así:
"Un estudiante del Baal Shem Tov (Maestro del Buen Nombre) que era a su vez un gran sabio vivía en una ciudad en la que había un sastre que siempre venia a gritarle e insultarle.
Este maestro espiritual siempre era humillado públicamente por este sastre. Un día que este sabio supo que iba a recibir a su maestro el Baal Shem Tov y le fue a pedir por favor a este sujeto que al menos ese día que iba a venir el Maestro no lo fuera a humillar.
El sastre por su parte en vez de pensar en no molestarlo, estaba emocionado por la oportunidad de humillarlo delante del Baal Shem Tov.
El estudiante cerró todas las ventanas de su casa, tapó cuanto pudo y sin embargo el sastre se presentó afuera de su casa y se esforzó muchísimo por lograr insultarlo y como todo estaba cerrado se puso a rodear la casa gritando a todo pulmón insultos.
BST dijo a su alumno “No sabes lo que yo daría por alguien como el que siempre me saque de mi zona de confort, que me esté rompiendo el ego etc. Alguien que me pueda llamar la atención. Todos necesitamos a alguien así en nuestra vida.”
Este maestro espiritual siempre era humillado públicamente por este sastre. Un día que este sabio supo que iba a recibir a su maestro el Baal Shem Tov y le fue a pedir por favor a este sujeto que al menos ese día que iba a venir el Maestro no lo fuera a humillar.
El sastre por su parte en vez de pensar en no molestarlo, estaba emocionado por la oportunidad de humillarlo delante del Baal Shem Tov.
El estudiante cerró todas las ventanas de su casa, tapó cuanto pudo y sin embargo el sastre se presentó afuera de su casa y se esforzó muchísimo por lograr insultarlo y como todo estaba cerrado se puso a rodear la casa gritando a todo pulmón insultos.
BST dijo a su alumno “No sabes lo que yo daría por alguien como el que siempre me saque de mi zona de confort, que me esté rompiendo el ego etc. Alguien que me pueda llamar la atención. Todos necesitamos a alguien así en nuestra vida.”
Apreciar adecuadamente a quien nos trata bien ya puede ser un reto ¡Ahora piensa apreciar a quien no! De momento tengo clara a alguna persona que cada vez que me habla es como un reto. Es mi gimnasio personal para entrenar mi restricción. Yo tengo bastante facilidad de palabra así que cuando el me dice una, a mi se me ocurrieron ya diez...diez que deben volver a la revolvedora de ideas "A trabajar" si esto todavía te molesta es que todavía eres más pequeña que eso. Dele a trabajar."
Quien bien me quiere no necesariamente me pone a trabajar, me da otros tesoros, quien no me quiere es quien me pone la marca en la pared para ver si de verdad crezco o si me quedo chaparrita espiritualmente ¡Ni D-os lo quiera!
Nadie ha dicho que el trabajo espiritual sea fácil y sin embargo no hay mejor elección que esa para una vida con sentido. =)
¡¡Shabat Shalom!!
Prana Pascual
La historia es extraída de la clase de Vayechi impartida por nuestro Maestro Ariel Grunwald en el Centro de Kabbalah de la Cd de México.
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