viernes, 25 de octubre de 2024

Buscar más profundo


Esta porción de la semana empieza con Bereshit bará Elohim, cuya traducción es: “En el principio, Dios creó…”. Sin embargo, la manera más lógica en la que debió escribirse sería: Elohim bereshit bará, “Dios, en el principio, creó…”. Los kabbalistas preguntan, ¿por qué entonces está escrito Bereshit bará Elohim? Porque, según explican ellos, esto nos dice que la verdadera conexión para cada uno de nosotros este año tiene que ser “bereshit”: inicio o nuevo.

¿Qué significa eso?

Uno de los errores más grandes que cometemos cada uno de nosotros en nuestro trabajo espiritual es que no lo abordamos como nuevo constantemente. Sin importar cuántos años hayamos estudiado y hecho nuestras conexiones, necesitamos realizar cada conexión y estudio como si nunca lo hubiésemos hecho. Por lo tanto, nuestra conexión verdadera para este año debería ser bereshit: nunca he estado en Shabat, nunca he leído el Zóhar, nunca he estudiado. Este tipo de entendimiento es lo que distingue a la persona que este año tendrá alguna conexión y algo de Luz de quien podrá entrar este año y genuinamente hará la conexión que está destinada a hacer y alcanzará el crecimiento y sabiduría que está destinada a alcanzar.

Hay una parábola que expone una situación analógica a esta falta de profundización en la que podemos caer:

Este era un hombre que ha vivido toda su vida en la montaña, aislado del resto del mundo. En el campo de ese hombre crece el trigo y cada vez que va allí recoge algo de trigo, come los granos de trigo, bebe agua y sobrevive de ese modo. Este hombre no sabe cómo come la gente en el resto del mundo.

Un día este hombre va a la ciudad y decide ver cómo viven los demás. Pasa por una panadería y le dan un pedazo de pan recién horneado. Lo come y disfruta el sabor. Le pregunta al panadero de qué está hecho y él responde está hecho de trigo. Luego le trajeron pasteles. Los probó y, nuevamente, preguntó de qué estaban hechos, a lo cual le respondieron otra vez que estaban hechos de trigo. Después le trajeron más pasteles, con miel y aceite sobre ellos, nuevamente preguntó de qué estaban hechos. Otra vez le respondieron que estaban hechos de trigo.

El hombre dice: “Ciertamente, yo ya tengo todo esto porque consumo la raíz, consumo la fuente, como los granos de trigo”. Rav Shimón explica que, debido al pensamiento incauto de este hombre de creer que por comer los granos de trigo era como haber comido pan, pasteles y dulces, nunca aprendió a hacer pan ni pasteles y, por lo tanto, se perdió todos los manjares de este mundo. Rav Shimón dice que lo mismo ocurre cuando una persona comienza a estudiar, llega hasta cierto punto, pero no profundiza.

¿Cómo podemos comprometernos en seguir profundizando?

Creo que lo primero que podemos hacer, es reconocer que estamos muy en la superficie aún, y ambicionar más.

Tratemos de comenzar con esta noción, con conformarnos con la probadita de la espiritualidad...¡Tenemos un año nuevo por delante!

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Basado en https://www.kabbalah.com/es/articles/pushing-for-deeper-wisdom/

miércoles, 23 de octubre de 2024

Una gran responsabilidad


La consciencia del Árbol de la Vida representa no estar conectado a ningún efecto o resultado; si te ves modificado por lo que sucede, por tu circunstancia, es que aún eres el efecto de los que recibes y aún no estás listo:

  • Las cosas no salen como lo esperabas: no estás en la consciencia de certeza
  • Se te quitan las ganas de compartir, empiezas a negociar contigo mismo como dar menos de lo que pensaste en un inicio.
  • te sientes víctima 
  • etc.

Adam y Javá, aunque querían el siguiente nivel espiritual (que es lo que el Árbol representa), se aficionaron, se dejaron llevar y por tanto, cayeron.

Quizás comenzaste una acción creyendo que podrías, pero no puedes, caíste y no estás aún en ese nivel. Eso fue lo que les pasó a ellos: No fue la primer mordida a la manzana la que los hizo caer, esa aún tenía una intención pura de conectar con la espiritualidad. La segunda sucedió más por algo parecido a la impulsividad, al descontrol, a la adicción, a la impaciencia.

Fueron controlados "por otros dioses", es la manera de expresar la idolatría. No estaban preparados para recibir tanto aún, No es que no lo iban a estar en algún momento del proceso, pero es solo cuando eres capaz de tolerar tu instinto, de no actuar bajo tu impulsividad o bajo tu intolerancia a la frustración que te das cuenta que Maduras, Creces. Impones una restricción al músculo de la templanza y la fortaleza del espíritu y estos se desarrollan y tu poder crece con ello.

Si algo de este mundo, ya sea alegría o tristeza, logro o fracaso te controla, entonces quiere decir que te conectaste al Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal y no estabas preparado.

Siempre me ha parecido un juego de palabras: el conocimiento de toda la existencia, pero también es conocer (si pierdes la idea de unidad) la polaridad, es decir, la separación, la fragmentación, el enfrentamiento.

Como ves, estas son las potencialidades negativas de un número 2, aunque también sin conocimiento del número 2, no tendríamos un reflejo en el cual conocernos a nosotros mismos. No tendríamos contraste, sería todo tan puro que posiblemente nos parecería monótono.  ¿Te fijas que contradictorio?

El reflejo tiene el potencial de hacernos apreciar o de conflictuarnos (los polos). La misma situación podría alegrarnos o confundirnos. Por eso no podemos llegar a ese Árbol inmaduros, porque nos llena de dolor y dudas, pero si llegamos más preparados, es una maravilla. Todo es Bien, todo es complementario, hay juego, hay variedad, hay novedad, hay creación.

El Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal nos pone frente al libre albedrío y a la elección, pero visto desde la carencia, nos pone también frente a la renuncia.

Elegir es Renunciar y solo cuando estás bien claro puedes alegrarte de ello, hasta ese momento te puedes dar cuenta de que es un gran poder, ya no es estar solo sujeto a las circunstancias. Pero como se suele decir, un gran poder, reclama una gran responsabilidad. (o como dicen en El hombre araña: un gran poder conlleva una gran responsabilidad)

Como ves: hay que madurar. Todas estas características nos hablan de ser adultos espirituales.

¿Lo eres? Esta es una importantísima pregunta, pero más es responderte sin sesgoy sin autocomplacencia.

Prana Raquel Pascual - Psicoterapeuta Gestalt

Basado en clase de Eitan Yardeni.

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